Restaurantes

El Bejeque o dónde disfrutar en Telde de manera sublime

Vanesa Delgado

Telde

Miércoles, 26 de abril 2023, 12:18 | Actualizado 12:51h.

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Desde el año 2019 veníamos escuchando hablar de El Bejeque, sobre todo de su selección y tratamiento de las carnes. Ante tanto eco, no debíamos seguir resistiéndonos y nuestra curiosidad aumentó exponencialmente cuando llamamos para la reserva.

Concretamos día y hora y automáticamente un mensaje de texto ocupó la pantalla del móvil y ahí estaba nuestra reserva para que, a un golpe de clic la añadiéramos a nuestra agenda.

Viernes noche, concretamente a las 21:30, se nos hizo muy sencilla la tarea de aparcar el coche. Desde la fachada, El Bejeque despierta el interés de todo el que pasa por delante, porque en la cómoda terraza, a esas horas ya con público, emanan los aromas de esas carnes maduradas que se terminan de brasear en un hornillo caliente, al gusto del cliente.

La bienvenida, por parte del personal de sala de El Bejeque, es tan exquisita como la carta de este restaurante con alma de tasca.

Atentos, formados y tremendamente eficaces. Apenas tardaron unos minutos en traernos a la mesa un calentito pan artesano de puño, con aceite, sal negra y una cremosa mantequilla ahumada.

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La carta se condensa en un cúmulo perfecto de antojos recurrentes que a cualquiera le podrían apetecer. Entre una magnífica selección «para ir abriendo boca» y sus empanadillas criollas de vaca vieja o unas croquetas de rabo de toro. Pero también encontrarán propuestas «de la huerta» con unos puerros confitados o una ensaladilla de batata y peto ahumado.

Difícil elección que se verá aún más complicada cuando le muestren los fuera de carta o la pizarra de El Bejeque. Nosotros tuvimos la suerte de dar con unas flores de alcachofas e ibéricos y uno de los steak tartar más deliciosos que hemos probado nunca, en Gran Canaria.

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Digamos que, si se decide por la carta sencilla, la que adaptan por estaciones del año, llamará poderosamente su atención el secreto ibérico de bellota aromatizado con romero fresco en una cocción lenta o el cochino canario a baja temperatura en reducción de ron miel.

Pero solo tendrá que bajar un poquito más la vista y, si es muy carnívoro, se perderá entre el Txuletón Txogitxu, de entre 800 a 1.500 g de vaca vieja, o el Chuletón Simental Top, madurado durante más de 50 días. Pero deberá poner atención en la carta a las estrellitas amarillas que acompañan determinados platos que resultan ser los favoritos del chef de El Bejeque, Ayoze Valido, como el Lomo Bajo de vaca madurado en manteca durante más de 30 días.

Decida lo que decida, la guarnición también quedará a su elección. Una selección corta, pero de lo más correcta para acompañar tan suculento homenaje, porque carnes como las de El Bejeque no es frecuente encontrarlas. Si a eso le añadimos que la conservación y la maduración que precisan piezas como estas, estaremos tratando con un producto de culto, tanto por parte de quien lo disfruta como por quien lo selecciona y prepara, cuidando con mimo todo el proceso de manera impecable.

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Carnes así merecen de una correcta presentación sin parafernalias. Una coreografía perfecta llevará la carne hasta su mesa, donde la profesionalidad de la sala, lo primero que dispondrá es de un hornillo caliente para que sea usted, el que de el último punto a la carne, a su gusto.

Con artilugios precisos y poco vistos, cortarán de manera magistral la carne seleccionada y a partir de ese momento, solo le quedará dejarse llevar por la intensidad del sabor y la textura idónea de unas carnes majestuosas para el paladar.

Y a todo ello, sumen su tentadora bodega y sus apetecibles postres, así que no es de extrañar que tanto se hable de El Bejeque y, como ellos dicen de si mismos, sustituyen el verbo comer por el verbo placer.

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