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Santiago Auserón, en el Auditorio Alfredo Kraus, durante el concierto de celebración de los 25 años de la Gran Canaria Big Band. Nacho González
Santiago Auserón: «En el camino artístico que he elegido disfruto de la libertad»

Santiago Auserón: «En el camino artístico que he elegido disfruto de la libertad»

El cantante zaragozano protagoniza 'Travesía' junto a la Gran Canaria Big Band, este viernes y sábado, a partir de las 19.30 horas, en el Teatro Cuyás

Victoriano Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 24 de diciembre 2024, 01:00

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«En el camino artístico que he elegido disfruto de la libertad. Le pasa también a los músicos, escritores y pintores con los que coincido en distintos proyectos», asegura el cantante, compositor, escritor y doctor en Filosofía Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), que protagoniza este viernes y sábado, a partir de las 19.30 horas, el concierto 'Travesía' junto a la Gran Canaria Big Band, en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria.

Tras el final la exitosa andadura de Radio Futura a comienzos de los 90, Auserón emprendió una carrera en solitario como Juan Perro en la que ocupó un espacio importante la investigación de los ecos sonoros atlánticos arraigados y en ocasiones sepultados dentro de la música popular en castellano. Estos conciertos forman parte de esa travesía exploradora, aunque a priori puedan parecer veladas de puro espectáculo y disfrute navideño. También lo son.

Santiago Auserón hace una pausa en la preparación de estos conciertos y explica por teléfono cómo llegó hasta la Gran Canaria Big Band que dirige Sebastián Gil, con la que ha compartido escenario en otras dos ocasiones.

«Llegué a la Gran Canaria Big Band por el trompetista David Pastor, que es miembro de mi banda Academia Nocturna. Fue quien me puso en contacto con Chano Gil, que quería juntarnos para hacer mi repertorio con su Big Band. Empezamos a comentar las posibilidades hasta que hicimos el primer concierto en Arucas, en la noche de San Juan. A raíz de aquel concierto se ha ido fraguando también una amistad, con David Pastor como mediador. Chano es muy determinado, tiene una concepción musical muy amplia y es un muy trabajador. Estar en sus manos es agradable, porque está rodeado en una banda de gente formidable que, además, musicalmente es muy lúcida. Es una garantía que mi repertorio esté en sus manos. Esta relación ha ido evolucionando poco a poco, se ha ido perfeccionando y ajustando para que cada vez tenga una mayor consistencia», asegura Juan Perro.

El primer coqueteo de su repertorio con una Big Band arrancó en Barcelona, con la joven Original Jazz Orquestra del Taller de Músics. «Con la Gran Canaria Big Band hemos dado un paso más controlado. Con otros arreglos y es que los arreglos son muy importantes en este proyecto. 'Travesía' cuenta con arreglos notables de miembros de la propia banda, realizados por Rayco León, Yul Ballesteros y Tana Santana. Son arreglos de mis temas muy elegantes y naturales, en los que tiene sitio la expresividad de la voz, articulada en torno a la base de la Big Band. Se trata de un material bien labrado», subraya.

El repertorio

El público que acuda al Cuyás se topará con una travesía a la inversa por el universo sonoro de este artista poliédrico. «Partimos de mis últimos discos para acabar el concierto planteando temas de Radio Futura. Mis últimos temas nos dan la perspectiva de una especie de estilo homogéneo, que podría ser una síntesis de Juan Perro, Radio Futura y ahora mi banda de la Academia Nocturna, que es mi última fase. Creo que la Gran Canaria Big Band aclara esa mirada homogénea y deja claro lo que significa esa travesía, que se podría denominar como 'Latin Blues'. En estos conciertos queda muy clarito», asegura.

Santiago Auserón pone en valor un «proceso creativo y de investigación» que cada vez ha adquirido una mayor profundidad y coherencia para que cobrar vida de nuevo en el Cuyás.

¿Y esta 'Travesía' acabará convertida en disco? «Tenemos que verlo. Hoy en día, los discos no se venden y la música creativa, que lleva investigación detrás, ha quedado relegada a los márgenes del mercado en las plataformas de 'streaming'. Creo que sería oportuno dejar un registro cuando lo sintamos bien maduro. No es urgente», responde.

Auserón señala lo que sí que es prioritario en este proyecto conjunto con la formación isleña. «Lo esencial es que cada noche que toquemos lo demos todo. Hay que construir la obra ahí, dar la mejor imagen y generar un repertorio cada vez más estable. Cada noche será un evento único, por así decirlo. No descarto que en un futuro genere un fonograma tradicional, que sabemos que no se venderá, pero sí que fija en el tiempo», puntualiza. Y es que tiene claro que esta 'Travesía' está alejada de los «productos automatizados y urgentes», gracias a unos músicos a los que les gusta experimentar. «Somos investigadores, ellos jazzísticos y yo rockero», explica entre risas.

Canciones griegas en castellano

Santiago Auserón llega a Gran Canaria con otro proyecto musical muy avanzado, tras grabar en un estudio de Atenas un repertorio de canciones griegas en castellano, en el que ha contado con colaboraciones como las de la cantante española Anni B. Sweet. «Me gusta ensanchar mi percepción. Pasar del Nuevo Mundo, de la vertiente atlántica, sobre todo Cuba, a la Norteamérica y Centroamérica negras para ahora ampliar la escucha hacia Oriente, que también nos afecta. Somos una cultura híbrida. Todos los españoles, tanto los peninsulares como los isleños somos una rosa de dos vientos que se abre hacia el Este y el Oeste, tanto en la litúrgico como en la música campesina hay múltiples influencias. Me parece atractivo y divertido empezar a percibir las músicas de las fronteras de Oriente y ahí para nosotros está Grecia», avanza sobre el futuro disco.

El diferencial canario

En el documental 'Semilla del son' (2023), dirigido por el tinerfeño Juanma Villar Betancort, Santiago Auserón repasa su primera visita a Cuba en los años ochenta, a la vez que realiza un viaje físico y musical a los orígenes del son cubano en la isla caribeña. Durante el mismo lamenta que esa huella musical se haya perdido durante años en España, aunque tiene claro que Canarias es una excepción. «Quizás faltó una precisión al respecto en el documental», reconoce. «La presencia en la música canaria y andaluza es evidente. Sobre todo la relación de Canarias con la música afrolatina ha sido continua desde el Descubrimiento para acá. En la península fue otra cosa, hubo cierta influencia de ida y vuelta, que incluso enganchaba con la música negra con los musulmanes. Pero después hubo un proceso de olvido y se impuso la visión dominante tras la Reconquista. La presencia negra en la música peninsular fue diluida y olvidada, pero en el archipiélago canario se ha mantenido siempre el pulso sincopado. Es un lugar de mestizaje, que siempre me ha interesado. Sobre todo, los músicos canarios con formación clásica, como ocurre con los de la Big Band de Chano Gil. Están tocados todos por un espíritu particular. Y es que la escuela jazzística canaria es diferente. Mi banda, la Academia Nocturna, es de formación jazzística catalana y es lindo ver el contraste con la escuela canaria. Ver los distintos matices, son como los sabores culinarios, con distintos grados de dulzura, de polirritmia y de ensanche de las melodías», explica.

Ese diferencial canario también lo percibe en otras disciplinas artísticas. Y como escritor, filósofo y apasionado de la lectura, pone un ejemplo literario. «Hay escritores universales de la literatura en castellano que son nacidos en Canarias. Galdós es el más grande de la literatura en nuestro idioma después de Cervantes. Y en sus libros está esa dulzura y libertad espiritual tan propia canaria para ir desde el humor y el sarcasmo hasta lo más lírico y amoroso. Fue un emblema. Vivió en Madrid y acabó viviendo en Cantabria, pero nunca perdió esa riqueza propia canaria», apunta.

El fin de Radio Futura

Para poder apostar por la libertad creativa de la que siempre ha hecho gala, para sus investigaciones musicales y literarias, para culminar sus estudios de Filosofía hasta convertirse en doctor, Santiago Auserón tuvo que tomar una decisión difícil en 1992. Poner fin a Radio Futura, el grupo de rock español con el que desde los ochenta alcanzó el éxito y cuyas canciones siguen formando parte de la memoria colectiva de muchos de los que hoy superan las 45 'primaveras'.

Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band. Nacho González
Imagen principal - Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band.
Imagen secundaria 1 - Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band.
Imagen secundaria 2 - Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band.

Radio Futura abandonó los escenarios, pero sus canciones siguen vivas para sus fans y para los hermanos Auserón. «No echo de menos Radio Futura porque Luis y yo vivimos con el grupo. Vigilamos su repertorio. A veces, nos ponemos de acuerdo y otras veces no con los arreglos y las peticiones que nos llegan para utilizar las canciones. Y sus temas los tengo presentes en todos mis proyectos para darle gusto a la gente que sé que los quiere escuchar. También para mantener vivas las distintas fases de mi carrera, por eso, siempre que toco esas canciones me las planteo desde la perspectiva de lo último que estoy haciendo», dice.

El adiós de los responsables de canciones como 'Escuela de calor', 'Semilla negra', 'El tonto Simón' y 'La negra flor', entre otras muchas, vino motivado por los caminos que la industria musical marcaba al grupo y por los que Santiago Auserón no quería transitar. «Uno sobrevive por el camino por el que cree que va a escapar mejor. Me amenazaban con convertirme en un 'Frontman' que tenía todo el día que estar dando la cara en los medios de comunicación para enfrentarse al negocio. En aquel momento yo aún era estudiante de Filosofía y vi que aquello me llevaba en una dirección que yo no quería para mi vida», rememora Santiago Auserón.

Entonces, tiró de instinto. «Fue una cuestión de carácter, el instinto me dijo que saliera de allí. Le di muchas vueltas y durante mucho tiempo, porque no quería crear problemas a mis compañeros. Pero vi que no se podía avanzar más sin que me convirtiera en un esclavo del negocio y yo no estaba por la labor de hacerlo. Necesitaba estudiar más, sentirme libre para seguir investigando y experimentando», aclara.

Leopoldo María Panero

Santiago Auserón no duda en calificar como «un gran poeta de una enorme hondura» a Leopoldo María Panero Blanc (Madrid, 16 de junio de 1948-Las Palmas de Gran Canaria, 5 de marzo de 2014), que durante años estuvo ingresado en el hospital psiquiátrico grancanario, en el que disfrutaba de permisos que lo convirtieron en un habitual de las calles de la capital de la isla.

Juan Perro recuerda sus primeros encuentros. «Nuestra amistad nació en los años previos a la Movida madrileña. Cuando yo estaba en la Universidad. Íbamos a los mismos bares y estábamos muy disparatados. En el colmo de su delirios con el alcohol y las drogas, recuerdo que acababa provocando peleas en los bares», rememora entre risas y con mucho afecto hacia Panero.

Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band. Nacho González
Imagen principal - Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band.
Imagen secundaria 1 - Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band.
Imagen secundaria 2 - Santiago Auserón, en 2022, celebrando los 25 años de la Gran Canaria Big Band.

«Siempre nos tuvimos cariño. Recuerdo que la última vez que nos vimos fue ahí, en Gran Canaria. Fue en la gira de 'Malas lenguas', en un concierto que no era en la capital. Pidió salir del manicomio para vernos. Hablaba ya muy poco, siempre fumando, pero se le veía una sonrisa de felicidad por vernos, por el gran afecto mutuo que nos teníamos», recuerda.

Tras la muerte de Leopoldo María Panero en 2014, CANARIAS7 tuvo acceso a una caja en la que el genial y controvertido poeta guardaba algunas cosas. En la misma se encontraba una carta, tal y como se avanzó en las ediciones digital y de papel de marzo de aquel año, de Luis Auserón en la que hablaba sobre la posibilidad de llevar a cabo un proyecto titulado 'Catulo'.

Santiago Auserón lo recuerda perfectamente. «Nos vimos en el café Lion, en la calle Alcalá de Madrid. Leopoldo llegó con unos papeles, todos grasientos y arrugados y nos dijo a Luis y a mí que ahí tenía la letra de lo que iba a ser un gran 'Hit' para la Cadena Ser. Al final, nos tomamos en serio la cosa, que partía de unos poemas del poeta romano Catulo [Gayo Valerio Catulo], que él llevó a su terreno y que eran mucho más escandalosos. Llegamos a hacer una maqueta con aquellos poemas desquiciados, con la intención de llevar a cabo una tirada artística y limitada. Se lo presentamos a José María Cámara, de Ariola, que nos escuchaba todo lo que le proponíamos. Nos dijo que era una demencia total pero que lo iban a estudiar. Al final, la respuesta desde la discográfica se dilató y el proyecto se diluyó», apunta. ¿Y conserva aquella maqueta de 'Catulo'? «Creo que la tengo, tendría que mirar por casa a ver si la encuentro», responde.

'La bola de cristal'

Este 2024, Televisión Española ha celebrado, a su manera, el 40 aniversario del programa 'La bola de cristal', dirigido por Lolo Rico y que marcó a varias generaciones de niños y adolescentes. En algunos de aquellos programas, que se emitían los sábados por la mañana, salió Radio Futura. «Fue unos años antes de nuestro primer gran éxito, cuando hacíamos un pop castizo un poco acelerado. Fue cuando trataban de orientarnos hacia las fans, por eso dejamos a Herminio Molero. Por aquel giro apenas nos abrían las puertas y fue difícil seguir adelante. Yo había dejado mi trabajo como delineante y la beca para el doctorado en la Facultad de Filosofía. Había renunciado a esos ingresos fiándome de Radio Futura para ganarnos la vida. Y nos costó mucho, me agarraba a lo que nos salía, hasta aparecer en una película de Almodóvar para tener algunos ingresos. Paloma Chamorro nos llamó para hacer algunas chorraditas y Lolo Rico [directora de 'La bola de cristal] nos propuso hacer varios temas, incluso llevando nosotros la realización de los vídeos. Salieron y nos solucionaron la vida bastante», recuerda sobre aquel programa vanguardista, osado y que destilaba una libertad creativa y de pensamiento que hoy resulta impensable en una televisión en España, tanto pública como privada.

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