Cesc Fábregas, campeón de todo con la selección española y con pasado profesional de lustre, podría jugar la temporada que viene en la UD. Es una opción viable y que sigue sobre la mesa pese a que el caché del futbolista catalán sea, sobre el papel, inasumible. Miguel Ángel Ramírez mantiene vías abiertas con Cesc y, según ha podido saber este periódico, la operación de vestirlo de amarillo para nada está descartada. «Es complicado, pero posible y real. Estamos en trabajando para poder culminarlo», deslizan desde Pío XII. Ahora todo depende de la respuesta del jugador, que ha quedado en contestar a las condiciones que le han ofertado.
Cesc, sin equipo tras concluir su ciclo en el Mónaco, maneja propuestas de España y el extranjero para seguir su carrera profesional a sus 35 años. Y, aunque podría ganar más dinero en otro destino, valora el interés de la UD por encima del factor económico, lo que alienta las esperanzas de poder ejecutar un fichaje que sería una de las bombas veraniegas en España.
En las últimas horas se han producido avances y en la UD se aguarda con moderado optimismo a que todo pueda desembocar en un acuerdo dada la receptividad de Cesc cada vez que le han contactado para mudarse a Gran Canaria.
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