El Unicaja se lleva otro ajustado episodio de la rivalidad con el Tenerife

El duelo entre el Unicaja y el Tenerife, dos equipos condenados a encontrarse en las últimas ediciones de la Copa del Rey, se lo llevó esta vez el conjunto malagueño, como la final de Badalona en 2023. Frenó al verdugo del Barça y culminó así la revancha del duelo de cuartos del año pasado en el Carpena, que se llevó el equipo insular para dejar fuera al anfitrión.

Yankuba Sima, el nombre propio del ajustado triunfo cajista con 21 puntos y 8 rebotes, fue dueño y señor de la pintura hasta que cedió el testigo a su compañero Kravish. La superioridad del Unicaja bajo los aros permitió el primer arreón verde en el marcador.

Mientras tanto, el Tenerife tiraba del triple para sostenerse en el partido, pero fue el tan veterano como efectivo Shermadini, otro interior, quien con diez puntos consecutivos niveló una batalla a partir de entonces muy equilibrada.

Tras el descanso, la primera semifinal copera trasladó el foco al lanzamiento exterior, en el que brilló Alberto Díaz, habitualmente centrado en labores más prosaicas. Sin embargo, fue otra vez Sima, como al principio, el que impulsó al Unicaja. El conjunto de Ibon Navarro estiró su renta hasta el +14 a mitad del último cuarto, situación límite para los aurinegros.

Marcelinho Huertas, quién si no, asumió el mando y le dio incertidumbre al encuentro con otra gran actuación. No fue suficiente para desafiar los pronósticos que situaban al Unicaja en la final, la tercera en seis años.

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