Con Diego Martínez puede abrirse una ventana para el olvidado Pejiño

Kevin Fontecha

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 13 de octubre 2024, 20:04

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La vida es una carretera de curvas que te puede llevar a la gloria o al infierno en milésimas de segundo. Hay futbolistas que se elevan hasta el cielo y, de repente, desaparecen de las fotos. Véase el caso de Pejiño, que llegó libre en 2020 a la UD Las Palmas para cautivar a la hinchada amarilla a base de arrancadas, quiebros y latigazos con su privilegiada pierna izquierda. En Segunda División fue peso pesado y capital siempre que le respetaron las lesiones. Ídolo tras doblegar al Tenerife (3-1) con dos golazos en un mismo derbi en el Estadio de Gran Canaria, en la máxima categoría no ha gozado de las oportunidades pertinentes para demostrar su nivel real.

Pejiño, que se quedó el pasado verano para convencer a Luis Carrión, tuvo que frenar en pretemporada al sufrir una lesión. Eso le hizo volver a la casilla de salida y, ya con el campeonato empezado, con la sangría de puntos y el ritmo de la competición, solo entró 15 minutos contra el Real Betis Balompié. Aeso se reduce su participación en la temporada 2024-25, la que el propio extremo pensaba que sería la suya, luego de un año complicado a nivel personal por la nula confianza que le dio Pimienta.

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Así pues, el gaditano, Pejiño, que estaba recuperando sus sensaciones durante la preparación estival a las órdenes de Carrión, después de contar poco o nada el curso pasado para García Pimienta, tuvo que parar por una rotura fibrilar en el bíceps femoral izquierdo. El club comunicó que su tiempo estimado de baja dependería de la evolución.

Ya entró en la convocatoria ante Osasuna el 21 de septiembre y, en la jornada siguiente, la séptima, debutó este curso contra el Betis. Pero ante Villarreal y Celta de Vigo, choques saldados con derrotas, no saltó al campo. Fue un mazazo, porque el barbateño esperaba seguir cogiendo rodaje y ritmo de competición. Es más, frente a un Celta con nueve jugadores -dos expulsados- nadie entendió que no fuera uno de los revulsivos de la UD.

Ahora, ya con Diego Martínez a los mandos del banquillo amarillo, Pejiño quiere demostrar que tiene capacidades para jugar en Primera División. Desde su entorno aseguran que va a «convencerle» y que «marcará goles que ayudarán» a Las Palmas a «salvar la categoría».

Con el preparador de Vigo, que pasó por la cantera del Sevilla, como el propio Pejiño, puede abrirse una ventana para el barbateño, que tiene por delante a un Januzaj que fue de lo mejor del equipo en La Cerámica, pero que contra el Celta flaqueó como el resto de sus compañeros. Si Martínez apuesta por centrar a Moleiro y usar un 4-2-3-1 que aportaría, tal vez, más consistencia en las tareas defensivas, cosa que ya avisó en su presentación que sería esencial para poder ganar de una vez por todas, también podría actuar en el costado izquierdo, donde ya jugó con Las Palmas en Segunda División, sobre todo en sus primeros meses como jugador del combinado grancanario.

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Con todo, Pejiño tiene claro que es ahora o nunca. Que la oportunidad se la tiene que ganar, pero que tiene más posibilidades que el curso pasado con Pimienta, que prefería meter a su amigo Munir, y que con Carrión, que tampoco le dio carrete. Todavía no lo ha dicho todo el gaditano en la UD. Es más, en Primera sus participaciones han sido testimoniales. Es por ello que va a sacar los colmillos para entrar en la rotación y, quién sabe, si entrar en el once inicial.