La UD Las Palmas se despide de Marbella con triunfo (0-1) gracias al golazo de Sandro Ramírez en el 67. El conjunto de García Pimienta se enfrentaba a un equipo correoso, con muchos mimbres y con un gran entrenador como es Sergio González, sabedor que el juego exterior en Primera es un factor sine qua nun. Son cinco los partidos que la UD ha disputado en las instalaciones del Marbella Football Center y se despide del stage con un bagaje de dos victorias, dos empates y una derrota. El entrenador catalán salió de inicio con Álvaro Valles en portería, Juanma Herzog, Saúl Coco, Álvaro Lemos, Daley Sinkgraven, Javi Muñoz, Iñaki, Jonathan Viera, Pejiño, Marc Cardona y Pau Ferrer.
En los primeros compases del choque no hubo juego de posesión, se tradujo en desajustes por parte de ambos equipos en el centro del campo, con transiciones de idas y vueltas como si de un partido de la jornada 36 se tratara. En el minuto 15, el veloz Darwin Machís ya estaba creando peligro sobre el marco de Valles. Puso en aprietos a la zaga amarilla, hoy de gris, con un centro medido al segundo palo. Por suerte, su pase no encontró destinatario. La UD quería seguir con su ideología e implantar su estilo en el partido, con un Javi Muñoz en su prime, llegando a área rival, cambiando la dirección del juego y siendo el que llevaba la batuta del equipo. Además, ayudando a sus compañeros en defensa.
En el minuto 28, la UD se acercaría con peligro al marco de David Gil con un fuerte disparo de Jonathan Viera tras una falta bien buscada por Marc Cardona. El 21 buscó el palo largo pero el balón salió desviado por poco. Se llegaba a la primera media hora de juego y el Cádiz tendría la mejor del partido, hasta el momento, con un remate de Chris Ramos de cabeza que se marcha rozando el larguero. Sin duda, un intercambio de golpes que beneficiaba a los gaditanos. La UD buscaba dominar el esférico pero no lo conseguía. El capitán de los grancanarios, Jonathan Viera, estuvo incisivo viniendo a buscar el balón a área propia, ofreciéndose en todo momento y con libertad absoluta por todo el campo.
La UD que exhibe su falta de pegada arriba, debía ponerse el mono de trabajo y hacer una estricta labor en la segunda mitad si quería meterle mano al Cádiz. En los últimos instantes, el delantero Chris Ramos estuvo a punto de marcar con una magnífica vaselina que se marcha fuera por poco. Al intermedio, se llegaba con el 0-0 inicial.
Comenzaba la UD la segunda mitad con caras nuevas, concretamente tres. Aarón Escandell, Enzo Loiodice y Eric Curbelo, siendo sustituidos Viera, Juanma y Valles. Mejoró en los primeros compases, pero con despistes defensivos que pudieron costar caro. En una mala salida desde atrás, Machís se encontró con un regalo, sin embargo, el venezolano no supo materializar. En el minuto 67, llegaría la bella obra de arte de Sandro Ramírez. Una buena jugada en solitario de Herrera cayó en las botas del 9, quien no se lo pensó dos veces y envió el esférico, desde fuera del área, a la misma escuadra para romper las telarañas de la meta de Ledesma.
Los pupilos de Sergio González lo intentaban para no irse de vacío de este choque ante un equipo de su misma categoría. En el minuto 81, Enzo Loiodice haría una fea entrada al dorsal número 18 gaditano Lucas, y se marcharía expulsado por doble amarilla. Lo que produjo una pequeña trifulca entre los jugadores pero sin pasar a males mayores. En los últimos minutos el Cádiz se volcó arriba en busca del empate, pero la UD ya tenía atado el segundo triunfo de pretemporada. La próxima cita será el 5 de agosto frente al RB Leipzig.
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