Benito, Enzo, McBurnie, Fuster, Marvin, Mata... La unidad B no funciona y decepciona

El fútbol es ese deporte en el que solo juegan once inicio. Antes solo había tres cambios. Ahora pueden entrar cinco desde el banquillo -que podrían ser seis si hay un golpe conmoción cerebral o si hay una prórroga-. Y los partidos no los ganan solo los titulares. Es más, cada vez son más los entrenadores que manifiestan públicamente que los suplentes elegidos para saltar al césped son tan importantes como los que arrancan la contienda.

El propio Diego Martínez, en una entrevista concedida a este periódico el 19 de noviembre de 2024, dijo que para él «son importantes los cambios» y que espera que «el que salga sea igual de importante que el titular». «Es imposible que jueguen todos, pero la temporada es muy larga. El fútbol moderno necesita equipos que dominen muchos registros. En eso tenemos margen de mejora», dejó claro el preparador.

Ahora, rumbo a los cinco meses ya como entrenador de la UD Las Palmas, ha quedado claro que la unidad B no funciona. Y que decepciona. Martínez tiene como fijos en su once a Cillessen, Viti, Álex Suárez, McKenna, Mika Mármol, Essugo, Javi Muñoz, Moleiro, Sandro, Fábio Silva y ahora, con la baja de Kirian, a Bajcetic. En alguna alineación se ha colado algún que otro actor secundario, pero sin responder ni justificarse. Véase las estadísticas y las aportaciones de futbolistas como Benito Ramírez, Enzo Loiodice, McBurnie, Jaime Mata, Marvin Park o Manu Fuster.

Benito, que incluso luce el brazalete de vez en cuando, entra al campo cuando Martínez cambia el sistema y pone una línea de cinco atrás con carrileros en los costados. Ahí, en teoría, debería aportar velocidad y profundidad. Pero ni eso suma. 16 encuentros, cero asistencias, cero goles y una tarjeta roja directa acumula el aldeano en sus registros.

Enzo Loiodice, que lució en Segunda y fue clave, ha pegado un bajón considerable en el salto de categoría, empobreciendo su nivel y perdiendo peso hasta en la rotación. 497 minutos repartidos en 15 partidos, sin aportaciones de cara a portería. Por delante tenía a Kirian y todavía tiene por delante a Essugo, Javi Muñoz, Bajcetic y Campaña. Casi nada.

Marvin, más tiempo lesionado que sobre el verde, es otro jugador que ha dejado mucho que desear. Como un Januzaj por el que se paga el 40% de una ficha millonaria. Fuster, aunque ha marcado dos goles, tampoco ha acreditado los casi dos millones que se pagaron por él al Albacete.

Cierto es que Diego Martínez tiene su once tipo más que armado. Confía en sus titulares, los que sacaron resultados de manera inmediata desde su llegada. El resto, a buenas penas ha entrado en su alineación, pero sí que han tenido momentos para demostrar valía y dejar pasar oportunidades. De los menos habituales solo han dado la talla Álex Muñoz, aunque ha perdido protagonismo, incluso marcando tres goles, y Manu Fuster, que también ha anotado dos tantos, aunque todavía puede dar más.

Los datos más dramáticos están en la delantera. Entre Jaime Mata y McBurnie suman 43 partidos. Y ninguno ha sido capaz de anotar un triste gol. A Mata se le fichó libre camino a los 36 años después de intentarlo en varios mercados. McBurnie, que al menos suda y lo da todo en el campo, no ha tenido suerte tampoco de cara a portería. En Copa sí han mojado, pero aquí los números que mandan son los de Liga.

La salvación pasa por ganar. Y para ganar se necesita a todos. Pero los suplentes no responden. Y el tiempo pasa.