La UE retrasa dos semanas los aranceles de represalia a EE UU

Por el momento, Bruselas ha retrasado la aplicación de sus primeras medidas, que incluían aranceles al bourbon, embarcaciones, motocicletas Harley Davidson y a los vaqueros Levi's, y pretende aplicarlas juntoa un segundo paquete de aranceles, que castigarán especialmente a los estados republicanos. «Este nuevo plazo permite a la Comisión consultar a los Estados miembros sobre ambas listas y da tiempo adicional para negociar con el Gobierno estadounidense», ha señalado un portavoz de la institución comunitaria.

Que la guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea no beneficia a nadie es de sobra conocido, pero este jueves, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha puesto cifras al impacto de los aranceles impuestos por Donald Trump. Según las estimaciones del Eurobanco, «los aranceles del 25% frenarán la economía de la Eurozona en 0,3 puntos porcentuales este año». Además, ha alertado que el «ojo por ojo» con Washington -con las contramedidas anunciadas la semana pasada por la Comisión Europea- podrían lastrar aún más la economía de los países del euro y reducir su crecimiento en 0,5 puntos porcentuales.

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Los aranceles del 25% al aluminio y el acero importado desde la UE a EE UU entraron en vigor el 12 de marzo y la semana pasada, Bruselas anunció «contramedidas» por valor de 26.000 millones de euros, un impacto similar al que tendrán las tarifas estadounidenses. «El cambio en la Administración estadounidense ha traído un alto nivel de incertidumbre en el futuro de la política comercial» , ha destacado Lagarde. En un mundo interconectado, «el aumento de las fricciones comerciales va en detrimento del crecimiento global y del bienestar».

La Eurozona, además, está especialmente expuesta a cualquier cambio en EE UU, por su gran integración en las cadenas de suministro. Además de los aranceles al aluminio y el acero, Washington impondrá aranceles del 25% a partir del 2 de abril a los vehículos europeos y ha amenazado con tarifas recíprocas, gravámenes a los productos agrícolas y aranceles del 200% al vino y el alcohol. Pero Lagarde ha advertido de que el «ojo por ojo» en este tipo de políticas afectará «aún más» al libre comercio.

En cifras, el BCE calcula que las tarifas del 25% reducirán el crecimiento de la Eurozona en 0,3 puntos porcentuales durante el primer año y que una respuesta europea -con el aumento de aranceles a las importaciones estadounidenses- aumentarán el impacto hasta los 0,5 puntos porcentuales. «La mayor parte del impacto se concentrará en el primer año de la subida de las tarifas y se irá reduciendo con el tiempo, aunque dejará un efecto negativo persistente», apunta la francesa.

En ese escenario, la evolución de la inflación será «aún más incierta». A corto plazo, se espera que la inflación crezca cerca de medio punto porcentual, mientras que el efecto de los aranceles se suavizará a medio plazo, debido a que la menor actividad económica moderará las presiones inflacionistas. 

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Para Lagarde la respuesta al cambio en las políticas comerciales de EE UU debería ser «más integración» por parte de las dos potencias, incluyendo acuerdos de libre comercio que lleven «a la prosperidad económica». Es más, los análisis del BCE apuntan que reforzar las relaciones con el resto del mundo «podría servir para más que cubrir las pérdidas de aranceles unilaterales». Es por eso, insiste Lagarde, que es importante que la UE esté abierta al comercio y finalice cuanto antes los acuerdos con otros socios internacionales.