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El coche eléctrico no termina de despegar en Canarias pese a las ventajas medioambientales que supone y su especial sentido en un territorio pequeño y de distancias reducidas como es el archipiélago.
En las islas, y según datos de Anfac, hay actualmente 797 coches eléctricos circulando en las carreteras isleñas. Esta cifra supone un exiguo 0,07% del parque móvil total e integrado por más de 1,1 millones de turismos. Y aunque las matriculaciones mejoran cada año su peso en el total de matriculaciones es muy reducido: de enero a septiembre se compraron en Canarias 215 coches y todoterrenos, un 31% más que un año antes (164) pero son una gota de agua en un mar de 52.200 unidades vendidas. Los híbridos no enchufables presentan mejores cifras, con un total de 5.683 vehículos en circulación en las islas. Aunque son varios los motivos que influyen en el lento avance de este tipo de vehículos hay uno que destaca: la falta de puntos de recarga que garanticen al conductor que vaya donde vaya, no se va a quedar tirado.
Los coches eléctricos que están saliendo actualmente al mercado son de 60 kilovatios hora, lo que permite una autonomía de 400 kilómetros, una distancia muy adecuada para su uso en el archipiélago. Sin embargo, en las islas casi no hay puntos de recarga. Actualmente hay solo seis electrolineras de carga rápida -de 50 kilovatios-, que permiten a los nuevos coches de 60 kw hora, repostar en menos de una hora. Estos se ubican en Lanzarote y Fuerteventura, tres en cada isla.
Además de estos seis hay otras electolineras pero de mucha menor capacidad -lentos, de 3 a 7 kw, y semirápidos, hasta 25 kw-, lo que puede demorar hasta 15 horas el tiempo de recarga. Estos puntos, instalados en su mayor por los municipios, se instalaron hace muchos años y se han quedado obsoletos para la realidad del mercado y las necesidades de los consumidores.
Esta realidad y que sitúa a Canarias como una de las regiones con menor número de puntos de recarga está a punto de cambiar. El Gobierno aprobó hace unas semanas el Real Decreto-ley 15/2018 que elimina numerosas trabas y liberaliza la puesta en marcha de las electrolineras, permitiendo que cualquier consumidor pueda prestar el servicio y que se pueda instalar una electrolinera en párking, centros comerciales e incluso hoteles.
Las grandes eléctricas, como Endesa e Iberdrola y las petroleras, entre ellas, Cepsa y Repsol, planifican ya su entrada en el sector de la mano de empresas del sector de la distribución y restauración. Iberdrola se ha aliado con Ikea para instalar puntos de recarga mientras que Endesa planea abrir 4.000 electrolineras en los próximos años junto a la empresa de aparcamientos Saba y firmas como Carrefour, Decathlon y McDonald´s, entre otras. Canarias está dentro de ese ambicioso plan que busca cumplir con las previsiones que maneja el Gobierno y la Comisión Europea. El primero prevé que en 2030 haya en nuestro país cinco millones de coches eléctricos y Europa calcula que habrá 220.000 puntos de recarga. Actualmente solo hay 168 de carga rápida y casi 5.200 lentos.
El sector público de las islas también se está poniendo las pilas. Los cabildos de Gran Canaria y Tenerife tienen planes en curso para instalar durante 2019 hasta 17 puntos de recarga o electrolineras en cada isla. El problema es que, aunque mejoran lo que hay, no son de carga rápida, de 50 kw, y por tanto, no se adecúan a a demanda actual. En El Hierro, la isla mejor dotada, hay siete puntos de recarga pero de 25 kw (carga semirrápida). En Lanzarote y Fuerteventura hay tres en cada isla de carga rápida que se complementarán a futuro con otros de menor potencia.
Lejos de lo que podría pensarse por el elevado precio que tiene la electricidad en España. repleta de impuestos y peajes, en el caso del coche eléctrico recargar la batería es barato. Así lo afirma el director de Relaciones Institucionales de Endesa en Tenerife, José Manuel Valle, quien asegura que recargar la batería de un coche eléctrico, de los últimos que están saliendo al mercado y con una potencia de 60 kw/hora y una autonomía de 400 kilómetros, tiene un coste de ocho euros. En las electrolineras de 50 Kw -solo hay seis en Canarias aunque esto va a cambiar- la batería se recargaría en menos de una hora.
Frente a esos ocho euros, llenar el tanque de un coche con motor de combustión para los mismos 400 kilómetros rondaría los 40 euros. «La diferencia de precios es muy grande. De cualquier manera que se mida el coche eléctrico está repleto de ventajas medioambientales y económicas», asegura.
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