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Damián Vallejo es el alma de Empanadas Abuela Olga, también el corazón y por supuesto las manos que a diario amasan y bolean un delicado hojaldre que encierra los recuerdos más bonitos de su niñez y su Argentina natal.
Damián nos cuenta que, justo la semana en que a todos nos confinaron, prácticamente tenía todo dispuesto para abrir este negocio y, como a muchos, sus sueños se frustraron y se guardaron en un cajón, esperando despertar en otro momento de la vida.
Ese momento vio la luz el pasado lunes, con un local que empezó a tomar forma hace muchos años, cuando su abuela Olga lo sentaba en el poyete de su cocina mientras ella preparaba comidas, pucheros y empanadas que Damián siempre ha llevado en su memoria y en su corazón.
Hoy, su niñez y sus recuerdos más entrañables tienen forma de empanada, artesanal, elaborada a diario y horneada al momento y les adelantamos que el sabor y la textura son tan evocadores como la memoria de Damián.
En Empanadas Abuela Olga una pizarra le contará los sabores que se pueden probar ese día. Bocados para los que se habrá preparado una masa delicada con harina de fuerza, aceite sal y agua tibia. También se habrá boleado y reposado el debido tiempo y a la correcta temperatura, lo que hará que se aprecie la maravillosa textura de estas empanadas. «Para mí es muy importante cuidar la masa y tratarla como merece, es una parte indispensable del proceso, que tiene que ser íntegramente artesanal porque esa será la primera impresión que reciba nuestro paladar», nos cuenta Damián.
A partir de ahí, cada día, él mismo elabora los diferentes rellenos, solo con ingredientes frescos, todo picado a cuchillo y a conciencia, salvo la empanada de carne que lleva un cuidadoso «chup-chup» de guiso entrañable.
Además de ésta, también encontrará la empanada Abuela Olga, la de carne con un puntito interesante de picante, la caprese, de la cebolla y queso, también la de jamón y queso, una irresistible empanada «cheese burguer», la de pollo y la empanada humita, un sabor absolutamente sorprendente y, probablemente, la más «porteña» de la carta.
Eso sí, cada día solo las manos de Damián son las que dan forma y contenido a cada una de las empanadas así que no puede garantizar a diario la producción de todos los sabores, pero, como mínimo tres de ellos estarán en la carta disponibles a diario.
Damián nos cuenta que las empanadas argentinas tienen su razón de ser porque durante años fue el alimento de la clase trabajadora, como tentempié durante la jornada de trabajo, es por ello por lo que, hasta el hecho de mantener esta esencia, para él es importante. «Si bien es un bocado que trato con sumo respeto y cariño, no puede ni tiene que llevar un precio abusivo», así que, todas las empanadas de Abuela Olga sean del sabor que sean, cuestan 2,50€ por unidad.
Por esta misma razón, las empanadas de la Abuela Olga se pueden disfrutar en el local, en un cómoda y amplia barra, además, de los más entretenida porque tras ella estará solo Damián dispuesto a charlar y contarles la historia de las empanadas y la suya propia.
Pero también puede pasar por el local y se las empaquetará para llevar, sin duda una opción, ahora que estamos en navidades, de lo más original para llenar la mesa.
Pero si por algo de se definen las empanadas de la Abuela Olga, donde radica su particularidad, no solo es por ese hojaldre delicado y crujiente sino también por sus rellenos que saltan a la vista sin tener que adivinarlos, en un corte cuidado pero aparente, como el de Humita, con su cremosa y perfecta bechamel, cebolla, pimiento rojo y verde, millo y queso mozzarella, un relleno muy tradicional en Argentina y que ahora podemos probar aquí. Un bocado de lo más especial.
Lo mismo ocurre con la de carne, donde se advierten los ingredientes y su color y su textura nos hablan de mercado y de producto seleccionado. Y un suma y sigue porque, en el barrio donde está Abuela Olga ya no se habla de otra cosa sino de la empanada que los vecinos han probado ese día.
Damián nos cuenta que, a pesar de haber estudiado Arte Dramático en su Argentina natal, lleva años de trabajo en diferentes cocinas de la capital grancanaria, así que, la experiencia y el paladar llegan enseñados desde que era un niño, pero también entrenado durante toda su vida profesional.
Todo un artista también en los fogones y, promete en esta entrevista que las empanadas no serán el único bocado que probemos de su esencia. En un futuro, no muy lejano llegarán también las pizzas argentinas y tras probar las empanadas, ya estamos deseando que se cumpla ese «mañana» en el que, tras la barra de este local se puedan catar porciones de pizzas argentinas.
Por lo pronto y, como adelanto a otros sabores, pregunte Damián por el macerado de aceitunas que él mismo elabora. Intenso, diferente y delicioso.
Por ahora el local está dando de sí un cuarto de su capacidad, pero, el precioso grafiti que adorna una de sus puertas nos cuenta que ahí dentro laten algo más que empanadas argentinas deliciosas, caseras y artesanales y así es, como actor y amante del arte, otro de sus sueños futuros es abrir el local a exposiciones, para artistas emergentes y para todo aquel que quiera abrir un diálogo con la cultura y el arte.
Qué duda cabe que, si Damián pone el mismo empeño y amor, este local pronto se convertirá en punto de encuentro de muchas inquietudes y no solo de carácter gastronómico.
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