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Hace apenas unos días que este nuevo local abrió sus puertas en la capital grancanaria y ya está triunfando.
Un local de lo más original y con la estética más coreana que se pueda imaginar que hasta nos puede hacer dudar si nos encontramos en un local futurista del centro de Seúl.
Cada mesa lleva incorporada su propia barbacoa eléctrica, así que, tan pronto como se toma asiento, la velada se vislumbra de lo más entretenida. Y ahí va el primer consejo, lo mejor es ir en grupo de dos a cuatro personas, pero también tienen mesas previstas para grupos más numerosos.
En coloridos individuales de papel, explican paso a paso como sacarle partido a la barbacoa y en una tableta encontrarán el nutrido menú, desde los entrantes y más famosos platos coreanos, hasta todas las versiones posibles para llevar a la mesa y que cada uno se organice su barbacoa.
Es más, desde la misma tableta podrá ejecutar el pedido, sin demora en que nadie tenga que tomarle la comanda, aunque el atento personal estará cerca y dispuesto a disipar cualquier duda si es que la necesitara.
Estamos seguros de que también llamará su atención el servicio dispuesto para cada comensal. Platillo, vaso y palillos de acero sobre el instructivo mantel estarán esperando por su curiosidad y un pequeño adelanto: el «vasito» es para que se sirva tantos té de melocotón como quiera de una jarra a granel que encontrará al fondo del local, aunque en la carta digital encontrará una gran selección de bebidas.
Al ir bajando en la tableta, empezarán a aparecer los entrantes más populares de la cocina coreana, sus famosos «mandu» o lo que es lo mismo, empanadillas de diferentes rellenos: cerdo, pollo o ternera y sus verduras correspondientes.
A pantalla seguida, le aparecerán esos aperitivos coreanos tan característicos, como el imprescindible «kimchi» pero, también les contamos que, tan pronto como den al botón de envío de pedido, el atento personal le acercará unos platillos con apetitivos coreanos por cortesía de la casa donde no faltan ni el «kimchi» ni el nabo picante.
Otras de las imágenes que llamarán su atención son los platillos «banchan» o lo que es lo mismo, las guarniciones ideales para acompañar la barbacoa.
A partir de aquí y por si la barbacoa no fuera su principal tentación, podrá elegir entre una serie de platos típicos de la gastronomía coreana como «bibimbap» de ternera, «tteokbokki» picante o con queso, que vienen a ser la versión de unos ñoquis coreanos y tampoco faltan las sopas coreanas y hasta un arroz con kimchi.
Eso sí, decida lo que decida, no hay que olvidar que a Koryo se viene, principalmente a disfrutar de la auténtica barbacoa japonesa, así que el desplegable de su carta le resultará de lo más entretenido la hora de elegir qué asar en la barbacoa de su mesa.
Diferentes cortes de carne de ternera como la aguja, la entraña o el lomo alto e incluso, elaboraciones con marinado coreano previo.
El cerdo también tiene su espacio, desde el secreto ibérico y hasta la panceta picante ente otras.
El lado más marinero también es bienvenido en las eléctricas brasas de Koryo con tres propuestas; calamar, gambas y gambones.
Y, por supuesto, no le falta el lado vegetal a esta divertida exposición: batata, papas, champiñones o espárragos verdes.
Pero, si quiere disfrutar del todo y le cuesta decidirse, nada como elegir los combos que vienen con una nutrida muestra, pensados para dos personas, pero en donde podrán comer incluso tres.
Dispuestas en bufé se encontrará las salas que deberán acompañar cada bocado: vinagreta, salsa de cacahuete, salsa picante y salsa coreana y le recomendamos probarlas todas.
Y, tan pronto como la materia llegue a la mesa, una especie de maceta llena de lechuga fresca y un bol de arroz blanco entrarán en sincronía con lo primero.
El personal de sala destapará la barbacoa, la engrasará con aceite y que empiece el festín. En el individual de papel tendrá detallado el tiempo de cocción de las piezas elegidas.
A partir de ahí, ya solo tendrá que desplegar una hoja de lechuga, colocar la carne, marisco verdura elegida en el centro, añadirle arroz y la salsa a su elección. Enrollar, morder, saborear y a disfrutar con cada variedad.
Si después de tal festín quiere endulzar, encontrara una variedad de helados en su carta, pero lo mejor en este caso es decidirse por su auténtico mochi de chocolate y plátano.
Y sin dudarlo, no deje de darse una vuelta por el local para entretenerse en cada detalle porque hasta encontrará una maquinita de juegos muy coreana y no salga sin antes limpiarse los olores en un espacio creado a tal efecto.
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