La siderurgia española valora positivamente el plan europeo para el acero, pero reclama la reducción de los costes energéticos

Desde la asociación que integra a 46 empresas, que emplean directa e indirectamente a unas 60.000 personas en el país, destacan del plan la necesidad de revisar el marco comercial mediante la implementación de un sistema que minimice los efectos de la sobrecapacidad del acero global en el mercado europeo. Asimismo, UNESID subraya que «se debe fortalecer la defensa comercial, reforzando los instrumentos contra prácticas desleales como el dumping y las subvenciones extranjeras».

Aun así, a pesar de que el plan reconozca la urgencia de abordar los costes energéticos que afectan a la industria del acero, Hermoso ha querido insistir en la necesidad de aplicar medidas inmediatas para garantizar precios energéticos competitivos que permitan a las acerías españolas y europeas seguir operando sin desventaja frente a sus competidores internacionales. «El coste de la energía es el elefante de la habitación», dice, y cree que «si no se toman medidas efectivas para reducirlo, todo lo demás perderá efectividad».

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En este sentido, la patronal española ya advirtió en enero de que producir acero en España es «el doble de caro» que en otros países europeos como Francia y Alemania. Además, los aranceles estadounidenses llegan en un momento difícil para el sector, amenazado por la fuerte competencia de China, cuyo acero 'low cost' se fabrica bajo estándares muy diferentes al que se produce en Europa, lo cual pone en riesgo a muchas empresas del sector. En estos momentos, el sector factura en su conjunto unos 15.000 millones de euros.

Según la UNESID, el Plan de la Comisión pone énfasis en la inversión en tecnologías de reducción de emisiones y al fomento de mercados para productos bajos en carbono. Se trata de un enfoque que la patronal considera «positivo», pero al mismo tiempo, reclaman un acceso realista y ágil a financiación para la transición verde. «Si Europa quiere acero verde, debe proporcionar los incentivos adecuados para que las inversiones en descarbonización sean viables», ha subrayado Hermoso.

En la hoja de ruta del plan también figura la creación de un sistema de etiquetado voluntario de la huella de carbono para productos de acero y aluminio. Para la patronal es «esencial» que este mecanismo se desarrolle con la participación de la industria para garantizar que refleje adecuadamente los esfuerzos en sostenibilidad del sector. Al mismo tiempo, y a pesar de los avances que supone el plan, UNESID insiste en que la rapidez con la que se ejecute determinará su éxito o fracaso.