Baifo compuesto o al horno

Catalina García

Miércoles, 20 de diciembre 2006, 12:44

De la misma manera que Carmela aprendió a sentar un potaje, preparar el guiso de asadura o salar la tocineta, también se ocupó del campo, de las cabras y de regentar una tienda durante 30 años. Por supervivencia. A esta mujer le tocó nacer en la Fuerteventura agrícola y ganadera donde la única escuela era la necesidad. Las recetas de cocina que vio preparar a sus abuelas ahora las ha rescatado su hijo Marcos Gutiérrez Vera, cocinero profesional, entre ellas las del cabrito. Carmela Vera González (Villaverde, 1925) no duda a la hora de decir cuál es la receta navideña de Fuerteventura. «En aquel entonces, no había nada. Ni un turrón, ni juguetes. Mis nietos no me creen cuando se los cuento». Un baifo entero daba para diez o doce personas. Medio se preparaba si había menos gente. «No cenábamos el día 24 como está de moda ahora, era el almuerzo de Navidad. Tampoco se asaba el cabrito, se componía y se prendía el horno para hacer rosquetes y pan. Eso si había algo más que gofio en la casa, que no era muy frecuente». Su hijo Marcos se queda con el cabrito al horno. O con los dos modos de prepararlo. O el guiso de hígado de cabra que su madre prepara para las fiestas. En su restaurante Casa Marcos de Villaverde oferta platos a caballo entre la cocina creativa y la cocina de sus abuelas.