Dónde saborear Gran Canaria, según el director territorial de CaixaBank en Canarias, Manuel Afonso

Toda su formación la recibió en Gran Canaria, donde se licenció por la ULPGC como primera promoción en ADE y, nada más terminar comenzó a subir el primer escalón de una carrera profesional absolutamente consolidada porque Manuel siempre ha estado vinculado a lo que antes era La Caixa, hoy CaixaBank.

Una carrera que, a pesar de la estabilidad, la inquietud por conocer CaixaBank y Fundación Caixa siempre han estado presentes. Dos etapas, en diferentes momentos, le llevaron a pasar un tiempo lejos de Gran Canaria.

La primera de ellas en la isla de Tenerife de la que guarda un recuerdo feliz y entrañable y donde a nivel profesional consolidó relaciones que sabe que mantendrá para siempre y, la segunda en Madrid, oportunidad que le valió para configurar el mapa global de CaixaBank y Fundación Caixa, sin duda, la más enriquecedora porque además pudo vivir en primera persona todo lo que supone, a nivel profesional, coordinar, organizar, establecer cambios y directrices para que todo salga bien y eso, nos apunta, «es como recibir una clase máster diaria».

Regresó a su Gran Canaria natal en enero del pasado año y, después de tantos años toca preguntarle qué es lo que más le gusta y lo que menos, y Manuel no duda en responder: «el hecho de poder ayudar a las personas a que desarrollen sus sueños, sus inquietudes, sus necesidades o sus ilusiones es lo más bonito de nuestro trabajo». Ser palanca cuando los demás lo necesitan o ser la rueda que arranque un proyecto o un negocio es fundamental en el día a día de este banco y de todo el equipo y, sin duda, la mejor recompensa al trabajo que se realiza.

Por otro lado, además, nos apunta que tan importante, sino más que lo anterior, es la labor de Fundación Caixa y cuando lo dice, la emoción se hace presente en la entrevista. Como buen economista nos da datos que avalan la función de tan importante institución, porque, solo en Canarias, Fundación Caixa ayudó a 203.000 personas en diferentes situaciones de precariedad y eso, como apunta Manuel, en una población de 2 millones de habitantes, da como resultado el haber ayudado a un 10% de la población canaria en situación de riesgo. Por todo ello, se siente orgulloso y conmovido del trabajo que desarrollan cada día, porque «un impacto así de bonito es extraordinario».

La parte mala, que también existe, se lleva en una maleta en la que pesa el no poder dar soluciones a la altura de los clientes, por los motivos que sean, pero como parte del ADN de CaixaBank, jamás sesgan en el empeño en encontrar salidas.

Su asignatura pendiente, nos confiesa, es la conciliación familiar, eso sí, cuando logra pasar tiempo con los suyos, las pilas las recarga al máximo porque hay que sobrellevar el hecho de echarlos de menos a diario y cuando le preguntamos por su ruta gastronómica favorita nos lleva por esos lugares donde le gusta presumir de la isla que lo vio nacer.

Desayuna en casa, a ser posible con los suyos, pero, a pesar de ello, no dice que no a un delicioso café de especialidad que preparan de manera extraordinaria en el emblemático local de Café Sol, muy cerca de la sede de CaixaBank.

Si queda, normalmente por trabajo para desayunar algo, lo podremos encontrar en Pecado Ibérico, un local ideal y con un jamón muy bueno.

En Café Regina lo veremos cada vez que excepcionalmente desayuna fuera de casa, porque sabe que son acierto seguro y todo lo que eleboran es de muy buena calidad, aparte de estar muy rico.

Y jamás perdona, junto con su familia, una parada en Yazmina para disfrutar del mejor bocadillo de pata. Y siempre con sus tres hijos.

Diferencia los que disfruta por trabajo y los que saborea con su familia.

En el primer caso, podremos encontrarle en el restaurante Ribera del Río Miño, por su producto y por el excelente servicio.

Casi por lo mismo, El Churrasco. Ambos lugares infalibles donde sabe que nada puede salir mal.

Si toca poner rumbo al norte, Casa Brito, un restaurante absolutamente extraordinario.

Y completa esta parte de su lista en Majuga porque todo está muy bueno y, acudas por lo que acudas, siempre es un acierto.

Para los almuerzos que puede disfrutar en familia, le encanta ir con sus hijos y su mujer a la Taberna El Buen Camino, un lugar imprescindible para ellos.

Otro de los lugares infalibles donde disfrutar de los suyos, Madre del Amor Hermoso, donde consiguen estar juntos y no perderse detalle de sus vistas favoritas: la playa de Las Canteras.

Cuando toca presumir de Gran Canaria, sobre con los que vienen de fuera, Manuel pone el rumbo a La Marinera porque no hay lugar mejor para acercarlos a nuestra gastronomía y al océano que nos rodea.

Intenta, en la medida de lo posible, que siempre sean familiares y de ocio, pero, si toca trabajo sabe que en Deliciosa Marta siempre será capaz de sorprender a sus compañeros de mesa, porque en este restaurante dejan de manifiesto, siempre, un excelente trabajo.

De resto, dos lugares en el sur a los que acude cada vez que puede: El Senador para cenar con su mujer, sencillamente fabuloso y El Churrasco en Meloneras, donde disfrutar con los suyos de una velada magnífica.

No es de salir de copas, pero cuando lo hace es un espacio que comparte siempre son sus amigos de toda la vida y, una vez más, el mapa que marca el rumbo es la costa canaria y el mar que la rodea.

Así podremos encontrarle en Rooftop & Terrace Aloe en Las Canteras, por sus vistas y donde tomar algo rico y bien preparado mientras charla con los suyos.

La terraza Lumm porque el lugar es precioso, las vistas sobre la bahía también aportan y porque se puede disfrutar de una copa y de una buena conversación a la vez.

Y como cierre de lista y por las fechas en las que nos encontramos, no renuncia a un paseo con su mujer por Vegueta, bien para tomar algo o bien para dar un paseo con sus perros, dos nuevos miembros de la familia que nos confiesa que le han robado el corazón. L

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