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Denuncian que la tasa, de hasta un 15%, se aplica en muchos artículos aunque no haya producción en las islas. Papas y cebollas sufren esta tasa pese a no producirse lo suficiente. El Gobierno lo rechaza y sigue culpando a los distribuidoresEl presidente de la Asociación de Empresarios de Mercalaspalmas (Asemerca), Juan Armando Rodríguez, y el presidente de la Asociación de Importadores de Papas de Gran Canaria (Adipa), Juan Luis Pulido, criticaron este miércoles en rueda de prensa la gran repercusión del Arbitrio sobre las Importaciones y Entrega de Mercancías en Canarias (Aiem) en el precio de productos básicos de la cesta de la compra en las Islas.
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Además, los dos abogaron porque el Aiem «desaparezca de inmediato», aunque no se mostraron muy esperanzados en este sentido.
En todo caso, tanto Rodríguez como Pulido explicaron que es vital que la ciudadanía sepa que esta tasa adicional es la que está condicionando el precio de la cesta de la compra en Canarias, un 15% más cara por este arbitrio con respecto a Península.
Como recordaron los representantes empresariales, el Arbitrio sobre las Importaciones y Entrega de Mercancías en Canarias comenzó a aplicarse en 2002 con el fin de proteger los productos locales.
Pero se da la paradoja de que la cosecha de papas o cebollas del país (Canarias) solo alcanza para unos pocos meses del año, El resto hay que traerlo de fuera, y el Aiem se aplica exista o no exista producción local.
Por tanto, indicó el presidente de la Asociación de Importadores de Papas de Gran Canaria (Adipa), Juan Luis Pulido, el Aiem ahora lo único que está haciendo es encarecer productos básicos.
Como ejemplo puso las papas y cebollas, que se gravan un 15%; y las zanahorias, un 5%.
Á ello hay que añadir el coste del transporte, la entrada y descarga en puertos.
Así, según las cuentas de Pulido, el sobrecoste en Canarias de un kilo de papas es de 40 céntimos.
Y ello teniendo en cuenta que solo hay producción de papa canaria unos meses, como sucede con las cebollas o muchísimos otros alimentos básicos.
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«En Canarias se consumen 150 millones de kilos de papas al año. Pero sólo producimos un 35%. El 66% hay que importarlo».
Este problema se subsanaría «si tuviésemos agua de potabilizadora», y puso como ejemplo Pulido el desértico Israel, que exporta productos hortofrutícolas a todo el mundo, sería diferente.
En el caso de la cebolla, «hay de marzo a junio, como mucho», el resto viene de fuera.
«Terrenos sí hay», pero no hay ni mano de obra ni agua, dijo el presidente de la Asociación de Importadores de Papas de Gran Canaria.
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Pulido también señaló que el Aiem solo tiene un afán recaudatorio, 240 millones el último año.
Pero lo peor es que se teme que en la próxima revisión, en 2027, este arbitrio suba al 20 o incluso el 25%.
Y todo ello, apuntó el presidente de la Asociación de Empresarios de Mercalaspalmas (Asemerca), Juan Armando Rodríguez, «sin habernos sentado nunca en la mesa» a dialogar, mientras que el Gobierno canario carga contra las grandes superficies.
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«Insolidaridad y falta de respecto de la Administración haciendo ver que esto no afecta a la cesta de la compra» y señalando al empresariado.
Mientras, la realidad es que la cesta de la compra en Canarias es mucho más cara que en Península, donde además recientemente ha desaparecido el IVAde ciertos productos.
«El diferencial es cada vez mayor» y «hay que decir porqué». Es por la «insolidaridad del arbitrio«. Y «nos preocupa porque somos canarios, y defendemos la agricultura canaria» pero, señalaron los dos representantes empresariales, habrá gente que no va a poder comprar ni un kilo de papas en la situación actual.
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El Gobierno de Canarias rechazó ayer que el culpable de los altos precios de los alimentos en Canarias sea el Aiem y de ahí, que descarte su eliminación como le solicitan distintas empresas del sector de la alimentación.
Desde la Consejería de Hacienda, que dirige Román Rodríguez, se remitió ayer un comunicado en el que se asegura que «diferentes estudios técnicos» evidencia que es «escaso» su impacto en los precios. Entre estos informes, apuntan a los dos informes de evaluación -intermedio y final- que se debatieron durante la tramitación de la revisión del impuesto durante el año 2020.
Según asegura la Consejería, el último de ellos confirma la escasa incidencia del arbitrio en el precio final de la cesta de la compra, hasta tal punto que casi el 70% de productos gravados ha tenido un precio promedio superior en el conjunto de España que en Canarias desde el año 2014.
El Gobierno de Canarias recordó ayer, que el Aiem es el resultado de una acuerdo social y político en el archipiélago para proteger los productos del país frente a los foráneos y que la última revisión fue convalidada por el Parlamento de Canarias de manera unánime en enero de 2021, tras varios años de debate, análisis y, finalmente, consenso.
El Ejecutivo volvió a arremeter ayer contra las grandes empresas de la distribución, al considerar que lo que está provocando un incremento es el precio de importación con el que los artículos llegan a las Islas, «y, especialmente, el precio final que establecen las grandes empresas distribuidoras y comercializadoras, ya sea en los productos locales o de importación».
A este respecto, el vicepresidente canario y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez, se refirió en este punto a las quejas del sector primario de las Islas, especialmente el ganadero, a quienes se les está comprando a precios irrisorios su producción y no pueden cubrir costes -salvo con las ayudas públicas- y «luego en los estantes de los grandes supermercados esos productos están por las nubes».
La Consejería apunta que en la última revisión del impuesto se realizó una criba y se excluyeron 20 productos que ya no se producían en Canarias.
En concreto, y según indican, el Aiem protege ahora mismo a 80 productos relacionados con la cesta de la compra: 13 productos agrícolas, ganaderos y pesqueros y 67 del sector de la alimentación y la bebida.
«El hecho de que estos 80 artículos estén protegidos por el Aiem no tiene un impacto relevante si se tiene en cuenta que un supermercado de tamaño grande puede tener en sus estantes 10.000 referencias o más», indican.
Rodríguez dijo no comprender cómo hay quienes, por ejemplo, quieran beneficiar a la papa de fuera frente a la del país.
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