La UD sobrevive a la guerra y se queda en Primera División
Fútbol ·
Las Palmas solventa la pelea contra el Cádiz y consigue el punto que le otorga la permanencia matemática en la máxima categoría | Chust vio la roja directa por una entrada criminal a Marc en el 75
Una rebelde y aguerrida UD, sabedora de que tendría que sudar sangre en territorio hostil, muerde e iguala en intensidad al Cádiz para certificar, por fin, la permanencia matemática en Primera División. Jamás se arrugó el conjunto insular a los codazos, patadas criminales ni distintas artimañas de los locales. Había que competir y se compitió. Necesitaba un punto y lo conquistó a base de corazón porque, cuando tenía que luchar, bajó al barro como antaño, consciente también de dónde venía. Las Palmas seguirá en la máxima categoría. Cuando la necesidad ahoga se ve la verdadera cara de las personas. Y ahí los chicos de Pimienta eligieron ser solidarios y contentar a toda Gran Canaria.
Desde el primer momento el Cádiz entendió que más que una final era una guerra. En cada entrada, en cada disputa, dejaban el pie, el brazo o lo que fuera con tal de intimidar a los futbolistas de la UD. Pero Las Palmas también tenía claro lo que se jugaba en tierras gaditanas. Los isleños no se arrugaban e igualaban en intensidad. Y, con balón, la movilidad era rápida y certera. El tiempo, encima, jugaba a favor de los de Pimienta, pues con un punto sellaban la permanencia de manera matemática. Entre toque y toque encontraban huecos Moleiro y Loiodice, muy vivos.
Cuando el Cádiz corría y se acercaba a Valles, Saúl Coco plantaba una muralla para evitar sustos. Los movimientos de Kirian, Javi y Enzo, encontrando siempre al hombre libre, serenaban las pulsaciones que la propia intensidad del envite generaban. Valles no entendía de nervios y sentaba a Roger con un regate al borde del área. Si la cosa iba de ansiedad, ahí Las Palmas quería impregnar calma. En los locales sí se apreciaba el alarmismo y Sobrino se encaraba varias veces con Mika Mármol.
Moleiro, en plena acción.
Efe
En una triangulación de seda de la UD se tuvo que emplear Ledesma para salvar al Cádiz. Moleiro encontró a Enzo, que de tacón habilitó dentro del área a Sergi Cardona, que no se lo pensó y disparó con la derecha. Buena ocasión para Las Palmas. Acto seguido respondió el cuadro local con un lanzamiento de Robert Navarro. Ahí lució Valles para evitar la puñalada. En la siguiente apareció el VAR para anular el tanto local. Valles paró a Ramos, pero Javi Hernández la mandó a la red en el segundo palo. Estaba Zaldúa, por milímetros y antes de centrar, en fuera de juego. Javi Muñoz casi marca en una pillería. Al descanso, tablas que le valdrían a los insulares para quedarse en la máxima categoría.
Tras el intermedio, y casi sin romper a sudar en el segundo tiempo, Moleiro tuvo dos contras que marró de manera dispar. En la primera, Fali le comió la tostada con cierta facilidad. Su otro intento se fue fuera tras un buen disparo con rosca y suavidad. Solo le faltaron centímetros a su golpeo. Volvía a avisar Las Palmas. Los arreones de un Javi Muñoz colosal comenzaban a dibujar la permanencia. Cuando al Cádiz le daba por sacar los dientes, sobrevivía la UD con muchas ayudas.
Oxígeno por una entrada criminal de Chust, que se fue a la calle en el minuto 75
Araujo caía en combate y se marchaba con las manos en la cara en el minuto 68. Álex Suárez saltaba al campo, acompañado de Marc Cardona, que entraba por Sandro Ramírez. El reloj corría y el objetivo cada vez estaba más cerca, pero el Nuevo Mirandilla rugía sin cesar, el Cádiz giraba su dinámica y Las Palmas achicaba aguas como podía. Ramos, que se elevaba ante Sergi Cardona, remataba arriba ante la mirada de Valles. Pimienta acudía a Campaña por un fatigado Loiodice en el 72. Más experiencia sobre el césped.
En un contragolpe para la UD llegó el oxígeno porque a Chust se le fue la cabeza. Soltó el balón Marc hacia Moleiro y, ya sin pelota de por medio, el central le clavó los tacos al delantero a la altura de la rodilla. Entrada criminal. Por menos ha entrado gente a la cárcel, vaya. Roja directa y Las Palmas con superioridad numérica. Ahí debía forjarse la salvación definitiva.
Ocampo, otro carnicero, le metió un codazo en la cara a Javi Muñoz. Le perdonó la expulsión el colegiado. Marc casi coloca el 0-1 con un reverso de mucha calidad pero su disparo se fue a las nubes. Valles apagó un fuego sobre la bocina y ya nada más debía pasar, pero añadieron ocho minutos más. Tocaba sufrir. Con el Cádiz abierto en canal y mil huecos arriba, no mató el choque la UD. Todo acabó como empezó: con tablas salvadoras.
Ficha técnica
0 - Cádiz CF: Ledesma; Zaldua (Iza Carcelén, m. 84), Fali, Chust, Javi Hernández; Alcaraz, Escalante, Sobrino (Sergi Guardiola, m. 54), Robert Navarro (Brian Ocampo, m. 66); Roger (Juanmi, m. 54) y Chris Ramos (Maxi Gómez, m. 84).
0 - UD Las Palmas: Álvaro Valles; Araújo (Álex Suárez, m. 66), Mika Mármol, Coco, Sergi Cardona; Marvin (Perrone, m. 83), Javi Muñoz, Loiodice (Campaña, m. 70), Kirian, Moleiro (Munir, m. 83); y Sandro (Marc Cardona, n. 66).
Árbitro: Soto Grado (Comité riojano). Amonestó con cartulinas amarillas a Chris Ramos (m. 45), Javi Hernández (m. 46), Brian Ocampo (m. 81) y Marc Cardona (m. 82). Expulsó con cartulina roja directa al jugador del Cádiz Víctor Chust (m. 76) por una durísima entrada sobre Marc.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número 37 de Primera División. 18.950 espectadores en el estadio Nuevo Mirandilla, donde se vendieron todas las localidades disponibles.
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