Rabaseda y Beirán, una Navidad de oro

Óliver Suárez Armas

Jueves, 26 de diciembre 2019, 07:33

óliver suárez armas las palmas de gran canaria

El año 2019 agota sus últimos cartuchos y quedará en la memoria de los jugadores del Herbalife Gran Canaria Xavi Rabaseda y Javier Beirán, quienes juntos al preparador asistente Víctor García se proclamaron campeones del mundo el pasado verano en China. Un momento para disfrutar eternamente y un motivo para recordar a pocos días del cierre y dar la bienvenida al año 2020.

La felicidad de tocar el cielo con la selección absoluta contrasta con la incertidumbre de un Granca que, a falta de tres jornadas para la conclusión de la primera vuelta de la fase regular de la Liga Endesa, está contra las cuerdas en la carrera por disputar la Copa del Rey.

«Ha sido un año muy especial, que ya comenzó siéndolo con la Euroliga en Gran Canaria, una situación histórica y que la disfrutamos como pudimos. Ahora como que lo disfrutas un poco más cuando miras para atrás, pero el año pasado lo sufrimos», analiza Rabaseda, al tiempo que agrega que «con España fue un verano histórico e inesperado, algo increíble para mí después de tantos años yendo a la selección en categorías inferiores, luego en las ventanas de clasificación para el Mundial y con muchos veranos también ayudando a entrenar, pero quedándome a las puertas de entrar en el equipo... Este año poder entrar y, además, conseguir el resultado de ser campeones del mundo será inolvidable para mi familia y para mí. La verdad es que estoy muy contento de haberlo podido vivir y contarlo».

El alero catalán, que cumple su quinto ejercicio defendiendo la camiseta amarilla, saborea una Navidad más en Gran Canaria, donde reconoce que se encuentra «muy bien, no vine en pantalón corto porque había que hacer fotos porque lo habría hecho y también en camiseta de manga corta (risas). Nos está acompañando el tiempo y estoy muy contento porque vino toda la familia. Estamos muy felices de estar aquí».

Uno de los objetivos que se marcaba Rabaseda para 2019 era ampliar la familia con un retoño con ADN isleño, pero admite que se prolongará un poco. «Ya veremos, son cosas que van llegando. Este año termino contrato e intentas buscar la mejor situación para crear una familia, con esta expectativa de no saber qué puede pasar pues te echas un poco para atrás. Está claro que nos gustaría y en eso estamos».

Por su parte, Beirán, quien retornó este verano a la entidad claretiana tras cinco cursos en el Iberostar Tenerife, donde aterrizó tras otros cuatro en el Herbalife Gran Canaria, declara que «ha sido un año muy bonito, con ese Campeonato del Mundo que no olvidaré jamás y que supuso muchísimo para el baloncesto español y para mí».

«También el hecho de finalizar mi etapa en Tenerife, que fue muy buena y que fue muy complicado salir sentimentalmente por todo lo que había vivido allí, ha sido un año con cambios, pero pienso que he seguido creciendo», añade.

Al igual que Rabaseda, el jugador madrileño es sinónimo de trabajo y la recompensa se produjo al entrar en la lista definitiva de Scariolo para el Mundial. «No pensábamos ser campeones del mundo sino que íbamos a ir a un Mundial, que ya era un éxito enorme. Luego se dio la circunstancias de que logramos ser un equipo, jugamos bien y obtuvimos el oro».

Sobre una nueva Navidad en la isla, Beirán afirma que «la Liga no para, pero tenemos la suerte de vivir en una isla estupenda y que en diciembre suele estar muy bueno, lo que se agradece para no ponernos abrigos. Pude ir a casa el 24 (Madrid) y ahora a intentar ganar para terminar bien 2019. Ha sido un año muy bonito y queremos acabarlo con una victoria este sábado para terminarlo y empezarlo con una mejor cara».

«Asimismo, quiero disfrutar de la familia que, un punto positivo dentro de lo malo de no jugar la competición europea esta campaña, es pasar más tiempo con ellos en casa».

El año 2019 agota sus últimos cartuchos y quedará en la memoria de los jugadores del Herbalife Gran Canaria Xavi Rabaseda y Javier Beirán, quienes juntos al preparador asistente Víctor García se proclamaron campeones del mundo el pasado verano en China. Un momento para disfrutar eternamente y un motivo para recordar a pocos días del cierre y dar la bienvenida al año 2020.

La felicidad de tocar el cielo con la selección absoluta contrasta con la incertidumbre de un Granca que, a falta de tres jornadas para la conclusión de la primera vuelta de la fase regular de la Liga Endesa, está contra las cuerdas en la carrera por disputar la Copa del Rey.

«Ha sido un año muy especial, que ya comenzó siéndolo con la Euroliga en Gran Canaria, una situación histórica y que la disfrutamos como pudimos. Ahora como que lo disfrutas un poco más cuando miras para atrás, pero el año pasado lo sufrimos», analiza Rabaseda, al tiempo que agrega que «con España fue un verano histórico e inesperado, algo increíble para mí después de tantos años yendo a la selección en categorías inferiores, luego en las ventanas de clasificación para el Mundial y con muchos veranos también ayudando a entrenar, pero quedándome a las puertas de entrar en el equipo... Este año poder entrar y, además, conseguir el resultado de ser campeones del mundo será inolvidable para mi familia y para mí. La verdad es que estoy muy contento de haberlo podido vivir y contarlo».

El alero catalán, que cumple su quinto ejercicio defendiendo la camiseta amarilla, saborea una Navidad más en Gran Canaria, donde reconoce que se encuentra «muy bien, no vine en pantalón corto porque había que hacer fotos porque lo habría hecho y también en camiseta de manga corta (risas). Nos está acompañando el tiempo y estoy muy contento porque vino toda la familia. Estamos muy felices de estar aquí».

Uno de los objetivos que se marcaba Rabaseda para 2019 era ampliar la familia con un retoño con ADN isleño, pero admite que se prolongará un poco. «Ya veremos, son cosas que van llegando. Este año termino contrato e intentas buscar la mejor situación para crear una familia, con esta expectativa de no saber qué puede pasar pues te echas un poco para atrás. Está claro que nos gustaría y en eso estamos».

Por su parte, Beirán, quien retornó este verano a la entidad claretiana tras cinco cursos en el Iberostar Tenerife, donde aterrizó tras otros cuatro en el Herbalife Gran Canaria, declara que «ha sido un año muy bonito, con ese Campeonato del Mundo que no olvidaré jamás y que supuso muchísimo para el baloncesto español y para mí».

«También el hecho de finalizar mi etapa en Tenerife, que fue muy buena y que fue muy complicado salir sentimentalmente por todo lo que había vivido allí, ha sido un año con cambios, pero pienso que he seguido creciendo», añade.

Al igual que Rabaseda, el jugador madrileño es sinónimo de trabajo y la recompensa se produjo al entrar en la lista definitiva de Scariolo para el Mundial. «No pensábamos ser campeones del mundo sino que íbamos a ir a un Mundial, que ya era un éxito enorme. Luego se dio la circunstancias de que logramos ser un equipo, jugamos bien y obtuvimos el oro».

Sobre una nueva Navidad en la isla, Beirán afirma que «la Liga no para, pero tenemos la suerte de vivir en una isla estupenda y que en diciembre suele estar muy bueno, lo que se agradece para no ponernos abrigos. Pude ir a casa el 24 (Madrid) y ahora a intentar ganar para terminar bien 2019. Ha sido un año muy bonito y queremos acabarlo con una victoria este sábado para terminarlo y empezarlo con una mejor cara».

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«Asimismo, quiero disfrutar de la familia que, un punto positivo dentro de lo malo de no jugar la competición europea esta campaña, es pasar más tiempo con ellos en casa».