Sulián Matienzo dejará el Olímpico y jugará la temporada que viene en el Heidelberg, en lo que supone un movimiento sísmico entre los equipos grancanarios, ambos inmersos en las semifinales por el título de la Liga Iberdrola y con opción real de que disputen la gran final si salvan sus respectivos cruces. La receptora cubana (La Habana, 1994), una de las grandes individualidades del campeonato, ha decidido aceptar la propuesta que le extendió semanas atrás Mimi Peláez, director deportivo del Heidelberg, y protagoniza un bombazo en toda regla por su experiencia, calidad y destino.
No cambia Gran Canaria, donde se ha adaptado a las mil maravillas, pero sí de equipo, reforzando de manera estelar al conjunto de Barranco Seco y dejando un vacío de cuidado en el que, hasta junio, es su club, con el que ha amontonado títulos y distinciones de todo tipo desde que llegó en 2021.
Además del atractivo que ha ido adquiriendo en proyecto del Heidelberg en un último curso que le ha convertido en revelación del panorama nacional, la jugadora ha valorado, también, cuestiones de índole personal a la hora de ser receptiva con este interés y materializarlo ya de manera formal, con un acuerdo entre las partes que se anunciará en cuanto se cierre el calendario. En el Hidramar son conocedores del destino de su estrella y, pese al impacto de la noticia, pues era intención retenerla por su rol y ascendente, no han podido hacer nada para evitar su marcha.
Matienzo se ha propuesto finalizar la temporada sin distracciones, fiel a su profesionalidad y competencia, y no quiere más comentarios que los relacionados con la eliminatoria frente al Avarca Menorca que arranca este sábado.
Eso sí, ha hecho compatible la rutina diaria de entrenamientos y concentración con asuntos relacionados con su futuro, hasta el punto de estar inmersa con competición con el Olímpico ya con su porvenir ligado al Heidelberg.
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