La incertidumbre condiciona a un Granca que sigue aislado y sin resultados PCR

Un mes de auténtico vértigo, con nueve partidos entre la Liga Endesa y la Eurocopa, observa con incertidumbre el devenir del Herbalife Gran Canaria, obligado al aislamiento por el positivo por la covid-19 del pívot polaco Olek Balcerowski en la previa del compromiso liguero ante el Real Madrid, previsto para el pasado domingo a las 17.30 horas.

El protocolo de la ACB se activó y se aplazó el compromiso ante el cuadro de Pablo Laso, realizando el cuerpo técnico y la plantilla claretiana nuevos PCR el domingo -Balcerowski permanecía con fiebre- para aclarar la vuelta al trabajo. Un aspecto que, a la espera de que los resultados fueran favorables, estaba prevista para ayer en sesión vespertina en el Gran Canaria Arena, con la intención de comenzar a preparar el choque de la segunda jornada del grupo D de la Eurocopa ante el Nanterre 92 francés, programado para mañana, a partir de las 20.00 horas, en el recinto de Siete Palmas.

Sin embargo, por la complejidad de la operación de los test, cuyos resultados son analizados en Tenerife, el Club Baloncesto Gran Canaria no recibió los resultados -lo hará hoy por la mañana- y la actividad del primer equipo continúa parada en una nueva normalidad a la que hay que acostumbrarse y cuya dificulta se multiplica en los equipos que compaginan dos competiciones.

El rival europeo que entrena el experimentado Pascal Donnadieu, ajeno a esta situación que rodea a la actualidad del Granca, emprende hoy el desplazamiento a la isla, donde aterrizará al mediodía después de llevar a cabo una escala en Barcelona, teniendo previsto ejercitarse por la tarde en el Gran Canaria Arena.

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Se da la circunstancia de que, en caso de que no se dispute el encuentro por darse positivos, la entidad amarilla deberá asumir los gastos del club francés.