2015-2025: una década prodigiosa en Europa para consagrar al Granca

Ignacio S. Acedo

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 12 de abril 2025, 20:45

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No hubo opción ante el Hapoel de Tel Aviv en el intento de haber levantado la que hubiese sido la segunda Eurocup de la historia, pero en el Dreamland Gran Canaria la cabeza está alta y prevalece el orgullo de haber competido, un año más, a un nivel excelso a escala continental. Y no viene de nuevo esto de prestigiar el escudo más allá de España. Justamente ahora, a finales de abril, se cumple una década desde la recordada final de este mismo certamen ante el Khimki de Moscú, de la mano de Aíto García Reneses en el banquillo, y lo que entonces pareció un hito irrepetible, por la complejidad que implica avanzar hasta los partidos decisivos por el título, con Jaka Lakovic en la banda se ha convertido en rutina, como acredita su portentoso registro de dos finales en tres años y con el saldo dorado de haber ganado la primera.

En el club, con Sitapha Savané al frente, impera la satisfacción de haber consolidado la marca propia con la sucesión de éxitos en competiciones europeas. Porque, efectivamente, se considera un éxito haberse posicionado con esta rotundidad entre los mejores y superando las archiconocidas limitaciones presupuestarias en comparación a otros rivales que manejan recursos muy por encima de los disponibles aquí, sin ir más lejos un Hapoel cuyo entrenador, Dimitris Ioutidis, con cinco Euroligas como segundo de Obradovic y dos como técnico principal en el CSKA Moscú, se mueve en unos parámetros salariales que en el Arena darían casi para cubrir los contratos de toda la plantilla.

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Cinco semifinales en este tramo temporal y la recordada participación en la Euroliga, temporada 2018-19, añaden más lustre si cabe a estos diez años marcados a fuego por el salto de calidad que se ha dado al margen de la esfera doméstica y que contribuye a la deseada expansión y apertura de mercados y todo tipo de acciones promocionales de la entidad, asociadas, también, a esa labor de difundir el nombre de la isla y sus excelencias en cada uno de los países que visita.

Una ambición automatizada

La competitividad y ambición de ir siempre a lo máximo en cada frente que se encara, ya sea Liga, Copa o la mencionada Eurocup, suponen un sello instalado en la casa y que ha enraizado en el vestuario, donde los veteranos se encargan de contagiarlo a los que llegan. Se entiende como un beneficio añadido y que contribuye a que, año a año, el Granca siga acumulando gestas como las que lleva protagonizando largo tiempo.

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Y esa actitud ahora se traslada a la Liga Endesa, con la clasificación para los playoffs bien dirigida y la convicción de que pueden volverse a derribar barreras con la gasolina que ha dado la flamante condición de finalista europeo.