

Secciones
Servicios
Destacamos
En el bar Imperial II (calle Eusebio Navarro, 27) solo pasan grandes cosas. Y eso es producto de su sabrosa cocina de corte clásico y especializada en asados, donde las costillas, el cordero, el codillo asado o el cochinillo segoviano hacen las delicias de los comensales, que llenan a diario este bar gastronómico, sin duda de los mejores de la isla.
Porque el Imperial no deja de ser un bar de toda la vida, con su barra para los que allí deseen comer, sus pocas mesas -siempre reservadas-, sus trofeos y decoración futbolera, del Atlético de Madrid en este caso, y esa esencia a local de buen comer con platos tradicionales perfectamente elaborados. Seis variedades de huevos rotos -apasionante los de chorizo del Bierzo picante-, cuatro variedades de hermosas y contundentes ensaladas, una célebre ensaladilla «española» con millo tostado y anchoas, la generosa variedad de carnes, una bien seleccionada oferta de pescados, los fuera de carta, siempre recomendables, los montaditos, la cuidada selección de vinos...
Estamos, por tanto, ante un bar de mucho nivel que sigue queriendo ser un bar, pudiendo ser un restaurante con todas las de la ley. Precios contenidos ante una calidad irrenunciable y eficaz servicio ante una clientela que no tiene dudas. Por eso en el Imperial hay que reservar o ir temprano y buscar un hueco en la barra, como hizo el que escribe.
Y fui a conocer, saborear y disfrutar de uno de los más célebres bocados que habitan en esta sagrada casa: el bocadillo de costillas, ese del que tanto se habla y que tanto se consume. Y ese bocadillo, estimado lector, hay que comerlo en la barra, como corresponde. «Solo costilla», respondió la amable camarera a la pregunta si le ponían algún tipo de salsa, queso, vegetal o algún otro acompañante.
Claro que solo que costillas, y menos mal. Jugosa y sabrosa, perfectamente asada, ese bocadillo no necesita nada más. Decididamente sencillo, sin trampa ni cartón, es fácil entender su éxito. Primero, porque no es habitual comerse un bocadillo de costillas asadas. Segundo, porque esas costillas están espectaculares. Y tercero, y no menos importante, porque cuesta tres euros. Bueno, -muy bueno-, bonito -y apetecible- y barato. Lo tiene todo, y no le hace falta nada.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a CANARIAS7!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en CANARIAS7.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.