De hoyo en hoyo, el reino del golfista

No hay duda. Escocia es la cuna del golf, Estados Unidos, la meca, y Canarias es el paraíso del golfistas. Campos diferentes difíciles, a veces traicioneros en esa caída del green que prepara el jardinero especializado cada mañana. El último día fácil fue ayer. En unos momentos en los que medio mundo aún vive rumiando los efectos contagiosos de la pandemia y los desplazamientos entre países y regiones permanecen restringidos, las Islas Canarias se han convertido en el auténtico paraíso del golfista.

Pero no solo hay tradición detrás de la oferta de golf. Se ha desarrollado una moderna infraestructura alrededor de este deporte, como explicaba en este periódico Marcos Pérez, con servicios adecuados a las necesidades del jugador, en campos adaptados a todo tipo de golfistas, en un radio inferior a los 50 kilómetros, valorando los cortos desplazamientos para jugar en diferentes entornos y campos desarrollados de forma exhaustiva por los mejores diseñadores internacionales.

Por estas razones, Gran Canaria ha sido durante los últimos años sede de multitud de torneos y continúa creciendo en relevancia como destino de golf europeo. Porque además, cuando llega el momento de guardar los palos, Gran Canaria continúa brindando unas estupendas vacaciones.

En Canarias, el sello distintivo de la calidad es un objetivo irrenunciable. Los establecimientos hoteleros a lo largo de los diferentes municipios, 88, de las Islas Canarias siempre tratan de ofrecer unos servicios de primer nivel, como ocurre con la cadena Radisson Blu, uno de cuyos complejos aparece en la imagen.