Actualizado: 10:36 | Escrutinio: 100%
Partidos | Escaños | Dif.2017 | % voto | 2017 | Nº Votos | Dif. 2017 |
2021 | 2017 | votos 2021 | votos 2017 | |
Abstención | 49,63% | 21,59% | 278.921 | 122.275 |
Participación | 50,37% | 78,41% | 283.119 | 444.068 |
Votos en blanco | 0,84% | 0,47% | 2.377 | 2.094 |
Votos nulos | 2,08% | 0,52% | 5.891 | 2.302 |
Es junto al área metropolitana de Barcelona la zona donde con menos fuerza ha arraigado el independentismo. Los resultados de las elecciones catalanas en Tarragona apuntan a un empate técnico entre el secesionismo y el bloque constitucionalista, como ya ocurrió en los comicios de 2017. En esta provincia, que aporta 18 diputados al Parlament, el partido más votado hace cuatro años fue Ciudadanos, con Esquerra en segunda posición. El PSC de Salvador Illa espera ahora sacar tajada de la crisis de la formación de Inés Arrimadas para recuperar un territorio en el que en el pasado obtuvo magníficos resultados en las elecciones catalanas.
Cataluña pasa por ser la única comunidad autónoma que no tiene ley electoral propia, por lo que se guía según lo dispuesto por la Ley de Régimen Electoral del estado de 1985. Esto conlleva que las zonas menos pobladas estén sobre dimensionadas en el Parlament al contar con más diputados de los que les corresponderían con un sistema electoral más proporcional. Los principales beneficiarios son los partidos independentistas, que como bloque han mantenido la mayoría absoluta en las últimas citas con las urnas gracias a su amplio apoyo en las provincias de Girona o Lleida. En Barcelona, la provincia más poblada, es donde más fuerte son las fuerzas constitucionalistas. Su problema es que mientras en esta provincia un escaño cuesta 48.000 votos, en Lleida esa cifra cae hasta los 21.000 sufragios. Es una ventaja a la que los independentistas no están dispuestos a renunciar, de ahí que no se vislumbre una reforma de la ley electoral para el futuro.