«El alemán contuvo el gasto por la guerra en Ucrania, pero ha vuelto a la normalidad»

El Cabildo de Gran Canaria participa desde este martes en la feria ITB de Berlín, que regresa al escenario turístico tras varios años de ausencia por el Coronavirus. Carlos Álamo, consejero de Turismo, explica las claves de un mercado, el principal de la industria turística de Gran Canaria, tras los años de pandemia y un último ejercicio marcado por la contención del gasto y una caída en las reservas como consecuencia de la crisis energética y financiera del país bávaro.

-¿Cómo se presenta la cita de la ITB de Berlín de cara a la recuperación del sector?

-Es una cita de gran importancia estratégica, al ser uno de los encuentros más relevantes del sector en Europa y a nivel internacional. Además, es el principal mercado, históricamente, de Gran Canaria. También es clave al estar tardando algo más que el resto en recuperarse. Es un cliente que ha cambiado sus hábitos y costumbres turísticas para moderar el gasto en respuesta a la inestabilidad financiera, energética y social que sufre el país como consecuencia de la invasión de Ucrania y su dependencia del gas y el petróleo de Rusia. Esta contención en el gasto lastró las cifras de llegada de clientes a nuestro destino durante el 2022, con especial incidencia en el primer trimestre. Después ha ido mejorando y ya los datos de final de año y enero son buenos, acordes a lo que teníamos en el pasado. Por lo tanto, nuestro objetivo es volver a ganarnos a este cliente y fidelizarlo nuevamente. Con todo, los datos de facturación no han sido malos teniendo en cuenta que hemos podido compensar una caída del 29,7% con el aumento de otros mercados como el italiano, el francés y el holandés y una mejora significativa en el producto turístico y en la facturación global. Todo esto nos hizo cerrar el ejercicio de 2022 con mayores ingresos que en el 2019 y por lo tanto entendemos que la recuperación ha sido más rápida de lo esperado por todos.

-¿Cómo explica esta caída en el número de visitantes alemanes respecto a la dinámica anterior al Covid?

-Bueno, antes debo señalar que Gran Canaria recibió entre enero y diciembre de 2022 un total de 720.959 clientes bávaros, siendo el destino preferido de los alemanes en Canarias, con un gasto turístico de 610 millones de euros, aproximadamente. Es una cifra que en absoluto es mala y que hemos compensando con nuevos clientes. Pero hay que entender lo que ha sucedido en Alemania en los últimos años y tener en cuenta que este país tiene una gran dependencia de Rusia en materia energética y el estallido de la guerra en Ucrania ha puesto a su economía y al país completamente en jaque. La gente ha vivido con temor durante meses por las consecuencias y la cercanía de la amenaza bélica, por el gasto y porque tenían serias dudas de si serían capaces de pagar la factura del gas y la electricidad durante el invierno. También hubo un miedo real a una posible llegada de la guerra al territorio alemán. Muchos nos cuentan que tenían su plan de evacuación cerrado. Todas estas amenazas han estado presentes en la sociedad alemana y derivó en una llamada masiva, que se hizo desde el Gobierno nacional, a la contención del gasto y al ahorro. Había serias dudas sobre cómo iban a desarrollarse los meses de invierno, por lo que se realizó, desde el mes de marzo, una llamada masiva al ahorro. Ésta, que es una cualidad ya de por si intrínseca del alemán, se multiplicó, añadiendo el miedo a que los precios se desbocaran por la inflación generada.

-¿Por qué no ha sucedido esto en otros mercados?

-Bueno, cada mercado, cada pueblo o cliente se comporta de manera distinta y, según recogimos en encuestas en el Reino Unido, el británico por ejemplo no estaba dispuesto a prescindir de su semana de sol y vacaciones y sí estaba dispuesto a recortar en otros gastos. El alemán encaró esta situación con una respuesta distinta, de ahorro y de contención. Lo mismo ha ocurrido con los nórdicos que también tienen la amenaza de la cercanía con el conflicto bélico. Con todo, hemos vivido un 2022 muy positivo para un sector que ha demostrado una recuperación bastante rápida. Cerramos el año cerca de las cifras de 2019 y con mayor facturación y es algo que debemos celebrar, teniendo en cuenta que ha sido un ejercicio con mucha incertidumbre internacional.

-¿En qué momento se encuentra ahora este mercado y el nivel de visitantes?

-Ahora estamos en un periodo de estabilización y cierta relajación, que comenzó a partir del último tramo de 2022. La gente ha visto que el invierno ha trascurrido sin grandes problemas y las reservas de gas no han caído por debajo del 90%, cuando en marzo se anunciaba un frenazo completo de la economía a todos los niveles. La inflación ha sido contenida y las previsiones económicas para 2023 son bastante buenas, con un crecimiento mínimo, pero en positivo, del PIB alemán, gracias, según apuntan nuestros técnicos y expertos, con un mercado laboral muy robusto, sin cambios en el desempleo (que ronda el 5.4%). Todo esto está haciendo que cunda el optimismo entre la población alemana y ya estamos viendo una mejoría notable en las reservas desde el mes de diciembre, enero y febrero. Hay un gasto mayor en la compra de viajes y esto va a beneficiar al destino turístico de Gran Canaria. El verano se espera que sea de bastante estabilidad. Hay una gran demanda de viajes en Alemania en este momento, por lo que confiamos en llegar a esos 800.000 o 900.000 que era la cifra normal antes de la pandemia y creemos que es una cantidad asumible por la isla.

¿Por donde pasan las claves de este 2023?

-En lo numérico, como le digo, nuestra realidad y nuestro objetivo está en una cifra anual situada entre los 800.000 y 900.000 clientes. Pero nuestra estrategia en los últimos años ha consistido en una apuesta por la diversificación de mercados y una mejora del notable producto y la oferta turística, con el interés prioritario de lograr un aumento en la facturación y, además, que el dinero que genere el sector llegue a todos los municipios, porque todos tienen grandes virtudes y atractivos que ofrecer y lo están haciendo. Pero tenemos que tener claro que la viabilidad de nuestro destino pasa por las claves del Turismo Sostenible, porque somos islas privilegiadas en media del Atlántico, con un producto natural que es único en el mundo. Desde mi punto de vista, tenemos que apostar, tanto desde la administración como desde el sector privado, por el Turismo Sostenible, porque es lo que hoy en día exige el cliente, especialmente entre los clientes jóvenes que han sido educados bajo estos principios, y, como le digo, son fortalezas de nuestro destino.

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