No es nada fácil hacer lo que Gabriel Viera García (@gabrivieraa en Instagram) ha hecho en la Transgrancanaria. En 2024 se convirtió en el corredor más joven en terminar la modalidad 'Classic' y este año acaba de cruzar Gran Canaria de norte a sur tras más de 126 kilómetros siendo el primero en la categoría juvenil aunque el premio se le olvidó recogerlo porque «estaba destruido». En este mundo le metió su abuelo: «Lo hago todo por él».
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Este grancanario de tan solo 20 años confiesa que lleva el deporte «en vena» desde que era un niño. Tanto es así que llegó a jugar en la cantera de la UD Las Palmas y en las categorías inferiores de la selección canaria, pero era incompatible con correr y tuvo que escoger un camino. Se eligió a él y a la montaña.
«No fue fácil tomar la decisión, pero era complicado compaginar ambos deportes», recuerda Gabriel desde el otro lado del teléfono aunque prefiere que le llamen Gabri. «Desde que era pequeñito he estado relacionado con la naturaleza, parte de mi familia es de Fontanales -un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Moya- así que he crecido en la montaña, ya sea corriendo o montando en bicicleta», señala mientras da un paseo y estira las piernas, fatigadas tras haber finalizado el pasado sábado 22 de febrero la carrera con un tiempo de 22 horas 19 minutos y 38 segundos.
Gabri está estudiando un curso superior de puente para ser patrón de altura en Lanzarote. «Ha sido bastante difícil entrenar por aquí porque no hay mucho desnivel, pero siempre que podía me iba los fines de semana a Gran Canaria y allí hacía un entrenamiento de calidad», comenta. La carrera, que salió desde Las Canteras y acabó en Maspalomas, acumuló un total de 6.866 metros de desnivel positivo. Los participantes tienen un tiempo máximo de 30 horas para completarla.
«Siempre había ido a la salida de la Transgrancanaria cuando era menor de edad y se me ponían los pelos de punta al ver a los corredores con los frontales y sus chalecos», asevera el joven que nada más cumplir los 18 años se apuntó sin decírselo a sus padres. «Cuando se lo conté lo afrontaron muy bien, me dijeron que estaba algo loco pero me apoyaron mucho. Sin ellos no hubiera conseguido acabarla», cuenta emocionado al recordarlo.
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126 kilómetros
La prueba salió desde Las Canteras y acabó en Maspalomas.
22:19':38'' Tiempo final
Gabri Viera tardó en completar el recorrido en poco más de 22 horas.
6.866 metros
El desnivel positivo casi alcanza los 7.000 metros.
La familia es una parte elemental de los corredores y corredoras que afrontan una carrera de ultradistancia. En cada avituallamiento de la 'Classic' está permitida la asistencia externa a excepción de Ayagaures y El Hornillo. A Gabri Viera esos momentos junto a sus seres queridos le daban «fuerza y optimismo» y más este año que sufrió un dolor de barriga muy fuerte cuando 'solo' llevaba unos 23 kilómetros. Se encontraba llegando a Arucas y por su cabeza pasó retirarse. «Creo que la culpa pudo haber sido un exceso de hidratos antes de la carrera», reflexiona Viera.
«A nivel psicológico fue muy duro, me quedaba toda la prueba por delante, pero me mentalicé y tiré de cabeza. Al final me ocurrió algo que no estaba en mis manos». El malestar no se le pasó hasta Ayagaures, cuando ya llevaba en sus piernas más de 110 kilómetros recorridos. «Me decía constantemente a mí mismo que había entrenado mejor que nunca, que no me podía retirar, que lo iba a conseguir», recuerda con voz enternecida.
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Y vaya si lo superó. En Tejeda la barriga «empezó a mejorar» y por primera vez vio la luz y la esperanza de llegar a meta. Allí le esperaban familiares, amigos e incluso desconocidos que no pararon de gritarle mientras recorría los últimos metros: «En Parque Sur estaba toda mi familia. De hecho, mi mejor amigo Felipe, mi primo Leandro y mi pareja Carla estaban esperando mi llegada disfrazados». Ellos, junto a sus padres y su hermana, fueron los pilares a los que se agarraba cuando pensaba en abandonar la prueba. Sin olvidarse de su abuelo, que fue quien le dio «esta cabeza tan grande» y el amor por el fútbol y la naturaleza.
Por la mente de un corredor pasan infinidad de pensamientos durante la competición. «En las carreras de montaña siempre me pregunto por qué hago esto», exclama el joven deportista. Sin embargo, cree que la ultradistancia «te quita el ego» y te «desnuda» por completo.
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Ya tiene en mente sus próximos objetivos: 101 kilómetros en Ultra Sierra Nevada y posiblemente haga la Transvulcania. No puede parar: «Corriendo valoro cosas que en mi día a día no me doy cuenta».
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