

Secciones
Servicios
Destacamos
¿Te has detenido a pensar en los alimentos más nutritivos que quizás no estás comiendo? Te sorprenderá saber que en tu dieta podrían faltar los auténticos súper alimentos del reino animal. No hablamos de las típicas frutas o verduras de moda, sino de algo que muchos han dejado atrás: las vísceras. ¿Te atreves a descubrir por qué los hígados, corazones y riñones de los animales son considerados tesoros de la nutrición?.
Las vísceras, que incluyen hígado, corazón, riñones y otros órganos, son una fuente riquísima de proteínas de alta calidad,vitaminas B (incluida la vitamina B12), minerales como hierro, zinc y cobre, y grasas saludables. Estas no solo son esenciales para tu salud, sino que algunas, como la vitamina A natural, son difíciles de encontrar en otros alimentos. De hecho, el hígado es la fuente más rica de vitamina A preformada, que es crucial para mantener una buena visión, una piel saludable y un sistema inmunológico fuerte.
Pero no solo es la vitamina A lo que hace al hígado una joya. También es una de las mejores fuentes de colina, un nutriente vital para el cerebro y la función nerviosa, y es conocido por sus propiedades que mejoran el rendimiento físico. Los atletas, por ejemplo, suelen recurrir a este órgano por sus efectos energizantes.
Ten en cuenta algo muy importante, si esas vísceras eran de animales que consumían pasto, que estaban libres, les daba el sol, son fuentes de vitamina D y de grasas omega 3, que además están altamente concentradas en sus vísceras.
A pesar de sus impresionantes beneficios, las vísceras han sido víctimas de mitos y desinformación. Muchos temen que su consumo pueda ser peligroso debido a su papel en la «filtración» de toxinas. Sin embargo, los estudios han demostrado que el hígado y otros órganos no contienen más toxinas que cualquier otro músculo del animal. La clave aquí es la calidad: los órganos de animales alimentados con pastura (y no con granos ni antibióticos) son mucho más saludables.
Y no, las vísceras no causan gota, como muchos creen. La gota está relacionada con el consumo excesivo de azúcar y carbohidratos refinados, no con las proteínas animales. De hecho, el consumo de vísceras de animales de pasto, pueden protegerte contra esta condición, ya que los nutrientes que contienen ayudan a regular el ácido úrico en el cuerpo.
El Dr. Price también documentó cómo las culturas tradicionales usaban los órganos de los animales no solo como alimento, sino también como medicina. Se creía que comer el órgano de un animal saludable beneficiaba directamente el órgano correspondiente en el cuerpo humano. Por ejemplo, consumir el corazón de un animal sano se pensaba que podía fortalecer el corazón humano. Aunque esta práctica pueda sonar extraña para muchos hoy en día, la ciencia moderna está comenzando a respaldar la idea de que los nutrientes específicos de cada órgano pueden tener un impacto directo en la salud humana.
Si te animas a probarlas, es importante saber que las vísceras no tienen que ser comidas de forma monótona o aburrida. Hay múltiples formas de incorporarlas a tu dieta de forma deliciosa, sencilla y muy saludable.
Recetas que incluyen hígado, riñones o corazón son mucho más comunes de lo que podrías pensar, especialmente en dietas tradicionales como la paleo o la de la 'comida de la cabeza a la cola' (nose-to-tail eating). Con el enfoque adecuado, las vísceras pueden ser una deliciosa adición a tu repertorio culinario y muy saludables.
A mi me gustan compensarles el sabor con toques ácidos que además les aporten al coctel nutricional la vitamina c y ya es un planto nutricionalmente muy completo. Te voy a dar una receta sencilla, muy rica y súper nutritiva.
Ingredientes:
• 500 g de hígado de res (cortado en filetes finos)
• Aceite de oliva (para marinar)
• Sal y pimienta negra al gusto
• 1 diente de ajo picado
• 1 cucharadita de romero fresco picado
• 1 cucharadita de tomillo fresco picado
• 1 cucharada de perejil fresco picado
• Zumo de 1 limón (para un toque fresco)
• Cáscara de limón rallada (opcional, para decorar)
• Unas gotas de vinagre de manzana (para darle un toque ácido)
• Aceite de oliva extra virgen (para la salsa)
Marina el hígado:
En un tazón, mezcla un poco de aceite de oliva, sal, pimienta negra, ajo picado, romero y tomillo. Sumerge los filetes de hígado en esta mezcla y deja marinar por unos 60 minutos en la nevera. Esto ayudará a suavizar el sabor y darle más aroma.
Prepara la salsa de hierbas:
En un tazón pequeño, mezcla el perejil fresco picado, el zumo de limón, la ralladura de limón (si decides usarla) y unas gotas de vinagre balsámico.
Añade un toque de aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta al gusto. Revuelve bien y resérvalo.
Cocina el hígado:
Precalienta una parrilla o sartén a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente, coloca los filetes de hígado y cocina por 2-3 minutos por cada lado, asegurándote de que queden dorados por fuera pero ligeramente rosados por dentro.
Si prefieres un hígado más cocido, puedes dejarlo un poco más de tiempo, pero recuerda que el hígado se seca rápidamente si se cocina en exceso.
Monta el plato:
Coloca los filetes de hígado en un plato y rocía con la salsa de hierbas y limón.
Agrega algunas hojas de perejil fresco y si te gusta, un toque de cáscara de limón rallada para darle frescura.
Así que, olvida los mitos: lo que tu abuela sabía, ¡es lo que tu cuerpo necesita!.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a CANARIAS7!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en CANARIAS7.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.