La UD llegaba a Vitoria, de rojo, con el objetivo de llevarse un triunfo de Vitoria que le alejara aún más de la zona de descenso y acercara a Europa. Y gracias a un golazo de Kirian Rodríguez y la gran defensa, la UD fue capaz de conquistar Mendizorroza.
Salió fuerte el equipo de Luis García Plaza que apretaba a los pupilos de Pimienta desde el inicio de un choque en el que se pudo observar estilos contrapuestos en esto del fútbol. La UD con su toque y tranquilidad con el balón, y un Alavés defendiéndose e intentando salir a la contra.
Alberto Moleiro hacía temblar a los rivales con sus diabluras y el desparpajo que atesora. Lo cierto es que en el minuto cinco de choque, Samu Omorodion tendría la más clara de los babazorros donde solo tenía que empujarla a un pase en profundidad de Guridi sobre Rebbach. Sin embargo, el melillense no lo aprovechó ante el desconcierto del público. El Deportivo Alavés salió mucho más concentrado al partido, que se acercaba con constante peligro a la meta de Álvaro Valles.
Corría el minuto 15 de encuentro cuando la UD ya se instalaba en campo contrario con un incisivo Moleiro que se asociaba con Sergi Cardona para provocar dos saques de esquina de forma consecutiva. Los laterales subían con asiduidad, marca de la casa de la UD de García Pimienta. Sello de equipo de autor. Acto seguido, el lateral diestro de los locales, Gorosabel, pondría en boca de gol un centro medido a la cabeza de Rebbach pero el marroquí no pudo transformar una nueva ocasión para el cuadro babazorro. El balón se marchó rozando el palo.
A raíz de esos dos sustos, la UD empezaba a dominar el partido. Carburaban con el balón en sus pies los jugadores amarillos, pero no encontraban las armas para hacer daño al rival que se defendía con argumentos. Al tiempo que García Pimienta cambiaba de puestos a Marc Cardona y a Munir Haddadi, que sería el referente en punta durante el resto de primera parte. El Alavés buscaba con ahínco salidas de balón rápidas para buscarle las cosquillas a la UD Las Palmas.
No obstante, la UD seguía imponiendo su ley y al cabo de media hora de encuentro llegaría el gol de los amarillos tras una buena jugada colectiva. Acción individual de Moleiro, devolución de Munir, y pase a Kirian que sería el encargado de batir a Sivera por abajo en su tiro desde la frontal del área. El gol, que se postula como uno de los mejores de la jornada, ponía por delante a los amarillos en Mendizorroza. Minutos más tarde, apareció el 10 local, Hagi, que con una genialidad puso en un mano a mano a Samu Omorodion, que volvía a tener una clara. Atajó Valles para frustrarle la nueva oportunidad.
Era intensa la presión que la UD ejercía en campo rival para, entre otras cosas, impedir la salida fácil del equipo de Luis García Plaza. Al término de los primeros 45 minutos se vio una soberbia UD que imponía su ley en Vitoria, con confianza y muy buenas sensaciones sobre el verde.
Los primeros compases de la segunda mitad presentaron una tónica totalmente distinta a los últimos de la primera. Una UD replegada y un Alavés volcado en área amarilla. Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Marcó Samu tras centro de Gorosabel, pero, por suerte, en fuera de juego milimétrico. Seguían encontrando espacios, muy capaces de hacer daño los locales. Al momento que Pimienta agita el banquillo, salían Marc y Enzo para dar entrada a Perrone y Marvin.
Se llegaba al minuto 70 de encuentro y un gran centro del tinerfeño Javi López al delantero que tendría mucho protagonismo, Omorodion, anotaría otro buen gol pero la fortuna hoy era amarilla. Un nuevo fuera de juego permitía que la UD siguiera viva en Mendizorroza ante 15.971 espectadores. Se defendían como podían los grancanarios al asedio del Alavés que apretaba a través de centros y emociones extremas.
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