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La industria canaria del queso ha optado por dar la espalda a los más de 2.000 ganaderos que trabajan en las islas y condenarlos a su desaparición.
Pese al compromiso que adquirieron las queserías hace casi un mes de subir el precio de compra de la leche hasta los 0,60 céntimos y cubrir un coste de producción que se ha disparado por el encarecimiento de los forrajes y los costes energéticos, la situación sigue igual.
O peor porque los costes han seguido subiendo y los 0,60 céntimos que pedían los ganaderos para la leche de vaca y 0,80 para la de cabra, se han quedado ya cortos para cubrir los gastos. Hoy se está pagando a 0,49-0,50 céntimos la de vaca y 0,72 la de cabra.
El problema, que se da en todo el archipiélago, como indicó ayer el secretario general de Asaga, Theo Hernando, llevó ayer a un treintena de ganaderos a manifestarse a las puertas de Quesos Valsequillo.
Esta industria tiene una posición dominante, ya que compra algo más del 50% de las 110.000 litros de leche de vaca que se producen cada día en la isla.
Además de marcar el precio a los ganaderos, el resto de las queserías de la isla siguen sus pasos, de ahí que el problema de los precios de la leche se focalizan en esta empresa.
Su justificación es que no puede subir el precio del queso en el mercado porque perdería clientes y que ha de ser la administración la que asuma los sobrecostes de los ganaderos, según apunta este colectivo.
Los ganaderos entienden que, si Valsequillo paga lo que tiene que pagar el resto de industrias harán lo mismo y fin del problema.
«Quizás lo que deberíamos hacer es dejar de entregarle leche uno o dos días para que tenga que parar la producción de queso y entonces asumiera el problema», indicaba ayer a las puertas de la empresa uno de los ganaderos que vende a esta industria. Pero, aquí se desata otro temor, que se importe la leche de fuera y se sustituya la canaria.
Para otro ganadero, quizás «este sea el objetivo»: acabar con las pequeñas explotaciones de leche de las islas en un proceso que ya ha tenido lugar en la península, donde solo han sobrevivido aquellas explotaciones de más de 100 cabezas de ganado.
«Esto es muy decepcionante. El ganadero es un sector que no está unido y que tiene que conformarse con lo que le paga el que compra su producto, sin poder fijar precios y perdiendo dinero cada día», apunta otro.
Mario Mas Rodríguez, que es un pequeño ganadero de La Aldea, con 40 cabezas de ganado, recordaba ayer cómo Quesos Valsequillo decidía en marzo del 2020, tras estallar la pandemia, y de forma unilateral bajar cuatro céntimos lo que pagaba por el litro de leche.
De 0,44 pasó de forma repentina a 0,40 céntimos el litro de leche. «Ese era nuestra margen de ganancia. A partir de ahí fue cuando empezaron nuestros problemas. Desde entonces no hemos podido levantar cabeza», indica.
El año de la covid, los ganaderos recibieron ayudas que les compensaron las perdidas y «pudieron escapar» pero en 2021, al igual que este 2022, están produciendo sin cubrir gastos y anticipan que será el final de muchas de las casi 3.000 explotaciones de bovino, caprino y ovino que hay en el archipiélago, según los datos de Asaja.
«Una vaca come al día 16 kilos de pienso. La ración antes de esta fuerte subida de los forrajes y los piensos salía a 5,5 euros; ahora está en 12. La alfalfa ha subido en unas semanas de 3,40 euros la tonelada a 4,05. No podemos seguir soportando esta situación», indica Mario Mas Rodríguez.
Este ganadero, al igual que muchos otros, se quejan de que, pese a que se han anunciado muchas ayudas públicas, estas no acaban de llegar.
«El Gobierno central destino 139 millones al sector en toda España y aunque ya está resuelta y publicada aún no han ingresado», indica Mas, que asegura que sería una ayuda «muy positiva» porque cubriría un mes de alimentación del ganado.
En cuanto al Cabildo de Gran Canaria, señala que también se anunciaron ayudas pero no hay resolución. «Se está hablando de que llegará en septiembre. Para entonces será tarde», dice.
«La viceconsejería planteó también una o dos más pero por ahora no hay ni orden ni nada. También están las ayudas del Posei, que las esperamos para junio pero que están pendientes aunque las queserías ya han cobrado lo que les corresponde», afirma.
El presidente de la Cooperativa de Ganaderos de Gran Canaria, Nicolás Pérez, advirtió ayer, tras concluir la movilización ante Quesos Valsequillo, que si no se busca solución al problema del colectivo, que está produciendo leche a pérdidas, el «siguiente paso» será una manifestación ante Presidencia del Gobierno y de todos los lecheros de Canarias. Desde Asaga, su secretario general, Theo Hernando, asegura que el problema es «grave» para toda la cabaña ganadera de las islas. Recuerda que además de un precio justo de la leche el sector tiene otro problema: el REA. Actualmente, la ayuda para la compra del forraje y los piensos de los animales está en 92 euros la tonelada y el objetivo es llegar a los 110 euros. «Necesitamos elevar esta ayuda», manifiesta.
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