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Diego Martínez, entrenador de la UD. Cober

Entrevista a Diego Martínez

«Este equipo ha roto etiquetas»

Fútbol ·

Diego Martínez, entrenador de la UD, resalta la evolución vivida en el mes y medio de su gestión

Kevin Fontecha e Ignacio S. Acedo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 19 de noviembre 2024, 18:14

Sonriente, optimista y en ropa de faena pese a que hace horas que terminó el trabajo de campo. Así recibe a CANARIAS7 en Barranco Seco Diego Martínez, el técnico que ha comandado el viaje de un equipo que heredó en situación terminal y que ahora ha recobrado la respiración en la clasificación tras sumar nueve de los últimos doce puntos.

«Nos costaba ganar...Ya ganamos. Fuera parecía que costaba más... Puesto que también hemos sido capaces de ganar fuera. Que había problemas con el gol, hemos hecho seis en dos partidos lejos de casa y ante rivales como Valencia o Rayo. El equipo ha roto etiquetas y códigos. Estamos mejor que antes pero queda muchísimo y tenemos que focalizarnos en lo que viene», asegura.

Martínez, «encantado» de estar en la UD y ejercer en lo que considera «un paraíso», quiere que «la resaca emocional de los partidos dure lo menos posible» para que está UD mantenga el vuelo.

Resalta, además, el cariño que ha recibido de la afición «desde el primer día» y enfatiza la importancia de «estar unidos» para «disfrutar de cada reto y capítulo» que brinda el calendario.

Feliz de hacer caso a la «intuición» que le hizo, junto «a la suma de otras cosas», aceptar el reto de la UD, ve «muchísimo margen de crecimiento» en su grupo de jugadores.

–¿Qué rasgo distintivo tiene ahora la UD que tenga su sello? ¿Qué encontró y qué le hace sentir ahora que el equipo tenga su identidad como entrenador?

–La victoria tiene un solo sentir y ningún apellido. Es la UD. No creo mucho en estas valoraciones, y menos con un mes de trabajo. Cuando llegamos nos encontramos una situación muy difícil, límite. Un estado de ánimo complicado. 23 partidos seguidos sin ganar son muchos y para un deportista es muy complicado. Intentamos hacer 'click'. Pero esto depende de muchos factores en la vida, no solo de un resultado. Para conseguirlo hay que hacer un buen partido al menos en esas cosas que necesitas para poder ganar. No conozco a ningún equipo como nosotros, que luche por la permanencia, y que sea superior al rival los noventa minutos.Eso no existe. Ni siquiera en los equipos de mayor nivel de la Liga. Lo técnico, táctico y lo anímico va de la mano. Disociarlo es imposible. Es una mejora de pequeñas cosas en el día a día. Muchos pequeños detalles, si los sumas, dan un gran detalle. Forjar una mentalidad como equipo. Eso era muy importante.

–Al equipo se le ve un orden dentro del campo. Usted lo ha puesto sobre el césped. ¿Fuera ha tenido que hacerlo para que se plasme en la cancha?

–Creo más en la palabra organización que en el orden. El fútbol es libertad y talento. La organización da espacio para la libertad y el talento individual. Eso es lo que nosotros buscamos. Tenemos que intentar jugar todos el mismo partido. Queríamos estar más juntos. Sincronizar las líneas. Viajar más juntos, tanto en ataque como en defensa. Añadir registros al equipo. Si podíamos hacer un ataque rápido por los espacios, hacerlo. Poder defender tanto en bloque alto como bajo. Sacar partido al balón parado. Ser mejores en las áreas. Eso es lo que hemos intentado y el equipo lo ha ido consiguiendo. Los procesos y las mejores son difíciles que sean lineales. Pero la tendencia es ascendente. Yla organización tiene que ver en potenciar también lo individual. Si defendemos mejor es porque atacamos mejor, una cosa retroalimenta a la otra. Cuando uno está en dinámica negativa hay que simplificar y clarificar cosas. Que juguemos los once el mismo partido, no jugar once partidos distintos.

–¿Ha tenido que cambiar fuera algunos hábitos del grupo?

–Esto es como preguntar, tu casa es ordenada o desordenada... Yo no estoy en la casa de los demás, depende de con quién la compares. Nos gusta que el equipo coja una serie de hábitos para que el equipo coja una cultura de trabajo que nos potencie todo. El equipo está por encima de todos. La pregunta que hace el periodismo y que los jugadores también hacen es, ¿qué puede hacer el equipo por mí? Y es al revés. ¿Qué puedo hacer yo por el equipo? Ese cambio de enfoque es lo que hay que trasladar al día a día. Desde la alimentación, suplementación, trabajo en el gimnasio, recuperación, vídeos, charlas... Eso debe impregnarlo todo. Apartir de ahí creemos en la metodología de trabajo adaptada a la medida del contexto y la idiosincrasia en la que estamos. Estas primeras semanas han servido para conocer. Te vas conociendo conforme vas siendo. Esto es el fútbol. Hay factores externos que influyen, pero Barranco Seco es un centro de alto rendimiento para sacar lo mejor de nosotros mismos, donde queremos ser felices, tener buena química y con trabajadores excelentes, que nos ayudan a desarrollar nuestra profesión.

–Habla del estado anímico y de las dinámicas. Llegó cuando la UD llevaba ya 23 partidos seguidos sin ganar, ¿estaban los futbolistas tan abatidos como se podía palpar desde fuera?

–No lo sé. Puedo hablar de lo que vi cuando llegué. Y lo que vi fue un equipo con mucho talento, compromiso, sano y con ganas de reivindicarse. Con esos ojos he mirado yo a mi plantilla.

–¿Cómo se ganan los jugadores su confianza y cómo podrían perderla?

–Somos profesionales, exigentes, pero nos gusta empatizar y conectar con el jugador. Somos personas. Lo primero es la persona y luego está todo lo demás. Todo esto acaba de empezar. Sería incoherente, nos queda mucho camino juntos. Ojalá sea igual o mejor a nivel productivo. No solo cómo jugar. También hablo de convivir, de cómo prepararse, cómo conectar a nivel emocional. Esto es una cuestión del día a día. Pero por encima de la persona está el equipo. Todos somos necesarios e importantes.

–¿Hubiese firmado estos números?

–No firmo nada antes de los partidos. Sí que habría firmado un doce de doce -ríe a carcajadas-. Es broma. Tuve un presidente que miraba el calendario y me decía, de ahí, vamos a ganar 15 puntos. Y yo le decía, pero son 12. Y me respondía, da igual, nosotros vamos a ganar los 15. Evidentemente, todos hubiésemos firmado estos nueve de doce puntos y ganar el partido de Copa también por 0-7.

–¿Cómo ha digerido tantas alegrías seguidas? Evidentemente hay un merecimiento, pero fútbol tiene un componente de azar. ¿Cómo ha sobrellevado el vestuario esta transformación?

–El resultado es la combinación de muchos factores, eso va a existir siempre. Pero debemos sentirnos orgullosos. Remontamos el primer partido. Hacemos seis goles fuera de casa ante equipos superintensos como Valencia y Rayo Vallecano, que te llevan a un nivel físico brutal. Vas al Metropolitano, ante un rival de otra dimensión, y compites. Ganas en casa a un equipo Champions como el Girona. Hay muchas cosas positivas y cuando estás en una situación límite, hay que agarrarse a ellas. El equipo ha hecho muchas cosas buenas. Es imposible ganar nueve de doce en Primera sin hacer cosas positivas. Hay un factor suerte que no puedes controlar. Una cosa es lo cuantitativo y lo cualitativo. En lo cualitativo, tú sientes cuando tu equipo está mejor defensivamente. Y este equipo ha conseguido algo muy importante:romper barreras y etiquetas. Oye, 'es que este equipo fuera de casa...', pues ya se le ha dado la vuelta. 'Hace mucho tiempo que no tiene portería a cero', pues toma portería a cero. Hay tanto positivo que hasta parece que cuesta reconocerlo.

–Los resultados son siempre el mejor pegamento. ¿Ve en sus jugadores ese brillo en la mirada de saberse ganadores?

–El brillo en la mirada ya lo veremos en mayo, cuando consigamos el objetivo. Evidentemente no es lo mismo en las primeras semanas que ahora. Pero debemos tener cuidado. Ni en la victoria ni en la derrota podemos irnos a picos emocionales. Hay que canalizar esto y ser estables. Todo invita a la exageración, tanto en positivo como en negativo. Hay brillo en la mirada para trabajar mejor. Pero ya está. Cada semana es una historia nueva y un partido difícil para ganar. Son retos. Tenemos un equipo joven. No hay tiempo de distraerse. Ovamos al máximo nivel o no tendremos opciones de mantenernos.

Diego, con el balón en Barranco Seco. Cober

–Cierto es que todavía no se ha conseguido nada, pero el mero hecho de quitarse el cartel de claro candidato al descenso que se había puesto desde la península ya es un indicativo de que se están haciendo las cosas bien y se está en el camino.

–Lo seguimos siendo eh. Pero en una mejor posición que antes y con una confianza en nuestras posibilidades mayor. El equipo ha dado un paso adelante y respondido, consiguiendo una serie de puntos que nos meten en la pelea. Nosotros no miramos la clasificación. Este fue uno de los compromisos al que llegamos en la primera charla. Que ni ganando ni no ganando la miraríamos. Nosotros tenemos que hacer nuestro camino, da igual lo que hagan los demás. Esto es normal. Pero es que no sabes quién va a ser rival directo en mayo. Puedes intuir, sí, pero todo cambia mucho. Yno podemos distraernos con el ruido, por eso nos focalizamos en nuestro camino, que es lo único que podemos controlar. Vamos a luchar cada tres puntos al máximo, pero luego habrá épocas que el porcentaje de puntos logrados será menor. Eso no nos debe desviar.

–En Granada dicen que es el mejor entrenador de la historia del club. En el Espanyol su estancia estuvo marcada por desenlaces fatídicos en la portería.

–Tenemos dos porteros aquí magníficos. Además de Killane que se está desarrollando. Me llama la atención, se mentalizan el uno al otro. Colaboran para ellos, para el equipo. Tengo una tranquilidad terrible. Me parece una posición que es un gran éxito de la dirección deportiva y del club.

–No ha mencionado a Álvaro Valles. ¿Cómo se lleva el día a día con un arquero que no cuenta?

–Es una situación del club. Cuando llego, ya es uno más trabajando. Es cuestión del club. Con las cosas buenas que hay en el equipo, nos vamos a cosas... Está todo bien, con naturalidad. Hay cosas que, cuando llego, ya tenían decisiones tomadas. Es algo norma en el resto de equipos también. Es uno más. Ya está.

«Venir aquí era un desafío y queríamos reivindicarnos»

–En su presentación aseguró que venía porque le gustaban los retos. ¿Qué más le atrajo para venir a Las Palmas?

–El reto era mayúsculo. Creo en la intuición y me parecía que este equipo tenía las ideas claras. Así me lo transmitieron el presidente Miguel Ángel Ramírez, Luis Helguera y Patricio. Sabían lo que querían. Y que querían que fuéramos nosotros los que nos subiésemos a este proyecto. Eso, unido a que somos un equipo con mucho potencial de crecimiento, especial, con idiosincrasia marcada, donde aprender y un conjunto con talento... A eso le pones encima el desafío que suponía y a nosotros nos gusta reivindicarnos. Tiene que ver con la creencia y siento que nos podemos ayudar mutuamente. Este es un sitio donde podemos emprender un camino juntos bonito e ilusionante. Es difícil explicar con palabras. La Ciudad Deportiva es magnífica, el factor humano es muy bueno y gente alrededor del equipo que quiere sumar. Un club que quiere dar pasos adelante.

–¿Qué margen le ve de mejora a este equipo?

–No solo por el potencial de la gente joven que tenemos. La experiencia me dice que, si no los atosigamos externamente y respetamos su derecho a equivocarse, y los dejamos trabajar tranquilo, no sabemos a dónde pueden llegar. Ojalá sean todos. La realidad luego te dice que es muy difícil porque somos 25. Es imposible que jueguen todos, pero la temporada es muy larga y para mí son importantes los cambios. Que el que salga sea igual de importante que el titular. El fútbol moderno necesita equipos que dominen muchos registros. En eso tenemos margen de mejora. Y mantener lo que estmos haciendo ya es un reto. Ser más completos en todo.

–Moleiro está espectacular, Silva debutó con Portugal, Kirian va a más...

–El mérito es de ellos y te dejas en el tintero muchos jugadores de gran nivel. Esto es largo y habrá momento para todos. Entre todos debemos aprovechar los momentos de cada uno. El fútbol son momentos, estados de confianza, planes de partidos... El otro día le comentaba algo fundamental. Qué necesitamos para competir mejor y ganar partidos, mantener lo que necesitamos y hacia dónde queremos llevar los encuentros. Y lo que nos gustaría llegar a ser en un futuro. Intentaremos ser coherentes. Esto no es lineal, pero tenemos nuestra visión para completarnos. Si el equipo está mejor, todos somos mejores. Hoy, hasta el que no ha debutado, ya es mucho mejor. Y cuando haga falta, estará en condiciones de competir.

–Moleiro llega este miércoles a las 17.30 horas y solo tendrá dos entrenamientos para el partido de Mallorca. ¿Puede condicionar el once?

–No lo sé, veremos cómo llega. Además, me están diciendo que quieren meter a los otros y somos 25, ¿no? Aver si nos aclaramos -vuelve a reír-.

–Antes de que acabe el año vienen tres rivales al Gran Canaria que, teóricamente, van a estar en la película. Mallorca, Valladolid y Espanyol. ¿Da tiempo a pensar en eso?

–¿Quiénes vienen en el calendario? ¿Qué equipos son?

–Mallorca, Valladolid y Espanyol.

–¿Ah, sí? -ríe irónicamente-.

–¿No se ha establecido un parámetro de puntos antes de llegar al parón de Navidad?

–Que va, pero si ganar un partido era subir al Everest. Lo noté el día de la presentación en rueda de prensa. Un ambiente muy pesimista. Es normal. Por eso no podemos olvidarnos. Lo que ha hecho el equipo es algo extraordinario, por cómo estaba. Pero ni antes no podíamos hacerlo, ni ahora significa que lo vayamos a hacer siempre. El calendario, no existe. El Mallorca es uno de los mejores equipos de los últimos años, con grandes fichajes y un muy buen entrenador, Arrasate. El reto es mayúsculo. Solo pensamos en el Mallorca. Imagínate que el día de Valencia empezamos a hacer las cuentas aquí. Vosotros tenéis mucha experiencia, en años difíciles en Segunda y Primera, qué os voy a contar yo. Pero ya nos miran con más respeto y, sobre todo, con más registro desde el otro lado. Somos más imprevisibles. Tenemos más herramientas para afrontar los partidos y no dimitimos nunca de los partidos. Habrá momentos mejores y peores.

–¿A qué herramientas se refiere?

–Que las descubran ellos. Para eso están los analistas... les voy a hacer yo el trabajo, encima - ríe con fuerza-. Bastante tengo yo con ver las de ellos.

–¿Hay algún jugador que, por falta de minutos, le haya comentado que quiera salir?

–Estamos en noviembre. No pega. Tenemos una gran dirección deportiva. Para eso están ellos. Nosotros estamos para optimizar y exprimir lo que tenemos. El fútbol es tan maravilloso que en un mes puede cambiar todo, también para los futbolistas. Los roles no son permanentes. ¿Quién va a jugar?El rendimiento.

«El fútbol es tan maravilloso que en un mes puede cambiar todo»

–Sus antecesores siempre han halagado la pasión de la afición. ¿Ha tenido tiempo ya para vivir algún momento emotivo?

–Desde el primer día. Solo tengo palabras de agradecimiento. Y lo valoro todavía más en los peores momentos. Antes de Valencia ya había confianza, en el hotel. Creían en las cosas. Es una afición muy identificada y pasional. Lo he dicho mucho. La vuelta del partido contra el Atlético, la gente fue supercariñosa. Son detalles que ayudan a sentirnos unidos y fuertes en los malos momentos. Esto hace que, a final de temporada, seamos más fuertes para lograr el objetivo. Esto se transmite en la calle. Nosotros pelearemos por darle la mayor de las alegrías. Tendremos que estar unidos y la afición es fundamental.

–Para que la gente le conozca mejor, ¿cómo es Diego Martínez y cómo gestiona la urgencia, la vocación o el sufrimiento?

–Dar lo mejor de nosotros. Focalizar. Esto lo aprendes con los años. La resaca emocional. Eso debo transmitírselo a mis jugadores. Debe ser mínima, en lo positivo y en lo negativo. Siempre se puede sacar algo para reforzar. No nos podemos quedar anclados en un partido. Cada semana es un nuevo capítulo. Yo soy un apasionado de mi profesión y considero que es vocacional. Por eso me comprometo al doscientos por cien. He tenido ofertas en mi carrera y he entendido que no era el momento. Por eso he esperado. Sacrifico muchas cosas, pero nosotros somos unos auténticos privilegiados. Esto es mi vida. Y debemos quitarnos las etiquetas de los 'es ques'. Que si los viajes, que si fuera de casa... no, no. Vivimos en un paraíso. Horas de máximo rendimiento, pero esta profesión es preciosa.

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