La UD llora su desgracia

No levanta la cabeza la UD ni cuando merece mejores recompensas. Febrero empieza como mismo acabó enero, con Las Palmas sucumbiendo y sin ser capaz de revertir el vuelo. De menos a más, pero sin tiempo para obrar el milagro. Con Kirian en la grada tras anunciar su recaída del cáncer, los amarillos lloraron la mala fortuna ante el Villarreal. McBurnie, Diego Conde y el palo evitaron, al menos, que los isleños rascaran un empate. Baena sacudió el marcador, Ayoze Pérez amplió la cuenta y Fuster puso algo de pimienta en el ocaso.

Iba a ser un partido cargado de emociones. Desde que apareció Kirian antes del arranque, la grada y todos le arroparon. Sus compañeros, luciendo camiseta con su nombre, y también el Villarreal, le desearon fuerzas para luchar contra el cáncer.

Luego estalló la contienda, con el grancanario Yeremy Pino poniendo nervio y amenazando a un robusto y seguro Scott McKenna. El primer gran aviso, al cuarto de hora de juego, llegó de la bota de McBurnie, titular por la lesión de Fábio Silva. Javi Muñoz, en un contragolpe, le mandó un regalo a la espalda de Comesaña, pero no encontró portería el escocés. Faltó poco. Quería el primer triunfo de 2025 la UD Las Palmas.

Llegó el minuto 20 y el mundo entero paró. Foyth, en gesto caballeroso, echó el balón fuera y todos en el Estadio de Gran Canaria se pusieron en pie para aplaudir. Aficionados, futbolistas, cuerpo técnico y trabajadores. Un empujón de ánimos para el tinerfeño, que estaba en la grada sentado con su madre y su pareja. Tras el cariño, Moleiro casi le dedica un golazo porque, con una rosca cargada de veneno, casi la clava en la escuadra de la portería defendida por Diego Conde.

Con el paso de los minutos McKenna se agigantaba para apagar fuegos y, por momentos, era el mejor jugador de la UD. Bajcetic, que se estrenaba como titular, dejaba detalles en la distribución y Javi Muñoz exhibía piernas en las idas y venidas. De hecho, el madrileño probó fortuna tras una buena descarga de Oli McBurnie pero su disparo se marchó bastante desviado. Quería apretar la UD y Moleiro seguía con ganas de fiesta, aunque Sandro le reclamase la pelota en una intentona individual. Al descanso seguía la igualdad.

Tras el intermedio, Marcelino movió fichas introduciendo a Parejo en la sala de máquinas y haciéndose con la posesión de la pelota. Álex Baena, bien amarrado en el primer acto, despertó del letargo e impuso su ley. Condujo por la izquierda, templó, encontró a Sergi Cardona y se dejó ver por el área para empujar a gol el centro del ex de Las Palmas (0-1, min. 53). Nada pudo hacer Cillessen.

Con el tanto, y siempre bajo la orquesta de un Baena superlativo, el Villarreal se desató. Tuvo que llamar rápidamente Diego Martínez a Viti Rozada y Manu Fuster para tratar de activar a una UD desdibujada y que estaba siendo sometida. Dejaron sitio Pelmard y Enzo Loiodice, que perdió la marca de Baena en el gol y dejó escapar una nueva oportunidad para demostrar valía. Tocaba remar a contracorriente y en aguas revueltas.

Con Las Palmas necesitada y algo más desolgada, Baena seguía a lo suyo. Esta vez fue por la derecha, cogiendo la espalda de Mika y contemporizando para darle una asistencia a Ayoze Pérez, que batía a Cillessen con un remate raso y de primeras para colocar el 0-2 en el minuto 65.

Quería tirar de corazón el equipo amarillo y McBurnie tuvo la posibilidad de recordar distancias, pero Diego Conde sacó la pierna para salvar al Villarreal. Era clarísima. Maldecía el ariete escocés, que continuaba negado. Bajcetic, cojeando, tuvo que pedir el cambio. Reapareció Marvin, sin pena ni gloria. Fuster sembró ilusión con el 1-2 (min.83) tras un error de Pape Gueye. McBurnie, con una chilena antológica sobre la bocina, se estrelló con el palo en el que podía ser el gol de la Liga. Aun así, no pudo la UD remediar nada y volvió a caer, con Herzog jugando como delantero centro, confirmando que siguen vivos muchos fuegos y hay todavía mucho que corregir. Son ya seis partidos seguidos sin ganar -cinco de ellos con derrotas- y las urgencias afloran de nuevo.

1. Las Palmas: Cillessen; Pelmard (Manu Fuster, min. 61), Álex Suárez (Herzog, min. 85), McKenna, Mika Mármol; Loiodice (Viti, min. 61), Bajcetic (Marvin Park, min. 78); Sandro (Benito, min. 85), Javi Muñoz, Moleiro; y McBurnie.

2. Villarreal: Diego Conde; Kiko Femenía (Pau Navarro, min. 46), Foyth, Kambwala (Logan Costa, min. 79), Sergi Cardona; Yeremy Pino (Buchanan, min. 76), Pape Gueye, Santi Comesaña (Parejo, min. 46), Álex Baena (Bailly, min. 91); Ayoze Pérez (Pépé, min. 68) y Thierno Barry.

Goles: 0-1, min. 53: Álex Baena. 0-2, min. 66: Ayoze Pérez. 1-2, min. 84: Manu Fuster.

Árbitro: Francisco José Hernández Maeso (Comité de Extremadura). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Mika Mármol (min. 37), Sandro (40), McKenna (55), Álex Suárez (87, en el banquillo), Javi Muñoz (99) y Moleiro (100), y a los visitantes Sergi Cardona (33), Comesaña (38), Álex Baena (90) y al entrenador, Marcelino García Toral (12).

Incidencias: partido de la vigésima tercera jornada de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio de Gran Canaria con la presencia de 22.909 espectadores. Ambos equipos posaron juntos con camisetas y un cartel de apoyo a Kirian Rodríguez, capitán de la UD Las Palmas, quien esta semana anunció que vuelve a padecer cáncer. Realizó el saque de honor Nisa Alemán Cuesta, atleta profesional de la WNBF y primera canaria en proclamarse campeona del mundo de Fitbody.

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