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Cristian Sánchez
Martes, 3 de septiembre 2013, 22:45
Carlos Aranda, el nuevo delantero de la Unión Deportiva Las Palmas, puede presumir de ser el único jugador en la historia que ha militado en ocho equipos de la Primera División.
Las cualidades como fuerza, carácter, orgullo y no poder perder a nada, caracterizan al ariete tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Aranda nació hace 33 años en la barriada de El Palo, Málaga. El futbolista tuvo una infancia difícil. Como él mismo ha reconocido, tuvo que vivir el abandono de su padre siendo solo un bebé, y la muerte prematura de su madre, cuando tenía nueve años de edad.
«Mi padre nos abandonó y mi madre se murió por cáncer en los ovarios, aunque también tenía problemas con las drogas, era drogadicta», declaró en una entrevista concedida al periódico El País.
Criado por sus abuelos y tíos maternos, el fútbol le ha salvado la vida al delantero andaluz. Abandonó muy pronto el colegio, y se dedicaba «a vender pulpos a los restaurantes de la costa de Málaga para poder comprarse unas botas de fútbol y un balón» reconoció.
Tuvo también una adolescencia muy dura. Aranda admitió en esa entrevista que fue detenido por la policía, por primera y última vez, a los 15 años de edad por el robo de una motocicleta, para comprarle unas gafas surferas a su novia. Pero todo cambió en la vida de Aranda, cuando un señor con gafas de sol fue a verlo jugar con el club de su barrio El Palo.
Ese señor se le acercó y le convenció para que abandonase Málaga y fichase por el Real Madrid. Era nada menos que Vicente Del Bosque, por aquel entonces director general de la cantera del club blanco.
El actual seleccionador español reconoció que aun sabiendo que era un chico problemático lo quería para el club blanco y afirmó «que si no hubiera estado jugando al fútbol quizás habría sido un delincuente».
Nada más llegar a ‘La Fábrica’ blanca Aranda se caracterizó por ser un chico fuerte y con carácter, imponiendo respeto en la residencia de jóvenes talentos blancos, incluso en jugadores de mayor edad que él.
Destacó en todas las categorías inferiores del Real Madrid marcando 66 goles en 130 partidos con el filial blanco. En noviembre de 1999 aquel niño rebelde del barrio El Palo cumplió su sueño, y debutó con el Real Madrid en Liga de Campeones. El entrenador de aquel equipo campeón era Vicente del Bosque, el mismo técnico que se desplazó hasta Málaga para ‘salvarle’ la vida al delantero andaluz.
Comenzaba así la carrera de uno de los futbolistas más conocidos de la Liga española. El delantero malagueño llegó a participar en las dos últimas Champions League, que el club blanco ganó en 2001 y 2002. Aunque nunca pudo jugar la Liga con el Real Madrid.
Después de abandonar la disciplina madridista, Aranda ha pasado por infinidad de equipos. Desde la temporada 2002/2003 ha militado en Numancia, Villareal, Albacete, Sevilla, Real Murcia, Granada 74, Osasuna Levante, Real Zaragoza y Granada.
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