Cae Viti y novedades con la Real: Álex Muñoz, McBurnie y Marvin, titulares

Mika Mármol por Álex Suárez, recuperando su demarcación como central y con Álex Muñoz de vuelta al lateral zurdo, Marvin por Viti y McBurnie en lugar de Fábio Silva. Las sanciones de dos titularísimos en los planes de Diego Martínez, con vistas a la visita del próximo domingo ante la Real Sociedad en San Sebastián (17.30 horas), además de la baja confirmada ayer del lateral asturiano, con esguince en la rodilla izquierda, se van a solucionar desde las alternativas naturales que ofrece la plantilla.

Cierto que hay más candidatos a entrar entre los elegidos (Herzog podría hacer de Álex Suárez y Benito en el carril del tres en caso de que Mármol dejara la vacante, además de Mata o Sandro como referentes arriba en lugar del internacional luso), pero en el cuerpo técnico se impone no trastocar más de lo necesario un bloque que funciona y que debe mantener su tono competitivo por encima de los nombres propios.

Eso no quita la jerarquía absoluta que tienen los ausentes para el Reale Arena: Álex Suárez lo ha jugado todo mientras estuvo disponibles (solo se perdió dos jornadas por una inflamación de tobillo), mientras que, en el caso de Fábio Silva, a su rol estelar se suma el olfato goleador que ha acreditado, con cinco goles en sus doce encuentros, lo que arroja una media de casi medio tanto por partido.

Viti, por su parte, superó dudas iniciales y acumula varias jornadas a un nivel radiante. Tres piezas consolidadas, de rendimiento indiscutible y referenciales para el resto. Con todo, están prohibidas las excusas en una plantilla que se ha acostumbrado a ganar aún con bajas significativas (Essugo se perdió la victoria en el campo del Barça como ejemplo ilustrativo) y encara cada encuentro sin buscar coartadas.

Como se ha podido constatar desde que asumió el mando, Martínez mantiene una base bien definida que salpica con ligeros matices (Campaña por Javi Muñoz y viceversa, alguna aparición de Fuster y la reciente permuta de Mármol por Álex Muñoz), lo que anticipa que la formación de entrada en tierras vascas seguirá siendo más que reconocible.

Más que los protagonistas, el preparador gallego privilegia una línea de rendimiento y la actual le llena tanto por sensaciones como por réditos. Ese «proceso de crecimiento» al que alude siempre redunda en el objetivo que se ha marcado de que la UD adquiera maneras y automatismos que le hagan funcionar con independencia de sus actores.

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