La dirección deportiva de la UD fue previsora cuando negoció y acordó con Valles su anterior prolongación contractual, anunciada en junio de 2022, lo que ahora le da la facultad de poder tener bajo control el futuro de un jugador revalorizadísimo y que está cuajando una campaña monumental en su debut en Primera División.
La renovación de Valles, no obstante, no garantiza su continuidad en el proyecto, toda vez que está siendo monitorizado por varios equipos, incluyendo el Real Betis, de cuya disciplina salió en 2018, y en Pío XII contemplan que, el próximo verano, puede llegar alguna oferta por sus servicios.
Con una cláusula de rescisión de 30 millones de euros, ya ha generado una larga lista de pretendientes, tanto de España como del extranjero, y la UD estaría dispuesta a negociar sin tener que llegar a ese techo. Pase lo que pase con Valles, la UD va a salir ganando. Si se queda porque tendrá la portería cubierta otro curso. Y, si por el contrario, es transferido, por el beneficio neto que obtendrá.
Asumida una posible venta
Siendo una entidad vendedora, y con una economía en desventaja con la mayoría de los integrantes de LaLiga EA Sports, se tiene asumido este desenlace.
Con todo, tener bajo control lo que puede suceder con Valles da al club una posición de tranquilidad y privilegio en todos los sentidos.
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Por lo pronto, permitirá afrontar lo que queda de campeonato sin demasiado ruido sobre el jugador, aparcando hasta la conclusión del campeonato cualquier especulación sobre su porvenir profesional. Valles es el primero en predicar con el ejemplo, ajeno a rumores y centrado en el día a día en Barranco Seco. Tiene siempre presente todo lo que le ha costado hasta donde está y ha interiorizado el trabajo y la humildad como pilares fundamentales en sus rutinas. Y, así, no se puede decir que le haya ido mal.
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