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Las recetas que te cuento ·
Una combinación equilibrada con el aliño ideal y dos o tres cosillas a tener en cuenta serán suficientes para elaborar esta ensalada que no podrás parar de hacer desde que la pruebesToca cambio de estación y, aunque aquí la bondad de nuestro clima lo hace más ligero, los cultivos si entregan, generosos, los colores y los sabores de una las estaciones más bonitas del año. Nos acontece por tanto llenar nuestras despensas y neveras de esos alimentos, darle rienda suelta a la creatividad y disfrutar de productos a los que no tenemos acceso en otras estaciones.
La calabaza que cambia en textura, piel y sabor de verano a invierno pasa a ser protagonista absoluta de cientos de recetas y su dulzor, casi mágico en los meses más fríos, da un toque diferenciador que si o si, la convierte en indispensable.
Así que lo toca hoy es poner la calabaza en el centro de la mesa y con esta receta se consigue de todas de todas. Y, como nota nostálgica siempre presente el recuerdo de mi abuela que me decía que también el otoño llega para llevarse lo que ya no sirve, así que habrá que aprovechar para desquitarse de todo aquello que nos incomode y que el otoño se encargue de hacer el resto.
Tiempo de preparación
10 minutos
Tiempo de cocción
12 minutos
Tiempo total
25 minutos
Comensales
5
Calorías
Pocas
Categorías
Recetas de otoño
300 g de calabaza (una vez pelada)
500 g de espinacas frescas
100 g de queso feta
1 cebolla morada
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de miel
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de Jerez
Sal en escamas
Comenzaremos pelando y cortando en cubos tamaño bocado, la calabaza y la lavaremos bien.
La secaremos bien ayudándonos de un paño de algodón.
Encenderemos el horno a 170º, calor arriba y abajo y mientras toma potencia, mezclaremos la cucharada de aceite con la de miel, integrando ambas.
Incorporaremos y repartiremos bien esta mezcla a los pedazos de calabaza.
Forraremos con papel vegetal la bandeja del horno e iremos colocando los pedazos de calabaza sobre la misma.
Introduciremos la bandeja en el horno ya caliente y, a la misma potencia dejaremos que se ase la calabaza durante 12 minutos. Reservamos.
Mientras tanto iremos lavando y secando las espinacas, retirándoles el tallo y disponiéndolas en una ensaladera.
Incorporaremos el queso feta cortado en cuadros a las espinacas.
Partiremos la cebolla en juliana fina y las incorporaremos también a la ensaladera.
Por último y, cuando ya la calabaza esté lista, la incorporaremos al resto de ingredientes.
Seguiremos con el aliño, para lo que mezclaremos aparte las tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra con el vinagre de Jerez y emulsionaremos ambos.
Daremos un toque de sal al gusto sobre los ingredientes y verteremos el aliño.
Mezclaremos bien y a la mesa sin demora. ¡Buen provecho!
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