La Policía alemana dispara contra un hombre que amenazaba con un pico a hinchas antes del Polonia- Países Bajos

Un portavoz policial explicó a los medios de comunicación que el agresor salió de un local en actitud amenazante con un pico en las manos y un cóctel molotov en su mochila. En la zona había un amplio despliegue policial como medida de seguridad antes de la celebración del partido y para evitar incidentes entre ambas aficiones. Los policías se percataron de inmediato de la presencia del hombre, se acercaron a él y le conminaron a que depusiera su actitud. Las fuerzas de seguridad alemanas están en alerta ante la amenaza de atentados terroristas durante el torneo. Por ese motivo, después de insistir en varias ocasiones para que soltara el pico y una vez comprobado que el individuo «no hacía sino incrementar la situación de amenaza», los agentes hicieron uso de sus armas reglamentarias, señaló el portavoz de la policía.

El tabloide Bild destacó en su edición digital que los policías hicieron primero uso de sus aerosoles de gas pimienta para neutralizarle. Poco después y según testigos policiales pudieron escucharse hasta seis disparos. La policía explicó que el agresor fue alcanzado en una pierna y trasladado a un hospital donde fue intervenido poco después. Igualmente señaló que se desconocen los motivos o causas de la actitud agresiva del sospechoso, que el caso está siendo investigado y que, de momento, no se descarta ninguna hipótesis sobre sus intenciones. En principio, las autoridades subrayaron que no parece tener relación alguna con el encuentro de la Eurocopa en el estadio del Hamburgo.

A escasos metros del lugar de los hechos, en la calle de la Reeperbahn miles de aficionados al fútbol se reunieron para ver el encuentro que disputan desde las tres de la tarde Polonia y los Países Bajos en pantallas gigantes. «Para asistir al evento hay que pasar varios filtros de seguridad y está bien protegido», subrayó la policía de Hamburgo en la plataforma X. Poco antes del comienzo del partido miles de aficionados de Holanda y Polonia marcharon por el barrio de Sankt Pauli coreando eslóganes de ánimo para sus equipos para dirigirse al estadio del Hamburgo. Cuando se produjo el incidente con el sospechoso que resultó herido los últimos aficionados holandeses subían al tren de cercanías para acudir al campo sin que se percataran del suceso, apuntó la policía.