Tasca La Marillanos: bienvenidos al paraíso del vermut

Sentarse en la vermutería Marillanos es lo mismo que estar en el epicentro del mundo del vermut, de toda su historia, de su razón de ser y de la cultura y la tradición que envuelven a esta bebida. Sin complejos de ningún tipo, porque la costumbre asociativa nos lleva directamente a muchas zonas de la península y no reparamos en valorar lo que tenemos aquí, en el centro de la capital grancanaria: un auténtico oasis para los amantes de esta bebida y para todo aquel que quiera iniciarse, eso sí, entrando por la puerta grande.

Tal y como nos cuenta José Miguel Sánchez, alma de Marillanos y experto superlativo en la materia, el vermut es un trago corto que ha de tomarse de manera relajada y con los compañeros de bocado adecuados. No todo vale para apreciar cada sorbo.

Su obsesión por la cultura del vermut, por su elaboración y por su correcto servicio es la razón de ser de esta tasca, desde su barra, con irresistibles encurtidos y conservas que llegan a Marillanos y a ningún otro lugar en todo el archipiélago. Solo tendrá que probar una de sus gildas maceradas en vermut para no despegarse del expositor el resto del día.

Y, como pasa con casi todas las pasiones, para José Miguel crecer y probar son dos acciones que no cesan y esto le ha llevado a ofrecer 98 referencias de vermut diferentes que engloban 115 tipos de vermuts. De grifo, de botella, de sifón e incluso de garrafa. Y la más especial, la nueva «niña bonita» del local: vermut Picofino de grifo. El único grifo de esta referencia que existe en toda España, creado por y para Tasca Marillanos y con toda sus exquisitas peculiaridades porque, para empezar a hablar este es un vermut que se «encabeza» con ginebra y no con alcohol.

Apreciar el expositor tras la barra lleva un buen rato, referencias como Zarro, incluso en grifo o Yzaguirre han llevado a que esta tasca esté referenciada en la Guía Peñín, porque a referencias y marcas, no le gana nadie en muchos kilómetros a la redonda, aunque a José Miguel le cueste presumirlo.

Y ahí no queda la cosa, la decoración de este local se creó a tal efecto, el servicio conoce lo que se tiene entre manos y la carta acompaña, sin estridencias, aportando, sumando y hasta multiplicando cada sorbito del vermut. No se vaya sin probar un vermut de grifo con un marinero o una marinera, porque en Marillanos cada trago le sabrá nuevo o como José Miguel nos cuenta «cada bocado que elaboramos entona el vermut».

El local se llena a diario y es que no existe un terreno mejor que éste para disfrutar de un buen aperitivo con todo el rigor que merece. Aquí, a pesar de que son conscientes de que el vermut está de moda desde que «lo vintage» se convirtió en tendencia, ellos prometen permanecer más allá de imposiciones o caducidades. Y tanto es así que, hasta puede llevárselo a un evento privado. Hoy es una realidad contratar sus servicios de catering Marillanos y agasajar a sus invitados con los mejores vermuts que existen.

Porque este es un local que cuenta la historia que encierra cada botella y cada grifo. Que traslada toda una cultura en cada vaso y que acompaña, como en ningún en otro lugar, un plan gastronómico que en Tasca Marillanos se convierte en todo un acontecimiento. Único, delicioso y extraordinario.

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