El Dreamland Gran Canaria ultima su decimosexta participación en la Copa del Rey, un torneo único e imprevisible en el que se clasificó en tres ediciones para las semifinales (2013, 2016 y 2018) y se quedó muy cerca de levantar el título en la citada de 2016 en A Coruña, donde el Real Madrid privó al combinado amarillo de tocar el cielo.
El plantel de Jaka Lakovic, que se ejercitó este miércoles sobre el parqué del Gran Canaria Arena con una enorme expectación mediática, se conjura para dar un golpe sobre la mesa y acabar con todo lo que parece estar en su contra: su dinámica irregular en la fase regular de la Liga Endesa, el favoritismo del Valencia Basket en el cruce de los cuartos de final de este viernes (20.30 horas) y la maldición del anfitrión en el torneo copero.
El Granca se presenta en la competición del 'KO' tras acumular cinco derrotas en las últimas siete jornadas de la máxima competición nacional, pasando de contar con serias opciones de ser cabeza de serie en la Copa del Rey a falta de dos fechas para la conclusión de la primera vuelta a descender a la octava posición con un balance de 11 victorias y nueve derrotas.
Además, el favoritismo del conjunto entrenado por el expreparador claretiano Pedro Martínez es notorio tras permanecer coqueteando con el liderato de la Liga Endesa durante muchas jornadas -finalizó la primera vuelta en la tercera posición con un balance de 13 triunfos y cuatro tropiezos, pero empatado con el Real Madrid- y por el potencial de una plantilla con un presupuesto para conquistar la BKT EuroCup y volver a la Euroliga, si bien no llega en un momento dulce de juego y de resultados tras encadenar dos derrotas consecutivas en la competición doméstica -tres en las últimas cuatro jornadas-.
Asimismo, la maldición del anfitrión es algo que se está prolongando demasiado hasta convertirse en uno de los aspectos más famosos del torneo. De hecho, ya han pasado 23 años desde que el Baskonia lograra proclamarse campeón por última vez bajo la condición de local en 2002. Esto solo ha sucedido en dos de las 33 fases finales en las que un equipo ejerció de anfitrión.
«Tenemos muchas ganas de jugar la Copa»
El pívot norteamericano Mike Tobey y el alero catalán Miquel Salvó atendieron a los medios de comunicación tras el entrenamientos y ambos simbolizaron la ilusión de un Dreamland Gran Canaria que pretende llegar muy lejos en la Copa del Rey.
Tobey, quien visitió la camiseta del cuadro taronja, apuntó que su exconjunto «es un equipo muy bueno y están jugando increíble este año. Tenemos muchas ganas de jugar la Copa, de jugar en casa, y estamos motivados».
«No podemos pensar en el año pasado, hay que mirar hacia adelante. Hemos ganado en la Liga, pero la Copa es diferente, todo puede pasar. Debemos controlar la transición y sus rebotes, juegan muy bien y debemos estar muy bien en defensa», declaró el interior estadounidense tras ser cuestionado sobre la derrota ante el Valencia en la pasada edición copera en Málaga.
Tobey confía en «tener a muchos aficionados en la grada, empujándonos, tenemos mucha ilusión por jugar en casa, es algo que nunca he vivido».
Por su parte, Salvó se mostró «con ganas, con mucha ilusión y con energías renovadas. Tenemos muchas ganas de hacerlo bien por nosotros, y por la afición».
Cuestionado por las claves del duelo, el jugador internacional con Sergio Scariolo manifestó que «el Valencia es uno de los equipos que más corre, por lo que tenemos que controlar bien el rebote, estar atentos a su juego en transición y controlar sus triples, ya que tienen altos porcentajes».
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.