Sin Sandro, sancionado aunque el club ha presentado recurso por la amarilla que aparejó el castigo, y lesionado Fábio Silva, la delantera de la UD será asunto de Oli McBurnie el próximo domingo en Son Moix y frente al Mallorca. Curioso lo del atacante escocés, habitual suplente, con solo ocho titularidades en el campeonato regular, que despierta tantas adhesiones como nula puntería en el área contraria. Sin estrenar su capítulo goleador en Primera, sus dos únicos tantos llegaron frente al modesto Europa en Copa del Rey.
Un balance insuficiente para un delantero que despertó expectativas por su experiencia en la Premier y la condición de internacional. Pero, por lo que sea, la suerte se le está negando de una manera flagrante. Porque ha protagonizado acciones de enorme categoría, rozando finalizaciones de bandera en la visita al Leganés, con un escorzo imposible que sacó el portero, o el sábado con una chilena frente al Villarreal que escupió el larguero, que por una cosa u otra no entraron.
Atento ak despeje de Sergi Cardona el sabado pasado,
En el club están convencidos de que romperá este maleficio que le lleva a acumular, en LaLiga, 850 minutos y 19 partidos sin marcar y el propio Diego Martínez le echó un capote admitiendo que «merece el gol» como ningún otro, consciente de la importancia de cuidar la psicología.
Un delantero centro que no factura genera, inevitablemente, debate. Y McBurnie lo sabe. Vino para marcar diferencias y justificarse. También para satisfacer el propósito de triunfar en España, una experiencia que le apetecía y en la que ya demanda ese bautizo en la máxima categoría.
Uno de sus remates a puerta que no han acabado en gol.
Ahora que el equipo necesita mas que nunca goles, Oli quiere recoger el guante y frente al Mallorca, ante el que le anularon una diana de manera inexplicable en la primera vuelta. En lo que viene ha de ser diferente.
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