ÓLIVER SUÁREZ ARMAS
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 14 de septiembre 2021, 01:00
Un francotirador que dejó una huella imborrable en el Club Baloncesto Gran Canaria. El exjugador argentino Jorge Racca defendió la camiseta amarilla durante dos temporadas (1998-2000) y su recuerdo permanece en el Centro Insular de Deportes. Un periplo en el que el plantel denominado Canarias Telecom y entrenado por Manolo Hussein tocó el cielo de disputar la Copa del Rey y el Playoff por el entorchado de la ACB -fue séptimo con un balance de 19 triunfos y 15 derrotas-, clasificándose para disputar la Copa Korac.
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«Me trae un recuerdo hermoso. La verdad es que al venir acá a uno se le viene la imagen de aquellos pabellones siempre llenos y a tope. Me trae una emoción porque fue el primer club que me cobijó cuando vine a España. Dejé a mi familia atrás y el cariño que me dieron, sobre todo, el público, los dirigentes, los compañeros... Fue algo imborrable. Eso es lo que me hace volver por Gran Canaria», analiza Racca, quien se encuentra de vacaciones en la isla, mientras contempla el CID desde el exterior y recorre las entrañas por las que tantas veces accedió a una instalación con muchos momentos para el recuerdo.
El exterior de General Pico, en la provincia de La Pampa, aterrizó en la isla procedente del Quilmes de su país, donde había exhibido sus cualidades para dar un gran salto en su carrera. El exdirector deportivo claretiano, Berdi Pérez, acechó con tiempo a una pieza que se convirtió en capital con el paso del tiempo.
«El primer año fue de adaptación, de acoplarme a la Liga, sobre todo, la primera parte del año. Cuando pude volver, que me dio permiso el club en diciembre porque hubo un parón para estar con mi familia, eso me dio el empujón final que necesitaba en mi primer año fuera de Argentina», argumenta, al tiempo que añade que «ya en la segunda etapa lo hicimos bien, con una gran segunda vuelta. Cuando arrancamos en la pretemporada se veía que era un equipo que iba a pelear el Playoff y la Copa del Rey. Fue una muy buena segunda temporada».
Racca promedió 12.7 puntos y 10.4 de valoración en un primer ejercicio en el que el Granca se quedó a las puertas del torneo copero y sufrió de lo lindo en la segunda vuelta para mantener la categoría, con varios cambios en la plantilla y una racha negativa de diez derrotas consecutivas.
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Sin embargo, todo fue diferente en la campaña 1999-2000, ya que firmó 17.4 puntos y 14.6 de valoración por duelo, obteniendo el billete para la Copa del Rey en Vitoria, donde cayó ante el Caja San Fernando sevillano (71-60), y para el Playoff, donde el Real madrid no tuvo piedad en una serie al mejor de cinco (3-0).
Se perdió, pero esa hazaña está en los libros de historia del Club Baloncesto Gran Canaria.«Rompimos un poco ese molde porque, si bien el Granca tenía una muy buena base deportiva, le faltaba ese plus para meterse en aquellos tiempos. Creo que combinamos muy bien, Manolo Hussein hizo un gran trabajo físico y de baloncesto, pudimos plasmarlo el segundo año siendo un equipo veloz, con mucha dinámica, que defendía y atacaba bien, logramos ese equilibrio entre defensa y ataque, y eso nos permitió ser muy competitivos, ganar a grandes equipos, perderle el miedo al Barcelona, al TAU Vitoria, al Valencia...», afirma.
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Su conexión con la afición fue un flechazo desde el primer instante y así lo expresa. «Recuerdo ese pío, pío que prácticamente no te dejaba ni hablar con tus compañeros. En el partido contra el Barcelona, que estaban comenzando Gasol y Navarro, llegó el momento definitorio y hablábamos por señas porque no nos escuchábamos. Era tanta la presión y el aliento, me acuerdo cuando empezaba la gente a zapatear y cantar el pío, pío no permitían comunicarnos», argumenta.
Precisamente, ese día ante el Barça (67-66) no se olvida tan fácilmente. «Era dar el paso adelante, el hecho de decir el Granca está acá... Decir que queremos estar en el Playoff. Recuerdo ese partido, un golpe de autoridad, también le ganamos al Madrid en su cancha... Hicimos una Liga muy buena, peleando cara a cara con cualquiera de los rivales», dice.
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Jorge Racca reconoce que «cuando empecé acá, los primeros partidos me costó la adaptación y la gente cuando pasaba a mi lado me decía: «venga Racca, que eres una estrella». Y yo decía si estoy jugando mal. La gente te daba ese aliento, cuando realmente pude encontrar mi juego llegó ese partido contra el Barcelona. La gente estaba enloquecida y ganamos. Me quedo con esa explosión de emoción y también con el partido ante el Valencia que nos dio la clasificación para el Playoff. Fueron partidos que hay que vivirlos, hay canchas en toda España muy bonitas y amplias, pero como el CID con la afición toda vestida de amarillo son experiencias que un jugador sueña con vivirlas y estar ahí».
Muchos lo llamaban Batman y otros el Bombardero de La Pampa. «Pampa porque vengo de La Pampa y Batman me lo puso un entrenador de la selección argentina, me decía: «venga Batman, es todo tuyo el partido», porque en los momentos claves me daba un chute de motivación», aclara.
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Racca se muestra feliz por el crecimiento de la entidad en la ACB y en Europa. «Me da una gran felicidad porque he visto el trabajo que han hecho Berdi, Lisandro, Joan... Un montón de gente que ha trabajado por el club. Lo vi comenzar y todo ese sacrificio de años, el Granca ya es uno de los equipos grandes de la ACB y me llena de orgullo haber empezado con ellos, haber puesto mi granito de arena y ser parte de la historia del club». Jorge Racca siempre será mencionado con admiración.
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