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Pedro Martínez, con gesto eufórico, junto a Matt Costello, otro ex del Gran Canaria EFE
Pedro Martínez: El cansancio no existe y otras frases de una leyenda

Copa del Rey 2025

Pedro Martínez: El cansancio no existe y otras frases de una leyenda

El técnico barcelonés, hoy líder en Valencia, construyó en tres etapas isla un equipo rocoso y respetado que sobre su pizarra imagino hacer más grande su historia

David Ojeda

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 11 de febrero 2025, 18:42

Cuentan algunos de los que entrenaban a sus órdenes sobre la vieja pista del Centro Insular de Deportes hace más de dos décadas que cuando el equipo llegaba a su límite físico Pedro Martínez siempre tenía una respuesta de hierro: «El cansancio no existe». Esa máxima se podría aplicar a un entrenador milenario, el que más partidos ha dirigido en la Liga Endesa entre los que están en activo, y que a sus 61 años no se cansa de pasar la vida de partido a partido. El próximo de ellos, este viernes sobre la pista central del Gran Canaria Arena y frente a un equipo del que es leyenda.

Porque Pedro Martínez no ha levantado trofeos con el pin de la isla en la solapa de la americana, como sí han hecho Luis Casimiro y Jaka Lakovic. Ni ha dirigido finales como le sucedió a Aíto García Reneses. Pero su nombre es imprescindible para entender como el Gran Canaria pasó a convertirse en las últimas décadas en el equipo de Canarias con más historia en la competición nacional.

Martínez Sánchez –Barcelona, junio de 1961– manchó su pizarra en 378 partidos como responsable técnico insular. Y bajo su mandato se perdió el miedo al vértigo, se ganó el primer partido de Copa y se cruzó la frontera de los cuartos de final en una eliminatoria por el título por primera vez. Suya es otra frase que se celebró en aquellos días de 2013, la de soñar mucho y dormir poco que fue un anticipo del cabeza fría, corazón caliente con el que Jaka Lakovic soñó –y logró– ganar la Eurocup de 2023 de la que parece haber pasado un siglo en estos días.

Es el propio Lakovic el que define a Martínez, al que describió de esta forma días antes de que la pasada temporada, dirigiendo a Manresa, fuera agasajado por uno de los equipos de su vida. «Es una leyenda viva. Es un entrenador excelente. Muchos entrenadores, incluyéndome a mí, lo miramos con lupa a ver qué hace, qué podemos copiar o qué podemos hacer similar. De verdad que hace cosas muy bien. Saca el máximo rendimiento a sus equipos y a sus jugadores, y eso demuestra la gran calidad que tiene como entrenador. Aquí en Gran Canaria es el entrenador con más partidos dirigidos, y ha hecho una historia excepcional».

Eso a la que se refería Lakovic se fundamente en un dato. Solo Aíto García Reneses ha entrenado más partidos en la competición nacional más exigente de Europa. Pedro Martínez suma 1.038 partidos en la ACB, con un 52,2% de victorias. Todo eso muchos años después de empezar a entrenar en el Colegio Alpe de Barcelona, concretamente en 1979.

Sinfonía en tres movimientos

Pedro Martínez ha dirigido al Gran Canaria en tres etapas. Lo hizo en un primer ciclo entre 2002 y 2005; regresó para una larga etapa entre 2009 y 2014;y una última ocasión en 2019, tomando el relevo del que fue su ayudante Víctor García en el aquel triste año de Euroliga.

Tres etapas muy distintas pero que siempre tuvieron el sello de un equipo muy competitivo. La mejor defensa de la liga en muchas ocasiones. Desde el verano de 2002, cuando Berdi Pérez lo fue a buscar a aquel ya desaparecido Tenerife Baloncesto. Parece que han pasado un millón de años desde aquella noche que en el Aeropuerto de Gran Canaria el propio Pérez, Juanra Marrero –entonces jefe de prensa– e Himar Ojeda, que en aquellos años fue su entrenador asistente.

Con Pedro Martínez llegó un quinto puesto en su primera temporada que daba un salto aspiracional en un equipo que limitaba sus aspiraciones a evitar el descenso. Tiempos en los que lentamente cambiaron las expectativas y se empezó a consolidar la idea de que el Gran Canaria podía vivir entre la nobleza del baloncesto nacional, algo de lo que siempre receló Martínez en su discurso. Conservador en sus ambiciones.

Tres años después marchó a Baskonia para regresar en 2009 con un proyecto que acabó, en 2013, superando sus propias expectativas. Allí se convirtió Vitoria en ciudad fetiche. Se eliminó a Bilbao en la Copa y Baskonia dobló la rodilla en las eliminatorias por el título. El GranCanaria ya estaba en la disputa por las semifinales, rompiendo una frustración histórica entre su gente.

Lo de 2019 fue breve. 17 partidos, cinco de ellos en la Euroliga y su marcha de un club enloquecido y que gestionó hacia la catástrofe lo que debía haber sido el momento más hermoso en los 60 años de historia de la entidad.

Ahora vuelve a la isla a por la Copa del Rey con Valencia, con quien desafió el orden establecido haciéndolo campeón de Liga en 2017. Un reencuentro siempre espinoso, con un hombre que creó los cimientos de un club ganador pero con un fuerte carácter no apto para todos los gustos que también le granjeó antipatías.

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