Los churros más aplaudidos son los de La Churrería de Tafira Baja

La cola para acceder al local y hacerse con una mesa se forma desde bien temprano y nadie desiste ni abandona. Con paciencia se espera porque lo que ofrecen dentro no merece menos que un poco de aguante.

El personal rápido y eficaz está a la altura de todo lo que se puede disfrutar en este bonito local, con detalles en cada rincón, con una carta en pizarra que corona la sala y una barra de lo más cómoda para los más impacientes.

Cafés, chocolate tradicional o con sabores, té e infusiones, zumos y batidos de frutas naturales que, a poco que eche un vistazo tras la barra verá a alguien cortando las naranjas u otras frutas y elaborando la bebida sobre la marcha. Hacer, servir y tomar.

Si se realizara una encuesta entre todos aquellos a los que les gusta desayunar o merendar churros, una mayoría aplastante le nombraría este local. Sus churros, crujientes, sin exceso de grasa, de digestión ligera y de servicio generoso, caen por raciones en todas las mesas y los cartuchos para llevar son otra foto que se repite una y otra vez. Una receta de lo más tradicional que en La Churrería han sabido mejorar y convertirla en su sello propio de sabor y calidad.

Tres churros a 1€ es una de las propuestas más demandadas de su pizarra, imaginamos que para dejar especio a otras tantas creaciones que se anuncian y que también se reparten, una y otra vez, en mesa, en barra y para llevar: bocadillos, sándwiches y cruasanes.

La carta de bocatas, en pan crujiente o en pulga suman motivos para volver siempre. Ingredientes y combinaciones se suceden renglón a renglón y no será fácil decidirse. Si de algo les sirve yo me animé con el de pollo, queso y guacamole y estaba delicioso y sustancioso: pollo perfectamente desmenuzado, guacamole que sabe a aguacate de verdad y queso tierno de lo más fresco.

Aunque, a decir verdad, volveré tantas veces como pueda a probar otros: tortilla con queso semi, carne mechada, pasta de pollo, queso majorero y cebolla caramelizada, entre otros ya forman parte de mi lista de antojos pendientes.

Y pendientes quedan en pizarra y en vitrina, sus cruasanes, sencillos o rellenos de clásicos como el vegetal o el de chocolate y para la repostería, incluso vegana también saben coronarla a la altura de las elaboraciones anteriores con su «red velvet», su tarta de zanahoria, su tarta de chocolate o sus gigantescas y sabrosas cookies.

Hay que estar muy atentos a su horario ya que cierran en la franja de mediodía y vuelven a abrir para la merienda de martes a domingo. Eso sí, la elaboración de churros tiene su propia franja; de 8:00 a 11:30 a.m. y de 17:00 a 20:30 p.m.

Así que, si toca merendar en vez de desayunar, que nadie se quede con las ganas de hincar el diente a su hamburguesa de «black angus», de pollo con queso o de mechada con queso, acompañada de chips vegetales. Y los sándwiches, desde los más clásicos como el mixto o el vegetal y siempre le quedará preguntar por las elaboraciones más variadas que las que dispongan.

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