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PEDRO REYES
Las Palmas de Gran Canaria.
Domingo, 8 de agosto 2021, 02:00
El primer periódico inglés de deportes, que se dedicó a todas las modalidades, fue 'The Sporting Magazine', que se fundaba al inicio de 1773 y cerraba sus puertas en 1870. Se publicaba en Londres y con periodicidad mensual. Su editor era John Whebl. Tenía una buena red de informantes, escritores y colaboradores por todo el país y pudo ofrecer una cobertura de eventos importantes para la época, de toda la geografía británica. Una parte de la información provenía de los propios lectores, a quienes instó a colaborar con el envío de material. El editor insistía que la información debía ser veraz y rechazaba cualquiera que le ofreciera un mínimo de dudas. A principios de 1820 era el cuarto periódico más vendido en la capital inglesa.
En su edición de julio de 1793, publicaba un artículo firmado por Alexander sobre la lucha canaria, sus luchadores y lo que significaba para los antiguos aborígenes de las islas. Este documento ha visto la luz gracias al investigador y alma mater durante muchos años de lucha leonesa, Antonio Barreñada, que lo ha cedido gustoso y que lo había recibido del luchador de luchas tradicionales, Ruslan Pashayev.
Se hacía eco de los episodios de lucha, de los pocos de ellos que queda constancia escrita, entre Adargoma y Gariragua- 'Guarinaiga' en el escrito- por un lado; el del propio Adargoma en Sevilla, cuando servía al arzobispo en su casa, ante un luchador manchego, y, por último, al protagonizado por Guanhaven y Caytafa.
Curiosamente, estos luchadores son todos de origen grancanario y los utilizó para hacer una comparación con un episodio de la vida del forzudo inglés Thomas Topham y su encuentro con un gran boxeador de la época, que tiene cierta similitud con lo ocurrido con Adargoma en la capital andaluza. El articulista inglés, solo cuenta una parte de esta última historia y posterga para otra edición del periódico, el resto, dejando a todo el que lo leían, intrigados. Ha sido uno de los primeros «continuará» que se conocen en prensa, lo que forzaría a los lectores a comprar el siguiente número para conocer el desenlace.
Este 'Canarian Wreftler' se convierte en uno de los primeros artículos de la prensa deportiva extranjera sobre la lucha canaria que se conozca y un documento de gran importancia, pues visibilizó el vernáculo deporte a nivel internacional, destacando, sobre todo, sus innumerables valores, dejando constancia para los británicos de cómo eran los luchadores de las islas.
«En tu ingenioso y entretenido relato del origen de la lucha libre (número III pág. 165) mencionas los logros de Milo de Crotona, J Coppe; de Great Torrington, Devon, y Blind Will de Cheriton, en el mismo condado, todos grandes atletas. Permítame, por lo tanto, que le proporcione otras hazañas extraordinarias de luchadores, extraídas de la Historia de Canarias y los registros de la Royal Society. Artemis, el primer rey único de ese país- se refiere a Gran Canaria-, fue el príncipe reinante cuando John Betancor invadió la isla». Así iniciaba Alexander su relato donde resaltaría a los aborígenes isleños, su lucha, su fortaleza, la nobleza, el honor y el respeto que tenían los luchadores.
Tras explicar cómo estaba dividida la isla administrativamente, seguía con los Guaires- Gayres para el articulista. «El más poderoso del distrito de Galoar- por Gáldar- era Adargoma y el principal de Telde era Gariragua; ambos con grandes rebaños de ovejas y cabras. Sucedió que sus pastores tuvieron una disputa sobre los pastos y sus señores acordaron resolver las diferencias mediante un combate de lucha. Adargoma era mucho más fuerte que Gariragua, pero Gariragua era superior en habilidad y técnica. Por tanto, saber quién iba a ganar fue complicado durante algún tiempo. Al final, la habilidad prevaleció sobre la fuerza y Adargoma fue derribado al suelo, pero valiéndose de su gran fortaleza, agarro a Gariragua con tal fuerza, que lo dejó sin aliento, exclamando: '¡No me mates, me doy por vencido!'».
Adargoma lo liberó de inmediato y resolvieron el asunto de manera amistosa. Tal fue la magnanimidad y generosidad de estos héroes, que cuando se le preguntó a Adargoma sobre el combate, dijo que Gariragua era el vencedor. Cuando se le hizo la misma pregunta a Gariragua, declaró que fue vencido por Adargoma».
Tras relatar como Adargoma cayó en combate, fue curado por las tropas conquistadoras y se convertía al catolicismo, narró el famoso episodio en casa del arzobispo de Sevilla donde servía.
«Un día, un famoso luchador de la Mancha, que era campesino y había oído hablar de su fama de luchador extraordinario, se presentó para desafiarle. Adargoma aceptó el reto, pero consciente de su superioridad le dijo: 'Hermano, ya que vamos a luchar como muestra de amistad, bebamos juntos'. El campesino aceptó y Adargoma tomando una copa de vino se dirigió a él y le dijo: 'Si puedes con tu fuerza impedirme llevar esta copa de vino a mi boca y beberla o hacerme derramar una gota, entonces lucharé contigo, pero si no es así, te aconsejaría regresaras a tu casa'. El campesino lo intentó, pero el efecto fue como si hubiera atacado a una roca y le bastó una mano para beberse su copa de vino, de una manera tranquila y sin inmutarse. El español, asombrado por su increíble fuerza, lentamente se marchó».
«Hubo también en Canarias otros famosos luchadores como Guanhaven y Caytafa- Huanaben y Caylafaya en el escrito-. Se desafiaron públicamente en algunas ocasiones y lucharon ante sus compatriotas que venían de todos los lugares para verlos como espectadores. Habiendo estado luchando mucho tiempo, sin que ninguno pudiera con el otro, la gente los separó. Guanhaven se dio cuenta que la fuerza de Caytafa no había disminuido en la luchada y sintiendo que la suya no era lo suficiente, para volver a luchar por segunda vez, por lo que dijo en voz alta ¿Te atreves a seguir mi ejemplo? Y Caytafa contestó, ¡Me atrevo!, dijo Caytafa. Guanhaven corrió al borde del precipicio y se tiró de cabeza. Caytafa avergonzado por verse superado, le siguió y ambos se despeñaron».
El artículo prosigue alabando la actitud de los canarios y lo que significaba la lucha para ellos, hasta que llega el instante, donde, también destaca a un compatriota. «Aunque estos canarios han dado muestra de un gran poder atlético, puedo relatarles las aventuras de un deportista, que reside cerca de la metrópolis, y que igualmente son asombrosas: Thomas Topham».
En esta ocasión comienza el relato y explica como Topham, que hacía exhibiciones de su fuerza, un día es retado por un famoso boxeador, al que ignoró ya que no lo conocía y no había tenido nada con él nunca.
Dado que no le hizo caso, le llamó 'cobarde' y el propio Topham, coge una copa y la aplasta con una mano. Aquí acaba el relato y deja a medias e intrigados a los lectores, instándoles a comprar el próximo número del periódico para averiguar el final de la historia.
La importancia de este artículo, está en comprobar como ya desde el siglo XVIII, la lucha canaria fue conocida en el exterior, más allá de algunos libros de historias, al ver la luz en un medio de comunicación que tenía con gran aceptación y donde se destacaban los valores que ella impregnaba a los bregadores , que es la gran riqueza del vernáculo deporte, una de las manifestaciones más importantes que nos han dejado nuestros antepasados y que ya desde el siglo XVIII, también comenzaba a ser considerada en el exterior. Un documento digno de estudio y de relevancia.
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