Familia y club de un niño lesionado, a disgusto con la aseguradora

Fue hace dos sábados, en un partido de fútbol entre el San Fernando y el Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana. En un lance del juego se lesiona un jugador y la lesión parece grave. «Tenía la rodilla a la altura del cuádriceps», detalla su padre, Marcos Delgado. La instrucción de dos sanitarios presentes en el campo fue clara. «No lo toquen y llamen al 112». Y eso hicieron. Llegó una ambulancia, lo trasladó al centro de salud de zona y de allí, a un hospital.

Diagnóstico: rotura de fémur. Lo operan y lo dejan ingresado varios días. Pero luego la familia se enteró de que debían pagar el traslado en la ambulancia y también la asistencia en el ambulatorio donde lo vieron. El entrenador y el club empezaron a movilizarse e, incluso, a quejarse públicamente de la cobertura de la aseguradora, pero este lunes por la tarde la Mutualidad de Futbolistas respondió a este periódico que sí se hará cargo del traslado del menor al hospital, pero no del regreso a casa tras el alta.

El problema se origina, según cuenta Delgado que le explicaron, porque llamó al 1-1-2, una opción solo contemplada para tres casos: emergencia vital, pérdida de conocimiento o fractura abierta y sangrante. Como no se dio ninguna de estas situaciones, debió haber esperado a la ambulancia de la aseguradora, que, a su vez, lo habría trasladado a un centro concertado y no a un centro de salud de la red sanitaria pública.

Aquella negativa inicial de la cobertura conllevó una queja pública de Aníbal Díaz, entrenador del equipo cadete del CD Maspalomas, el club en el que juega el niño lesionado. Denunció en su perfil personal en redes sociales lo que entiende que es una «desagradable gestión de la mutualidad de futbolistas contratada por la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas», máxime cuando se trata de un niño de 14 años.

«Estamos desamparados como clubes», apunta Díaz. «Si no hay unión de todos los de la zona sureste, nos seguirán tratando de esta lamentable manera, por una ridícula norma y por ahorrar unos euros», de ahí que terminara su escrito con un llamamiento a la federación. Le pedía por favor que «no eluda responsabilidades y que asuma la parte que le toca», que «corrijan errores y busquen soluciones para mejorar este maravilloso deporte», pero desde el organismo federativo aclararon que el asunto está en manos de la aseguradora y que no depende de ellos. De hecho, es la empresa la que ha respondido a la consulta.

Marcos Delgado, padre del menor, confesaba su desconcierto porque nunca imaginó que al susto por la lesión de su hijo se le iba a sumar la reacción de la empresa aseguradora». «¿Qué íbamos a hacer, llevarlo en nuestro coche? Nosotros no sabíamos exactamente qué lesión tenía y los sanitarios nos advirtieron que no lo tocáramos». Es más, el entrenador relató en su escrito que hizo falta la ayuda de cinco personas para poder subirlo a la camilla «por los fuertes dolores y la dificultad de maniobrar por la postura» en la que quedó después de la lesión.

Tanto la familia como Díaz coincidían en apreciar la profesionalidad del servicio que se les prestó en el centro hospitalario con el que trabaja la aseguradora, una actitud que, según advertían, contrastó con la poca empatía de la Mutualidad, a la que Díaz atribuyó presiones al hospital para que mandara el niño para casa.

Antes de saber que al final la empresa pagará el primer traslado en ambulancia, pero no el segundo, al entrenador no le cabía en la cabeza esa posición de la aseguradora respecto a «un niño de 14 años con el fémur operado y con la pierna inmovilizada desde la cadera al tobillo». Lo cierto es que en el informe de alta los médicos han dispuesto que el menor deberá ir a las revisiones en ambulancia, un coste que tampoco asumirá la aseguradora, según critica la familia.

Desde la Mutualidad de Futbolistas aclararon este lunes que la empresa costeará el traslado en ambulancia del jugador al hospital, pero no la que se usó para su vuelta a casa, pues «una vez emitida el alta hospitalaria por parte del centro médico, la Mutualidad no cubre ni contrata el servicio de ambulancia para el traslado al domicilio del mutualista».

La aseguradora recordó, de entrada, que «las coberturas del Seguro Obligatorio Deportivo (SOD) están claramente establecidas en el Real Decreto que las regula». Y añadió que esta empresa, por su parte, se rige bajo un Reglamento de Prestaciones que recoge esas coberturas y que incluso las amplía en algún punto, «además de un protocolo de actuación en caso de accidentes, ambos remitidos a todos los clubes de la provincia al inicio de la temporada y publicados en la página web de la Mutualidad de Futbolistas».

La empresa subraya en un escrito de respuesta que «en ningún momento se ha ejercido presión alguna para que se procediera al alta hospitalaria». Y precisaron más. «Los mutualistas permanecen ingresados en el centro médico hasta que el equipo facultativo considera oportuno emitir el alta correspondiente».

En cuanto al uso de ambulancias, recordaron que el protocolo indica tres situaciones específicas en las que debe ser usada desde el lugar donde se produce el accidente deportivo hasta el centro asistencial concertado. Y que «en casos de urgencia no vital, si el informe médico así lo detalla, la Mutualidad asume el coste de la ambulancia, como ha ocurrido en este caso».

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