Viera al once y Vitolo, convocado

Jonathan Viera será titular el domingo después de su reaparición, con media hora frente al Leganés, y disponer de suficientes días por delante para perfilar su puesta a punto de cara a la visita al Racing de Santander (domingo, 17.30 horas). Con Vitolo, la otra gran estrella del equipo, hay más prudencia, si bien se desliza que de mantener el ritmo de trabajo adquirido la semana pasada, y que le permitió ejercitarse con total normalidad junto al resto del grupo, sus opciones de ser convocado ganan enteros y se dan por sentadas.

En una UD que sigue instalada en lo más alto de la tabla y proyectando expectativas, la actualidad de los dos futbolistas con mayor cartel y caché comienza a clarear, luego de que ambos hayan iniciado el curso en la enfermería y, ya a mitad de septiembre, apenas hayan tenido impacto en el grupo por sus respectivas lesiones. Sin duda, de uno y otro se esperan prestaciones a la altura de sus figuras y García Pimienta los considera estratégicos por experiencia, calidad y compromiso a la hora de liderar un proyecto que quiere desembarcar en Primera División.

El entrenador catalán es el primero que quiere disponer de ambos en plenitud de condiciones y han sido reiterativos sus mensajes precavidos y alertando de la necesidad de no correr riesgos físicos con ninguno. En el caso de Vitolo ha ido más lejos y, directamente, solicitó «no meter más presión» al atacante, aún inédito pese a que se incorporó al equipo a mitad de julio y pudo realizar la pretemporada bajo la supervisión del cuerpo técnico. La artroscopia a la que se sometió en Madrid a finales de junio explica a las claras la demora en su puesta en escena, pese a que en la primera jornada, frente al Zaragoza, fue convocado en un gesto más pensado a nivel anímico que competitivo, como así se demostró al no comparecer en el terreno de juego.

Dicen que Vitolo, además de sus molestias, ha tenido que combatir contra la ansiedad. Tiene muy presente el fiasco de su última etapa en la UD, en el tramo inicial de la campaña 2017-18, y que se arruinó por las lesiones. No quiere pasar por lo mismo y ha renunciado a dinero y opciones en la élite para reivindicarse en casa. Como Jonathan, camino de los 33 años ya no está para deslices y lo ha apostado todo a la camiseta de su vida y ese ascenso con el que siempre ha soñado («sería el hombre más feliz del mundo si lo consiguiera», desveló semanas atrás).

A Vitolo, cedido hasta junio por el Atlético de Madrid, se le sigue esperando aunque las evidencias en sus progresos dibujan la luz al final del túnel y para ya mismo. Él es el primero que se quiere subir en el avión a Santander y desde mañana confía en constatar que los dolores y miedos ya quedaron atrás.

En lo que atañe a Viera, todo es más nítido. Tras su lesión después del debut liguero, el plan a seguir ha funcionado, resguardándolo de posibles recaídas, dada la naturaleza traicionera de sus problemas musculares. Podría haber sido titular frente al Leganés pero Pimienta quiso procurarle una entrada progresiva con treinta minutos de rodaje para que no acusara su obligado parón. Las sensaciones del capitán resultaron positivas y ahora toca hacerle hueco entre los elegidos. En palabras de su entrenador, es «el mejor jugador de la categoría», lo que no da pie, siquiera, a debates. Si está para jugar, como es, el brazalete es suyo.

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