Robert Lewandowski vuelve a ser el delantero que atemorizó al Viejo Continente. El delantero polaco ha comenzado la Liga como un tiro y apenas dos ... partidos le han bastado para dejar claro que va a ser un referente en la nueva era que ha iniciado Hansi Flick en el Barcelona. Marcó un doblete capital en Mestalla para que su equipo empezara con buen pie y el sábado, frente al Athletic, volvió a ser uno de los más destacados y acabó logrando el gol del triunfo, el tercero que anota en las dos primeras jornadas.
«Estoy muy contento con Lewandowski. Trabaja, entrena muy bien y también presiona muy bien. Conozco al mejor Lewy y lo estoy viendo aquí también», afirmó Flick tras el triunfo de su equipo ante el Athletic. El técnico germano se mostró satisfecho después de un partido en el que los suyos mostraron un juego coral, con todas las señas de identidad que él pretende implantar y con Lewandowski convertido en capitán general, el 9 que necesita para que su equipo sea eficaz en el área rival.
Y es que Lewandowski fue ante el Athletic todo lo que tiene que ser un delantero centro del Barcelona. A la capacidad innata que tiene para ser determinante en el área, el polaco ha añadido ahora una capacidad de asociación que le permite ser mucho más partícipe del juego. Además, Flick ha alterado la presión que realizaba Xavi Hernández para que, a sus 36 años, no sea él quien lidere todas las expediciones para intentar robar la pelota. Lamine Yamal y Ferran Torres cumplen con esa misión en los extremos y Raphinha, uno de los más destacados el sábado, abarca muchos metros para intentar asfixiar al rival.
«Es una suerte tener un jugador como Raphinha. Puede jugar en cualquier posición y va muy bien a la presión», dijo Flick del brasileño. La posición novedosa de Raphinha permite a Lewandowski recorrer menos metros en la presión y estar más fresco allí donde es más determinante. Se pudo ver ante el Valencia, donde estuvo omnipresente, y también contra el Athletic. Ernesto Valverde no pudo frenar un vendaval que casi siempre acababa en el polaco.
Estrelló dos balones en la madera, pudo marcar en un disparo que salvó de forma milagrosa Padilla y acabó por hacer el tanto que significó los tres puntos y la reconciliación con una afición que quedó en estado de shock tras el varapalo del Joan Gamper contra el Mónaco. Ese traspié ahora es historia. El Barça ha sumado seis puntos de los seis primeros que ha disputado y ha recuperado la pólvora de su hombre gol, una circunstancia que ya se empezó a atisbar en la recta final del pasado curso.
Lewandowski finalizó muy bien la temporada, alcanzó las 26 dianas entre todas las competiciones y se presentó en la pretemporada con la idea de volver a mostrar su mejor versión de la mano de un técnico que ya conocía de su paso por el Bayern de Múnich. Con Flick, el polaco cuajó la mejor temporada anotadora de su carrera logrando la friolera de 55 goles y 10 asistencias en 47 partidos, unos guarismos que su nuevo entrenador no olvida y que sabe que son una garantía para la nueva etapa que acaba de empezar en el Barça.
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