Essugo: 10 partidos para reivindicarse o confirmar que tenía la cabeza en otro sitio

Del cielo al infierno. De los aplausos a los pitos. La temporada de Dário Essugo está siendo claramente de más a menos. Llegó cedido por el Sporting de Portugal a una UD Las Palmas huérfana de un perfil de centrocampista como el suyo y se hizo rápidamente con el puesto de pivote. Recibió halagos y sorprendió a todos por su presencia física, siendo capaz de abarcar prácticamente toda la zona ancha él solo, apagando fuegos al contragolpe y teniendo, además, criterio a la hora de jugar la pelota.

El tremendo bajón que ha tenido su rendimiento, habiendo sido expulsado incluso en dos de los 17 encuentros que ha jugado con la UD, podría explicarse en su reciente fichaje por el Chelsea de la Premier League inglesa. Los 'blues' pagaron por Essugo 22 millones de euros al Sporting de Portugal —oficial el pasado jueves—, lo que justificaría que Dário no estuviera del todo centrado con Las Palmas.

Ahora encara la recta final de Liga con dos opciones: reivindicarse o confirmar que tenía la cabeza en otro sitio. La tesitura de Essugo es complicada y, aunque estuviera jugando en el recinto de Siete Palmas como cedido por el Sporting de Portugal, hay muchos aficionados que se cuestionan ahora si jugará con la misma intensidad que antes. Si meterá la pierna, vaya.

Las Palmas se juega la temporada en los diez encuentros que restan para echar al cierre y las estimaciones que tienen en el club es la de ganar la mitad para sellar la ansiada permanencia. Y para ello se va a necesitar la mejor versión de cada uno de los jugadores. Essugo, hasta el momento, ha jugado siempre que ha estado disponible. Es más, fue titular en los 17 partidos en los que participó. Solo se perdió los choques ante Barcelona y Madrid por fatiga muscular. Descansó. Los otros cuatro duelos que no disputó fueron por sanción. Cumplió tres tras (Girona, Villarreal y Mallorca) la roja que vio ante Osasuna por protestar y aplaudir al árbitro. Y tampoco estuvo frente al Alavés tras cumplir también castigo federativo.

Su calidad no está en duda, pero su compromiso sí. Porque, con el transcurrir de las jornadas, su nivel ha ido cayendo de manera estrepitosa, acumulando errores impropios de un jugador con sus aptitudes. Las expulsiones o el fatídico pase hacia atrás en Pucela que acabó con la roja directa a McKenna son claros indicativos de que, durante las negociaciones entre Sporting de Portugal y Chelsea, que recientemente fructificaron, Essugo desconectó de la competición.

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