El noble gesto del portero de la Selección de Balonmano que se ha hecho viral, ¿sería posible en el fútbol?

La Selección Española de Balonmano consiguió un merecido y heróico empate en los minutos finales ante Suecia (29-29), en un partido que se disputó en la noche de este lunes y que tuvo un final apoteósico que permitió a España conseguir un punto de oro y pensar en la ronda principal del Campeonato Mundial de Balonmano Masculino de 2025. Competición que se encuentra celebrándose en Croacia, Dinamarca y Noruega conjuntamente. El portero, Gonzálo Pérez de Vargas, fue el jugador más destacado de la noche en el combinado español, tanto por sus paradas para mantener viva a la selección como por su gesto de 'fair play' con un jugador rival. Esto hizo que fuera elegido como el MVP del encuentro.

Corría el minuto 10 de la segunda parte, con un 20-14 en el marcador para el equipo sueco, cuando el árbitro señaló penalti para Suecia. El jugador nórdico, Hampus Wayne, se dispuso a lanzar desde los 7 metros con la mala suerte de que el balón impactó en la cara de Pérez de Vargas. Ante esta situación el árbitro decidió mostrar la tarjeta roja y expulsar al jugador escandinavo.

El portero español se dirigió directamente al árbitro para advertirle de que no había sido un lanzamiento intencionado a la cara, que le había golpeado en el brazo y, desafortunadamente, el rebote acabó dando en su cara, lo que hizo anular directamente la tarjeta roja al jugador sueco. Ante este gesto, Wayne reconoció el gesto inmediatamente a su compañero de equipo (ambos forman parte del Fútbol Club Barcelona de la Liga Asobal) dándole la mano y agradeciendo su sinceridad.

En el balonmano se castiga con tarjeta roja el hecho de apuntar a la cara de un portero durante un penalti. Esta norma se ha implementado con el objetivo de salvaguardar la integridad de los porteros, puesto que un balón de balonmano pesa en torno a 450 gramos y viajan a velocidades de más de 100 km/h, por lo que el impacto en una zona de alto riesgo y vulnerabilidad como es la cara puede acarrear consecuencias graves.

Muchos jugadores, entre ellos José Javier Hombrado, ex portero de la selección española de balonmano, con más de 260 internacionalidades, han sido muy críticos con la norma puesto que «estás haciendo la portería más pequeña para los jugadores porque el portero ya sabe que no le vas a tirar de cintura para arriba», añadía el canserbero español en una entrevista para MARCA.

En un deporte como el balonmano o el tenis, que destacan por encima de otros por estar repletos de deportividad y nobleza durante sus encuentros, es imposible ver a un jugador decirle a otro del equipo contrario que van a «bajar a segunda», ver insultos entre rivales, dirigirse a la grada con ánimos de provocar o fingir agresiones y faltas para tratar de engañar al árbitro. En el fútbol, desgraciadamente, ni es noticia cuando pasa porque se han normalizado este tipo de comportamientos.

El gesto de Pérez de Vargas no es un gesto habitual en el balompié, donde, sobre todo antes de la llegada del VAR, los jugadores buscaban beneficiarse de cualquier situación del juego, como el famoso gol con la mano de Maradona en los cuartos de final del Mundial de México 1986 contra Inglaterra o fingir en el área cualquier tipo de contacto, buscando que el árbitro picara y señalase penalti.

Pero estas conductas antideportivas no son solo culpa de los futbolistas, puesto que las personas que forman parte del ecosistema del fútbol no son capaces de condenarlas, al contrario, incluso las engrandecen (ese gol de Maradona ha sido nombrado como 'La Mano de Dios'), permitiendo e incluso fomentando que estas acciones se sigan dando a diario en el deporte rey.

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