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Entre la pereza y la desidia (68-78)

Entre la pereza y la desidia (68-78)

Pedro Martínez aludió al esfuerzo, o la carencia del mismo, como uno de los fundamentos en los que interpretar la derrota del Gran Canaria ante el UCAM Murcia, en un partido con el termómetro siempre bajo cero y encarado en una cuesta permanente.

Domingo, 17 de febrero 2013, 20:08

El Herbalife Gran Canaria reincidió, lo que acrecienta la gravedad del hecho, en entregar el partido casi desde el primer bote. Sucedió en la semifinal de la Copa del Rey frente al Valencia y, lo que es más degradante, en la cita precedente en el Centro Insular ante un Manresa en penumbra.

En el ambiente queda la sensación de que esta es una derrota de las que no entraba en las cuentas, pólvora gastada antes de que la curva se cierre sobre el calendario. El UCAM Murcia nunca pareció tan fiero, pero en la lectura del partido se le debe una reverencia al acreditar superioridad en todos los conceptos del juego. Empezado en la dirección del partido, con la organización del mismo en las manos de Joe Ragland, dominador absoluto de lo tangible y de lo que no lo es.

Óscar Quintana, técnico del Murcia, había diseñado un partido en su cabeza. Incluso lo compartió en voz alta. Deseaba un duelo elástico, con especial incidencia en su despertar; de rentas cortas y con el Gran Canaria sujeto en una distancia siempre asumible.

La doctrina del técnico cántabro fue ejecutada a la perfección por su equipo, que aprovechaba la presencia todavía en albornoz del Gran Canaria sobre la pista. Ragland gestionaba el partido, aunque eso llevara en muchos momentos un implícito desprecio al formato habitual del Murcia, mucho más espontáneo en su versión natural. Pero el base liberiano también soltaba lastre cuando el trance exigía velocidad. Con él, impecable, en el timón y Barlow apropiándose de todos los rechaces en su pintura, el Murcia comenzó a construir su castillo.

Así dominaron el primer parcial. Tillie, un carrusel de faltas, se cargó con dos de inicio. Pero ni eso fue capaz de sumar a su causa el Gran Canaria. El grupo de Pedro Martínez se encontraba con las pulsaciones bajas y encontradizo con el hierro, especialmente en el tiro exterior, donde no daba una.

El UCAM se frotaba las manos. Pocas veces un plan sale tan bien. Añadía a su regocijo el autoestima, inmejorable por su tarjeta de presentación en la Isla mejorada con dos victorias consecutivas previas ante Valencia y Obradoiro. Eso le permitió tomar la primera ventaja al término del primer cuarto del encuentro (15-16).

El ritmo del segundo parcial fue idéntico. En muchos momentos anodino. La cadencia en anotación espesa. Fue en ese contexto cuando más ágil se dejó ver el Gran Canaria. Incluso fue capaz de empujar el partido hacía su lado, dominado el juego por el empuje de Beirán y el carácter de Eulis Báez. Fue precisamente el dominicano quien anotó un tiro libre que puso el CID en órbita y marcó el mejor registro local en el marcador (22-18, +4 a 5.51 para el descanso del encuentro).

Pero el Gran Canaria volvió a perecer en un alto grado de autosuficiencia, en una equivocada interpretación de los acontecimientos sucedidos. El grupo visitante movió el partido de nuevo a su antojo y abrió la primera diferencia notable con un parcial (0-9) que decantó el encuentro a su favor.

Pedro Martínez llamó a capítulo en ese instante. Detuvo el partido para frenar la inercia y corregir defectos. La progresión anotadora del encuentro fluyó de manera más equilibrada hasta que se alcanzó el intermedio.

AL GALOPE. En el tercer cuarto el partido se desató. Brad Newley tocó el timbre y lanzó al Gran Canaria, incluso rompió el maleficio exterior y anotó el primer triple claretiano en el partido, tras haberlo fallado todo en la primera mitad. Pocos le secundaban.

El Murcia dio un punto más de acero al encuentro. Si ya se había establecido una batalla desigual en la dirección del juego y en el combate interior, cuando el Granca quiso reformar su conducta también emergió el juego exterior peninsular. Berni Rodríguez, Barlow y Gatens volvieron a hacer visibles las carencias insulares y forzaron de nuevo a Pedro Martínez a solicitar tiempo muerto con otra máxima renta (37-48 a 4,03).

Fue el Gran Canaria menguando diferencias, tratando de acercarse al dominio murciano, pero fue una acción casual, propiciada por el enemigo, la que a punto estuvo de hacer que el encuentro naciera de nuevo. Marcus Lewis, con su equipo mandando por cinco puntos, recibió un balón en la pintura; en el juego de pies rebasó a Slokar, quien le desestabilizó cuando encaraba el aro. El americano perdió los nervios y le golpeó con el codo, una antideportiva de libro que dio opción al Herbalife de asomarse a un punto de los visitantes.

EL DESPEGUE. La reacción no tuvo consistencia. El Gran Canaria no tenía el día, eso es indiscutible. Tillie volvió a cancha después de haber sido reservado por Quintana desde su segunda falta personal, y antes de cometer otras dos de forma frenética, anotó varias canastas consecutivas que horadaron el ánimo de respuesta local y dejaban el partido con su final escrito en el desenlace del tercer cuarto (51-57).

Pasaron más de dos minutos hasta que uno de los dos equipos anotó la primera canasta del parcial definitivo. Para añadir peso a la losa, Andrés Miso acertaba desde fuera, propulsaba a Murcia a una ventaja de siete puntos, un reto poco aceptable para un Gran Canaria de brazos caídos.

Hasta el final no hubo más historia. Conocedor del panorama, el equipo visitante se marchó hasta 13 puntos (54-67) con menos de cinco minutos por jugar con lo que se sentía ganador antes de que el partido se extinguiera.

Pudo el Gran Canaria hacer algo más por apretar el marcador en los últimos minutos. Incluso, con solo cinco de diferencia en el último minuto, dispuso de un ataque para aproximarse, pero en un error ingenuo, Marcus Lewis robó el balón y selló el partido.

El Gran Canaria no se reconoció a sí mismo. Un duro palo para un equipo que se marcaba nuevas motivaciones en la temporada.

Ficha técnica:

68. Herbalife Gran Canaria 2014 (15+10+26+17): Bellas (8), Newley (16), Nelson (11), Toolson (17) y Rey (4) -equipo inicial-, Scheyer (-), Guerra (-), Beirán (3), Báez (5) y Slokar (4).

78. UCAM Murcia (16+12+29+21): Gatens (8), Ragland (21), Barlow (6), Lewis (11) y Rodríguez (16) -equipo inicial- Antelo (4), Tillie (9), Franch (-), Jasen (-) y Miso (3) .

Árbitros: Antonio Conde, Carlos Peruga y Pedro Munar. Sin eliminados.

Incidencias: Unos 4.633 espectadores acudieron al Centro Insular de Deportes en este encuentro correspondiente a la vigésimo primera jornada de la Liga Endesa-ACB.

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