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Muy poco Granca para un derbi

Muy poco Granca para un derbi

Pesadilla de Navidad en La Laguna. El Herbalife Gran Canaria no dio la talla en el derbi que cerraba el año y cayó claramente derrotado ante un Iberostar Tenerife más enchufado, entonado y, sobre todo, entero físicamente que un cuadro claretiano sin gasolina para ofrecer su mejor versión.

Óscar Hernández Romano y San Cristóbal de La Laguna

Sábado, 30 de diciembre 2017, 22:38

Le faltaron muchas cosas ayer al Granca para jugar un derbi, una cita en mayúscula. Le faltó Albert Oliver, que aunque realizó la rueda de calentamiento no pudo ser uno más en la rotación; le faltaron piernas, mermadas sobremanera tras una triple prórroga sufrida hace solo unos días; y también le faltó ganas para, a pesar de las dificultades, disputar un triunfo -de esos que valen doble- a un Iberostar Tenerife ayer con mucho más de todo, especialmente acierto desde la línea de tres puntos, donde enchufó quince, por ocho de los amarillos.

La victoria lagunera fue tan clara que le sobraron dos cuartos al grupo tinerfeño. Sí, aunque suene a cuento chino. Beirán y White se encargaron de que fuera así con un sobresaliente acierto de tres que lo puede firmar cualquier equipo de Euroliga o NBA. El Santiago Martín, que se llenó para la ocasión, se frotaba los ojos con el 55-30 que reflejaba el luminoso, tras dos de los mejores cuartos que se le han visto al cuadro local nunca. Y menos en un derbi. Y ahí acabó todo. Así de fácil para los anfitriones y de duro para un Herbalife Gran Canaria al que ya solo le restaba tirar de orgullo para perder por la menor renta posible. Y aunque Eriksson se empeñó (terminó con 20 puntos) cualquier intento se quedó en nada.

El duelo fue intenso desde el salto inicial. Con las piernas frescas, laguneros y grancanarios apretaron al límite en defensa, una misión a seguir en ambos bandos desde la previa, y los primeros puntos costaron más de dos minutos en llegar (obra de Eulis Báez, desde la línea de tiros libres). Como buenos púgiles, el intercambio de golpes fue mutuo en los primeros minutos de tanteo. El equilibrio se mantuvo hasta que Javier Beirán -el examarillo que siempre se crece en los derbis y que salió con dosis extras de ganas tras perderse la cita del año pasado por lesión- enchufó dos triples seguidos, que sumado al de White obligaron a parar el partido a Luis Casimiro con 16-7 en el marcador, y 4.41 para sellar el parcial.

Reclutó tras la parada técnica el técnico de los claretianos a Oriol Paulí para dirigir al equipo. Oliver, que realizó la rueda de calentamiento, de momento aguardaba su turno en el banquillo. Con el joven catalán de director orquesta, el Granca jugó más fluido. Mientras Beirán, eso sí, seguía a lo suyo (21-12, tras el tercer triple del madrileño).

El Iberostar fue a más a base de su notable puntería de tres. Al acierto del exjugador amarillo se le unía el de su compañero White, que también sumaba tres canastas desde la línea de tres, y así, anotando fácil también desde cerca, los aurinegros mantuvieron la ventaja para anotarse el primer parcial (26-18), ante un Granca buscando aún su sitio en el derbi. Los locales habían salido mucho más enchufados y centrados. Su victoria parcial era justa.

Beirán, convertido ya en héroe local, abrió el segundo acto, cómo no con un nuevo triple con el que el Iberostar estiró su renta hasta colocar su mayor ventaja (31-18, con los primeros puntos de otro examarillo, Fran Vázquez).

Apretó las piernas y bajó el culo entonces el Herbalife en busca de recortar camino. Y la fórmula funcionó, de momento, con un 0-5 de parcial (31-23).

Pero la reacción, y la gasolina, duraron muy poco. Otro acierto lejano (este de Vasileaidis, que se estrenaba) y una falta y técnica señalada a Rabaseda, empujaron de nuevo a un Iberostar lanzado, más acertado y con un plus de energía más que al Gran Canaria le costaba mostrar (39-24, tras mate de Fran Vázquez, a 5.47 para el descanso).

Y fue a más el Iberostar. Sin rumbo, ni aparentes soluciones desde la banda, la escuadra aurinegra se gustó ante un pabellón que se llenó para la ocasión. Anotaron White y Vasileiadis, y la diferencia ya se tornó tan inusual como humillante para los amarillos (47-24).

Y aún hubo más. White las anotaba de todos los lados y colores; Vasileiadis enchufaba otra de tres tras pase por la espalda de Bassas, y Tobey, para los más despistado el cinco lagunero, también anotaba desde más allá de la línea de tres puntos (¡el 12 para los locales!)... 55-30 al descanso. La paliza era de las grandes. Y además justa.

Poco, o más bien nada, cambió en el regreso. Beirán anotó (que ya no era noticia). Y también White por dos veces (tampoco lo era). Y la distancia creció (61-30).

Eriksson, muy atado hasta ese momento por la defensa local, anotó dos triples seguidos para darle un respiro al Gran Canaria (61-36). Pero la cuestión, más que anotar -que también- era defender.

Casimiro tiró de todo lo que tenía. Poco, con la baja ya confirmada por ese momento de Oliver. Pero la renta era grande. Y el Iberostar no estaba por la labor de bajar el piñón ni en los tiempos muertos. 73-45 a falta de un cuarto. Una misión imposible para los amarillos a pesar de los buenos minutos de Marcus Eriksson (20 puntos por entonces).

Con la victoria ya el bolsillo de los tinerfeños y la grada en plena fiesta, el Herbalife tiró de orgullo para intentar, al menos, rebajar la sangría. Y en ello se puso (73-50, tras un 0-5 de parcial).

Mejoró su cara, su ambición y, sobre todo, sus ganas el Granca en los minutos finales. El cómodo tanteo ayudó también a la relajación lógica del Iberostar, con el trabajo más que realizado en los tres cuartos anteriores (76-55, a 7.19 para el final).

El coraje amarillo, que ahora anotaba más que su rival, le valió para recortar la distancia (79-57), pero no lo suficiente para inquietar a un grupo aurinegro que se limitaba a dejar pasar los minutos con la corriente muy a favor (81-60). Y cuando mejor cara dejó ver el Granca, ya era muy tarde para, tan siquiera, meterle el miedo en el cuerpo a un Iberostar que se lleva el derbi de manera justa (92-71). Todo un regalazo anticipado de Reyes para los laguneros. Y carbón para el Herbalife.

Ficha técnica:

Iberostar Tenerife (26+29+18+19): San Miguel (2), White (23), Beirán (16) Abromaitis (5), Tobey (15) -inicial-, Bassas (3), Vázquez (6), Vasileiadis (13), Allen (2) y Richotti (7).

Herbalife Gran Canaria (18+12+15+26): Mekel (9), Eriksson (20), Rabaseda (18), Báez (8), Balvin (2) -inicial-, Seeley (3), Pasecniks (3), Pauli (-), Fisher (4) y Aguilar (4).

Árbitros: Pérez Pizarro, Castillo y Más. Señalaron técnica a Rabaseda (min. 15).

Incidencias: Encuentro disputado en el Pabellón Insular Santiago Martín, ante 5.161 espectadores, según datos facilitados por del club.

Huracán bético

Franch, Kelly y Anosike dieron la primera ventaja al Real Betis Energía Plus (0-7 a 8.39), que se presentó en la isla sin el concurso del director de juego Draper. Rabaseda estrelló el casillero amarillo, pero Schilb, un viejo conocido que ya dejó a los locales con la miel en los labios durante su etapa en el Galatasaray turco al apearlo de su segunda final continental, y Franch finalizaron una nueva acción ofensiva (3-11 a 7.50). La puesta en escena del colista de la competición sorprendió y Anosike amplió la renta tras una asistencia del exterior internacional británico Luke Nelson, cedido por el Herbalife Gran Canaria al club sevillano (3-13).

Lejos de reaccionar, Nelson se convirtió en el quinto jugador visitante en anotar tras convertir un triple (5-16 a 6.27), obligando a Luis Casimiro a frenar la energía y el ímpetu de su contrincante.

Despertó el cuadro amarillo, que subió líneas en defensa y cerró el rebote para poder atacar con más fluidez, lo que unido al acierto de Oliver y Báez apretó el marcador (12-18), tras un parcial 7-2.

Quintana paró el duelo. Uriz y Schilb devolvieron los diez puntos de ventaja a un bloque con múltiples recursos para castigar (12-22), pero Pasecniks, Aguilar y Mekel capitanearon otro (19-22).

Cinco puntos consecutivos de DJ Seeley otorgaron la primera renta al Herbalife Gran Canaria en el arranque del segundo acto (24-22). El talento del jugador estadounidense decidía en el enfrentamiento individual con la promesa Nelson. Asimismo, la conexión Aguilar-Paulí dejaba dosis de espectáculo en el Arena, pero el Real Betis, esta vez por medio de Cruz, respondía para igualar a 26 puntos. La contienda estaba intensa e igualada en el propósito de imponer el ritmo para sumar un triunfo capital.

Pasecniks, desde la línea de tiros libres, y Aguilar, en transición tras una buena asistencia de Mekel, pusieron los ocho puntos de ventaja (32-26), pero de nuevo el experimentado Schilb sostenía a los de Quintana desde el exterior y la torre Golubovic en la pintura (32-31 a 3.56).

Balvin anotaba sus dos primeros puntos tras colgarse del aro bético después de conectar con un inspirado director de juego israelí, pero Schilb, Golubovic y Kelly, tras una genialidad de Franch, retomaron el mando (35-37), estando el Granca siempre a remolque en los primeros 20 minutos del compromiso.

El francotirador sueco Eriksson irrumpió (38-37), pero respondió Franch, quien sumó nueve puntos al descanso, para cerrar una gran primera parte de su equipo (41-41).

Tras la reanudación, Báez, Eriksson y Oliver salieron decididos a no dar tregua a su rival y, tras tres triples, retomaron el pulso del encuentro (50-43). Un movimiento en la zona del capitán Báez dio más tranquilidad a los pupilos de Casimiro (52-43), tras un parcial 11-2, pero el interior dominicano se sentó tras cometer la tercera falta personal.

Intensidad local

El Herbalife Gran Canaria intensificó la defensa y la renta no paró de crecer (56-47 a 4.44), mientras que el Real Betis Energía Plus se veía superado por el esfuerzo coral de una rotación más exigente.

Rabaseda conectaba con Pasecniks, colosal en su pugna con Golubovic (58-48), para situar los diez puntos de diferencia. Pero Schilb y Kelly oxigenaron a sus compañeros desde la línea de 6,75 en un instante clave (58-54).

Un 2+1 de Kelly y una pérdida de Balvin que finalizó Schilb sellaron un parcial 3-11 (75-79 a 4.11). El Granca se precipitó en ataque y el exNBA Kelly prosiguió con el sueño andaluz de asaltar el Arena, logrando su tercer triunfo seguido en la ACB (75-81).

El nerviosismo cambió de bando y, tras no convertir Oliver y Eriksson desde el exterior -10 de 36-, DJ Seeley cazó un rebote ofensivo para firmar un 2+1 providencial, aunque erró el tiro libre -el Granca falló 11- (80-81 a 1.48).

Nelson enseñó su potencial después de un canastón con la izquierda ante Pasecniks y Eriksson no se quedó atrás (83-83). Pero decidió Kelly con un triple estratósferico (83-90).

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