La UD se va al primer parón de LaLiga EA Sports con dos puntos de doce posibles, en posición de descenso y sin terminar de sacudirse la nefasta sequía de triunfos que arrastra. No gana un partido desde el 10 de febrero, acumula ya la friolera de 18 jornadas consecutivas sin vencer haciendo recuento del final del curso pasado y del inicio del actual, récord negativo sin precedentes en la máxima categoría.
En cuestión de días, apenas tres, se ha pasado de la excelente crítica que deparó su actuación frente al Real Madrid, arrrancando un meritorio empate en el Gran Canaria (1-1), a protagonizar un doloroso batacazo en Mendizorroza y frente a un Alavés que, sin mayores alardes, le tramitó por la vía rápida. Por mucho que se acabara el encuentro con un 70% de posesión, salvando acciones aisladas, nunca dio la impresión de que se pudiera peligrar el triunfo local, encarrilado con un gol tempranero que le permitió activar un plan de partido plácido y ajustado a sus intereses.
A Carrión no le gustó lo que se vio ante el Alavés.
Efe
La irregularidad de la UD, capaz de frenar a Sevilla y Madrid y, también, de acabar a los pies del Leganés o Alavés, rivales directos en la lucha por la permanencia, causa desconcierto en el balance general que dejan estas primeras semanas de competición, por no hablar de que se han encajado 7 goles y que bien han podido ser muchos más de no haber mediado Cillessen quien , por parar, ya ha parado hasta algún penalti.
Álex Suárez y Viti, protestando al colegiado García Verdura.
Efe
Le queda tarea por delante a Luis Carrión. No termina de mezclar la UD como quiere y, a la espera de que Fabio Silva y Dario Essugo se incorporen y opositen a minutos, se le abre un periodo de reflexión para ver qué debe tocar. Porque lo que está fuera de debate es que no alcanza con lo que hasta ahora se ha puesto en escena.
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